· El centro de arte del Cabildo de Gran Canaria abre al público esta exhibición colectiva, que se puede visitar hasta el 29 de noviembre, en el CAAM-San Antonio Abad
· Los proyectos artísticos que se exhiben abordan cuestiones como las migraciones, la memoria histórica, la mujer o la preocupación por el paisaje o el medio ambiente
El Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) del Cabildo de Gran Canaria celebró hoy la apertura de la cuarta exposición del proyecto ‘Espacio CV. Creatividad y Visibilidad’, que este año está integrada por obras inéditas y originales de siete artistas jóvenes residentes en Canarias: Rigoberto Camacho, Palma Christian, Lucía Dorta Abad, María Mercedes Gómez, Isabel Ojeda, Saskia Rodríguez y Carlos S. Peña.
‘Espacio CV’ es una plataforma de promoción y difusión del trabajo de jóvenes talentos de la creación contemporánea en Canarias. Es un proyecto, nacido en enero de 2017, que se articula a través de una convocatoria pública mediante la que se seleccionan trabajos de artistas, menores de 35 años, que viven y trabajan en las Islas.
El director del CAAM, Orlando Britto Jinorio, acompañado por el director general de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Francisco José Bravo de Laguna, felicitaron al grupo de artistas en el acto de apertura de la muestra, y recordaron que el proyecto ‘Espacio CV’ es una propuesta fundamental para esta institución, porque permite tomar el pulso a lo que están haciendo jóvenes artistas del Archipiélago, y porque los trabajos que se exhiben son un fiel reflejo del carácter transversal y multidisciplinar de la creación contemporánea.
La muestra se ha abierto hoy al público y permanecerá expuesta hasta el próximo 29 de noviembre, en el horario habitual del CAAM, de martes a sábado, de 10.00 a 21.00 horas, y domingos, de 10.00 a 14.00 horas, con entrada libre y gratuita para todos los públicos.
ARTISTAS Y SUS OBRAS
Rigoberto Camacho (Teguise, Lanzarote, 1985)
A medio camino entre un ficticio museo de antropología, un depósito de cadáveres y un gabinete de curiosidades, la instalación ‘Sincretismo’ del artista lanzaroteño Rigoberto Camacho incorpora y entrecruza objetos a modo de ruinas muy dispares entre sí, que generan un ambiente teatralizado en el espacio donde se exhibe. En estas piezas se aprecian alusiones a África y, especialmente, a los flujos migratorios que son significativos en Canarias por su cercanía con el continente africano.
El sincretismo cultural es el proceso de mestizaje y transculturación que se produce a partir de la unión de distintos pueblos, razas, creencias y tradiciones culturales, y que arrojan como resultado una nueva identidad cultural híbrida, mestiza, con características y elementos propios de todas las culturas que se fundieron.
En este caso, “la propuesta está colmada de estímulos y demanda nutrirse de la realidad ya erigida por otros para, posteriormente, despedazarla y volver a construir una nueva realidad más acorde con propios intereses y vivencias que se plasma en la ejecución del proyecto. Todos los códigos y referencias que se emplean son evidentes, no han sido escondidos ni edulcorados, sino que, al contrario, visibiliza toda una serie de dispositivos (desde la escultura clásica a las zapatillas Nike) que el público reconoce fácilmente, con el fin de provocar una instantánea que configure esa primera atracción entre público y obra de arte”, apunta el artista.
Palma Cristian (Las Palmas de Gran Canaria, 1984)
‘Pasos perdidos’ es la instalación que presenta la artista grancanaria Palma Cristian, que pone el foco en su trabajo en la temática de la memoria histórica, que sigue muy vigente en el debate político y social en España. La pieza consta de una serie de esculturas de papel, moldeadas a partir de una serie de alpargatas que la creadora rescató de una tienda de ultramarinos de su familia. “Estos objetos fueron los que generaron una primera reflexión sobre la situación de lo rural en Fuerteventura y sobre el lugar del cuidado doméstico como parte de un patrimonio ignorado”.
“La instalación representa un paso perdido, o varios, de un patrimonio inmaterial doméstico. Procura, por un lado, remover el recuerdo de los que puedan compartir este apunte de la memoria y, por otro, repensar la idea de lo que significa perder un paso: consecuencias, causas y lo que supone recuperarlo o llevar a cabo el ejercicio de intentar reconstruirlo”, explica la artista.
“Esta serie de esculturas expresan la variabilidad presente en los fragmentos de la memoria, del olvido. Entiendo que la memoria es el único lugar donde ese registro inmaterial es realmente posible”, subraya.
Lucía Dorta Abad (Los Silos, Tenerife, 1998)
‘Hambre para mañana’ es el título del proyecto de videoinstalación que presenta la artista tinerfeña Lucía Dorta Abad. Su propuesta nace a partir de la transcripción de grabaciones de historias locales que recogen memoria oral familiar. “Un proceso posdocumental que deriva el costumbrismo y la considerada como ‘baja cultura’ al lenguaje de la programación, la ilustración y collage digital y los videojuegos”.
Su obra reflexiona sobre la migración de las historias de mujeresde las generaciones pasadas al medio por excelencia de la última ola feminista: lo digital. “Un contraste anacrónico que crea un lugar natural para narrativas transversales, donde reconocer a la mujer como portadora de la memoria colectiva familiar, especialmente en entornos rurales donde los apellidos te sitúan en un lado u otro del pueblo. Una España vaciada que se encuentra contando las mismas historias a pesar de escribirlas ahora en un tweet.
La búsqueda de una respuesta a una de las grandes consecuencias que ha conllevado el avance de la tecnología en las últimas décadas y la facilidad de interacción e hiper conexión instantánea como un aspecto a explorar de la globalización en el contexto artístico. Bajo estas circunstancias, mi trabajo se fundamenta la propuesta del entorno virtual como un espacio artístico de diálogo”.
María Mercedes Gómez Sande (A Coruña, 1985)
El proyecto ‘El hogar. Pluriempleo’ de la artista gallega residente en Fuerteventura, María Mercedes Gómez Sande, reúne una serie de cinco collages realizados en papel sobre cartón, que se exhiben colgados sobre pared. Esta serie surge a partir del encuentro de un libro y varias revistas de los años 70 dirigidas al público femenino, y el concepto de hogar y familia que en ellos se promulgaba, en la que toda la responsabilidad recaía sobre la mujer.
“El objetivo de esta serie es invitar a la reflexión y dirigir una mirada crítica al estereotipo con el que hemos convivido tantos años, así como reivindicar la consideración de los trabajos del hogar y cuidados y el derecho a la remuneración de los mismos”.
Apunta la artista que sus obras en collage le permiten, a partir de material reciclado, todo tipo de revistas y libros de segunda mano, “disponer de un gran abanico de imágenes analógicas de alta calidad, que de ser considerados deshecho en la era de lo digital, cobran nueva vida y pasan a establecer relaciones entre sí. Imágenes desechadas que aparentemente no guardan relación alguna, me sirven para reflexionar, a través de su deconstrucción y reconstrucción, sobre cuestiones diversas del mundo. El resultado son estas imágenes reconstruidas manualmente a partir de material de desecho (cartones, revistas, libros, trozos de papel, pruebas de grabado…) poniendo el valor el fragmento de imagen original, una arqueología de la imagen-deshecho”.
Isabel Ojeda Martel (Telde, Gran Canaria, 1991)
La instalación ‘Juega con nosotros’ de la artista grancanaria Isabel Ojeda propone una reflexión, desde la ironía, sobre el colectivo de jóvenes milenials y al hecho de nacer en un contexto económico que obliga a la juventud española a seguir al amparo económico de sus padres o madres. “Somos aquellos que tenemos mucho que demostrar, pero pocas oportunidades, resguardados todavía en una caja como relucientes muñecos de plástico, esperando un futuro mejor”, explica la artista.
“Como joven nacida a principios de los 90, he vivido los cambios socioeconómicos de la última década. La evolución de los diferentes movimientos sociales y la complicada situación laboral tras la crisis de 2008, que hace que las personas conocidas como milenials no seamos una generación como otra cualquiera. Somos la generación considerada como mejor preparada, pero que padece una enorme inestabilidad laboral, descontento social y ganas de cambiar reglas caducadas por nuevas ideas”.
Su proyecto pretende llamar la atención de otras generaciones, anteriores y posteriores, y cuestionarles el enfoque que tienen sobre el colectivo milenials, según su punto de vista. Pretende ironizar la idea de ‘generación privilegiada’ desde la conclusión que ha sacado entorno a este proceso de investigación que realizó sobre ‘muñequitos que no han salido de la caja’y de sus experiencias -en muchos casos, escasa- en el mundo laboral”.
La propuesta persigue “convertir en esos ‘muñecos’ a distintos milenials de diferentes edades cuyo esfuerzo o cuyas habilidades se ofertan como si estuvieran realmente en una juguetería, dispuestos a ser comprados por precios irrisorios. La pieza retrata bajo las expresiones faciales que podemos ver en muñecas de toda la vida, exagerarlas en la edición y exponerlos en cajas de juguetes”.
Saskia Rodríguez (Santa Lucía de Tirajana, 1993)
En los últimos años, el discurso sobre la mentira, la copia o la edición han estado siempre presente en gran parte de los proyectos que la artista grancanaria Saskia Rodríguez ha ido desarrollando. “El objetivo que ha perseguido en su trabajo”, explica, “es cuestionar la veracidad de la imagen e imagen repetida en una sociedad en la cual todo puede ser reproducido por cualquier individuo”.
En su proyecto, titulado ‘Go back to basics’, ha pretendido “ahondar en las formas de construcción utilizadas en la elaboración de representaciones visuales en nuestra sociedad de consumo, además de tratar de definir el vínculo que estas poseen con la obra gráfica o la edición. En este sentido, el planteamiento de esta investigación me ha llevado a explorar la idea de ilusión, falsedad y edición en mi obra”.
La serie de obras presentadas fueron desarrolladas en Londres durante una residencia en la Slade School of Fine Artes, UCL. Durante los años que vivió en dicha ciudad, le interesó especialmente observar los espacios publicitarios cuando quedaban vacíos entre anuncio y anuncio. La estética que tenían e incluso ese valor artístico que parecía haber en ellos.
Carlos S. Peña (Teror, Gran Canaria, 1991)
El proyecto ‘Obra muerta’ del artista grancanario Carlos S. Peñase representa a partir de una serie de piezas audiovisuales sobre el Puerto de La Luz de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Estas piezas, en formato de vídeo-loops, se forman a partir de grabaciones de vídeo hechas a través de un telescopio y el juego de perspectivas que este ofrece a la hora de encontrar el diálogo paisajístico entre la ciudad y su tráfico marítimo.
Cada pieza viene acompañada de un trabajo de diseño sonoro, hecho a partir de grabaciones de campo del puerto y la ciudad, y de sonido sintetizado, inspirado en los elementos transitorios de la imagen. Tanto imagen como sonido han sido creados y/o capturados en su totalidad por el artista para esta pieza.
“Este proyecto se presenta como una nueva forma de entender la relación entre en el paisaje urbano su relación con el paisaje marítimo, a través del diálogo que se genera entre ambos con el tránsito de embarcaciones en ese ‘no-lugar’ que es el puerto. Esta relación entre arquitecturas estáticas y arquitecturas en movimiento genera un dinamismo compartido con otras ciudades portuarias, con las que compartimos una parte de nuestro paisaje urbano”, explica el artista.
“En una ciudad portuaria como Las Palmas de Gran Canaria nos hemos acostumbrado a ver un desfile de obras muertas que dibujan nuestro paisaje marítimo, especialmente desde la franja de tierra ganada al mar, ahora conocida como la avenida marítima. La relación con el mar en esta zona de la ciudad no se puede entender sin el diálogo constante que hay con las embarcaciones que transitan ese no-lugar que es el puerto, tan dentro como fuera de nuestra ciudad”.