La carreta del Cabildo en la Romería del Pino portará 850 kilos de productos diversos


        Una docena de trajes antiguos del siglo XVI hasta principios del XX se exhibe en el escaparate del Cabildo


Las Palmas de Gran Canaria, 1 de septiembre de 2017.- El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, mostró hoy la gran variedad de productos agrícolas y manufacturados que la carreta institucional del Cabildo grancanario portará el próximo jueves, 7 de septiembre, en la tradicional Romería-Ofrenda a la Virgen del Pino, que este año celebra en Teror su 66 edición, coincidiendo con los 250 años que cumple la construcción de la Basílica del Pino. 

 

La carreta ‘Alegría del campesino’, un excepcional carro de labor de finales del siglo XIX cuya composición ha sido diseñada por Fernando Benítez, supone una manifestación de las distintas flores, frutas y hortalizas que se producen en las fincas insulares de La Granja Agrícola Experimental, Osorio y La Cumbre, a la que se suma una extraordinaria representación de los productos ganadores de las catas insulares de vino, queso y miel de 2017, explicó el presidente junto al consejero de Cultura y Patrimonio Histórico, Carlos Ruiz. La carreta del Cabildo estará acompañada en la romería por el folclore de la agrupación Facaracas de Guía.

 

Su diseño jugará con las composiciones florales y sus colores, con cestos y aperos de labranza rebosantes de los mejores productos de la apreciada huerta grancanaria y ofrecerá una espectacular estampa que conjuga formas, aromas y colorido, y que recuerda el testimonio de aquellas primeras ofrendas realizadas y potenciadas por el cronista Néstor Álamo a la Patrona de Gran Canaria.

 

Morales recordó que desde el año 1952 el Cabildo ha estado presente en esta Romería-Ofrenda. “El Cabildo apuesta por reforzar las tradiciones de nuestro pueblo y los elementos identitarios que nos conforman como comunidad”, dijo.

 

El personal insular ha trabajado intensamente en los últimos días en las dependencias de la Granja Agrícola en el proceso de selección de los mejores productos para la carreta, que luego irán destinados a diferentes centros benéficos, colectivos desfavorecidos y ONG’s de Gran Canaria.

 

Entre los productos ofrecidos este año destacan los 375 kilos de las diferentes variedades de papas cosechadas en Osorio, vinos de denominación origen de Gran Canaria, sidras, miel, queso, mojos y mermeladas, a los que se añaden los 160 kilos de frutas y hortalizas frescas como peras, manzanas, papayos, mangos, plátanos, tunos, pimientos, cebollas, limones, piña tropical, calabazas, cebollas y pitahayas, entre otras.

 

En cuanto a los productos transformados y elaborados, serán 10 litros de vino, 11 de sidra, 10 kilos de queso, 5 kilos de miel y 3 de mermeladas y otros tantos de mojos variados, detalló Antonio Morales. Además de la fruta, verdura fresca y productos elaborados, la carreta institucional portará además flores y plantas cultivadas en la Granja Experimental, como proteas, anturios y helechos, entre otras especies.

 

Escaparate del Pino

 

Por tercer año consecutivo el Cabildo de Gran Canaria también inauguró el escaparate que hasta el próximo día 17 de septiembre, recordará en la fachada principal de su Casa Palacio, en la céntrica calle de Bravo Murillo, el valor de las tradiciones populares en el marco de la celebración de la festividad en Honor a la Virgen del Pino.  Realizado por el profesor de baile tradicional canario y etnógrafo Jorge Guzmán Villegas, dicho escaparate exhibe un total de doce modelos diferentes de trajes utilizados en la Isla con los que puede recorrerse la historia de la vestimenta tradicional en Gran Canaria desde el siglo XVI hasta principios del XX.

 

El citado escaparate, impulsado por la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo, se instala por estas fechas con ocasión de la celebración de la tradicional romería-ofrenda del Pino, que reunirá en Teror a todos los municipios de la Isla el próximo día 7 de septiembre.

 

Como avanzó el consejero de Cultura y Patrimonio Histórico, Carlos Ruiz, “entre los trajes expuestos sobresale una vestimenta del siglo XVI conocida como ‘viuda castellana’, usada en las mujeres de clase social alta y que podemos ver en Nuestra Señora de La Soledad de la Portería Coronada, y otra de inicios del XX conocida como ‘roncote’, nombre con el que se conocían a los marineros de Las Palmas de Gran Canaria, que podía contemplarse en su día desde el puerto situado junto a la ermita de San Telmo hasta el barrio de San Cristóbal.

 

El mencionado traje, que recogió el investigador de la vestimenta tradicional de Gran Canaria, José Antonio Pérez Cruz, ‘Teno’, fallecido hace unos años, apareció en el drama costumbrista mudo rodado en 1928 por Monzón y González, ‘La hija del mestre’.

 

Otro de los trajes exhibidos es el de un vendedor-pastor de quesos de la zona de Gáldar, así como varios de fiesta de la población campesina de la isla. También se muestran ‘ropillas’ trenzadas del siglo XVI poco vistas que se confeccionaban para los hombres y unas nagüetas de hombre recogidas en la zona de Tamaraceite, que muchos grupos folclóricos ya han reproducido para incorporar a sus trajes. Todos los modelos expuestos se acompañan de una ficha explicativa que ofrece información sobre los antecedentes históricos de cada uno de ellos.

 

Además de los bellos trajes expuestos, en el escaparate pueden contemplarse otros enseres y objetos de época que fueron utilizados antiguamente por la sociedad de la Isla, como zapatos, distintos juguetes, objetos infantiles y material escolar de principios de los siglos XIX y XX.

 

En la exposición también se exhiben dos vitrinas, una con ropa original rescatada en distintas zonas de la isla por el etnógrafo, y una segunda con tocados femeninos de distintas épocas. La muestra se completa con una maqueta que reproduce a escala una tienda de ‘aceite y vinagre’ realizada por el propio Jorge Guzmán.

 

Jorge Guzmán asegura que la muestra, además de rescatar una parte de la historia vinculada a la vestimenta tradicional, posee un sentido didáctico, porque avanza al público tres modelos (dos de ellos orientados a los más pequeños de la casa) “que podrían emplearse perfectamente hoy para ir correctamente ataviados a las romerías populares que tienen lugar en la isla”.

 

Según explica Guzmán, de los testamentos y protocolos antiguos de la época se ha podido extraer una valiosa información sobre las características de la vestimenta que empleaban los hombres y mujeres de las antiguas sociedades canarias. “Ahora se heredan propiedades, antes se legaban los enseres y la vestimenta, que pasaban de generación en generación Lamentablemente, las sucesivas quemas motivadas que azotaron la Isla hace siglos por las epidemias de cólera y otras enfermedades han sido las causantes de que la gran mayoría de la ropa haya desaparecido. En Tenerife y La Palma es donde más se conservan”, añade el especialista.

 

El estudioso señala que “aún resta trabajo de investigación alrededor de la vestimenta tradicional. El mismo Teno dejó dos libros sin concluir en los que trabajaba cuando falleció, que se custodian en la FEDAC del Cabildo”.

 

Jorge Guzmán Villegas colaboró con José Antonio Pérez Cruz. Ha trabajado como profesor de clases de baile tradicional en las Escuelas Artísticas de Arucas y Moya, municipios en los que ha realizado tareas de campo de carácter etnográfico alrededor de los juegos tradicionales antiguos, la vestimenta y la música. El también investigador y miembro de la Agrupación Drago y Laurel dirige en la actualidad cuatro agrupaciones folclóricas. 

 

A primera hora del día 7 de septiembre Fernando Benítez y su equipo de colaboradores empezarán a trabajar en el montaje de la carreta para que esté lista a las 15.00 horas, instante en el que partirá desde el Castañero Gordo de Teror al pórtico de la Basílica del Pino con las 21 carretas de los municipios de Gran Canaria.

 

Como en años anteriores en la comitiva insular vecinos del barrio de Tamaraceite que portarán una gran guirnalda de flores, reproduciendo un diseño del pintor Jesús Arencibia elaborado en 1952 para la primera edición del evento mariano.

 

Según Ruiz “hay que seguir insistiendo en la recuperación de las romerías y las tradiciones vinculadas a ellas y ser fieles a los orígenes de este tipo de manifestaciones”, de modo que es de la opinión de repetir los cánones de aquellas primeras romerías en la década de los cincuenta.

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