Don Quijote se instala durante dos días en la Biblioteca Insular con conexión en directo con el Círculo de Bellas Artes de Madrid


·        El centro dependiente del Cabildo participa en la lectura continuada de la universal obra con una conexión en directo con el acto que se desarrolla desde hace 22 ediciones en el Círculo de Bellas Artes de Madrid

Las Palmas de Gran Canaria, 20 de abril de 2018.- Los días 23 y 24 de abril el ingenioso hidalgo de La Mancha se instalará en la Biblioteca Insular para protagonizar la singular iniciativa de la lectura continuada de su celebérrima y universal obra, ‘El Quijote’, una de las distintas actividades previstas por el Cabildo grancanario para celebrar el Día Internacional del Libro.

El día 23, entre las 9.30 y las 20.00 horas tendrá lugar la primera sesión de la lectura colectiva del Quijote, en la que participarán alumnos y alumnas de distintos centros escolares de la isla, lectores anónimos, usuarios y miembros de los clubes de lectura de la biblioteca, escritores, bibliotecarios, miembros de la ONCE, técnicos de cultura de distintos ayuntamientos de la Isla, editores y agentes culturales, entre otros sectores, que han querido sumarse a la fiesta de la lectura que supone la revisión en voz alta de este clásico escrito por Miguel de Cervantes, cuya traducción alcanza 200 variedades lingüísticas y 150 idiomas a los que se ha traducido (total o parcialmente).

Institutos como el IES de Jinámar, los CEIP  Cervantes, Galicia y Mesa y López, así como miembros del Proyecto Educa y las aulas En Clave de Scahamnn y La Paterna participarán en la iniciativa.

A través de un pantalla que se instalará en el vestíbulo de la Biblioteca Insular (calle Remedios, 7) podrá seguirse ininterrumpidamente durante los dos días la lectura continuada de este título capital de la literatura universal que se desarrollará en el madrileño Círculo de Bellas Artes.

El mencionado centro dependiente de la Consejería de Cultura del Cabildo grancanario se suma por cuarto año consecutivo a esta iniciativa que ya cumple su 22º edición y que fija su epicentro en el madrileño Círculo de Bellas Artes, entidad con la que se conectará para seguir en directo dicha lectura. El día 24 de abril, a partir de las 15.00 horas, tocará turno en dicha lectura al presidente del Cabildo, Antonio Morales y al consejero insular de Cultura, Carlos Ruiz, quienes desde Gran Canaria darán continuidad en directo a la lectura, y a los que se sumarán otros representantes del mundo de la cultura de la isla como el escritor y periodista Emilio González Déniz y la escritora y editora Guadalupe Martín Santana, entre otros.

Del caballero andante de Cervantes, de Sancho y de Rocinante, se conocen versiones en Esperanto, braille —17 volúmenes de 31 centímetros de alto y 120 páginas cada uno— y hasta en T9, tal como se llamaba el código de escritura que se usaba en los ya casi extintos SMS de móvil. Versiones, todas, inimaginables cuando en 1612 Thomas Shelton, al traducirlo al inglés, lo llevó por primera vez a una lengua extranjera.

El clásico de Cervantes, autor del que se celebró recientemente el cuarto centenario de su desaparición, es una de las obras cumbre de la literatura universal. Con su modernidad perenne, este texto configura un completo universo de categorías literarias, en el contexto de una España que extendía su autoridad con la cruz y la espada en la parte del Nuevo Mundo que le había otorgado por el Tratado de Tordesilllas. ‘El Quijote’ ilustra en grado superlativo los rasgos fundamentales de la condición humana y la dimensión constitutivamente narrativa de la vida.

¿Pero por qué o para qué escribió Cervantes ‘El Quijote’? El pretexto narrativo —desterrar la lectura de los libros de caballerías— no parece suficiente móvil para obra tan trabajada. Y en efecto: el verdadero interés de Cervantes fue reivindicar la posibilidad de una obra de entretenimiento que al tiempo fuera moralmente sostenible. Los humanistas habían atacado los libros de caballerías por falsos e inmorales, pero el problema era que las otras lecturas “permitidas”, de Cicerón a Apuleyo, no podían competir con ellos por el favor del público. La solución de Cervantes fue crear una obra irreprochable y además amena y divertida.


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