Maspalomas: Desde los primero fuegos aborígenes al boom del turismo


Sesenta personas participan en las dos visitas guiadas que el Cabildo organiza a partir de este sábado (11 de febrero) al espacio natural en el que se enclava el faro más popular de Canarias

 

Las Palmas de Gran Canaria, 10 de febrero de 2017.- Mañana sábado, día 11 de febrero, tendrá lugar la primera de las dos visitas previstas por la Unidad de Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, al emblemático paisaje cultural de Maspalomas, donde el faro constituye una referencia del devenir histórico y cultural de dicho espacio. Un total de sesenta personas tomarán parte en esta iniciativa que volverá a repetirse el día 18, enmarcada dentro de la línea de actuación patrimonial que busca difundir la singularidad de los distintos paisajes culturales de Gran Canaria. El cupo para asistir a estas visitas está completo desde hace días.

 

Con una duración de dos horas y carácter gratuito, cada una de las visitas organizadas permitirá que los asistentes conozcan los valores del entorno natural y de la singular obra de ingeniería, concebida por Juan de León y Castillo hace ahora 127 años.

 

La visita  formulará un recorrido espacial e histórico, que irá desde el yacimiento de Punta Mujeres, siendo ésta la primera parada, continuaremos hacia el Faro, para terminar en la Charca. Desde los primeros fuegos aborígenes en la zona, así como la ocupación de este lugar por estas poblaciones, hasta el fenómeno del boom turístico del modelo de sol y playa, pasando por la odisea de navegantes, exploradores y viajeros que hicieron aguadas por esta costa.

 

Dirigida por el técnico de Patrimonio Histórico del Cabildo, José González Navarro, y otra persona de la empresa Tibicena, no sólo avanzará a los participantes los valores singulares de esta construcción reconocida como Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento, sino que también dará cuenta de los avatares que han ido modelando con el paso del tiempo el paisaje natural en que se encuentra enclavada en la Punta de Maspalomas, junto al campo dunar, charca y oasis del mismo nombre.

 

 

El de Maspalomas posiblemente se trate del faro más popular de cuantos existen en Canarias y uno de los más antiguos que se mantienen aún en funcionamiento. Posee un cilindro troncocónico que cuenta con un diámetro medio en el cuerpo superior de 6,20 metros y una altura de 60 metros, contando con su linterna, ubicada en una cúpula de cristal de 3,7 metros de diámetro, cubierta en su parte superior. Dentro de ella se albergan las ópticas, los reflectores y la lámpara halógena de 1000 vatios, que emite una luz de color blanco a razón de un grupo de un destello lento con una frecuencia 1+2 de 13 segundos entre grupos. Los destellos tienen un alcance nominal nocturno de 19 millas náuticas.

 

La decisión de construir un faro en Maspalomas data de 1861, pero no es hasta 1884 cuando se encarga al ingeniero Juan de León y Castillo la redacción del proyecto. Las obras duraron cinco años y el faro emitió su primer destello luminoso en la noche de su puesta en funcionamiento, el 1 de febrero de 1890.

 

 

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