50 años de «A mi manera»: cómo Paul Anka y Frank Sinatra convirtieron una fracasada melodía francesa en un éxito mundial


El tema original, Comme d’habitude, no tuvo éxito. Con nueva letra, se convirtió en uno de los mayores sucesos de la historia de la música

Por Matías Bauso

Nació como una canción francesa, de desconsuelo, una queja amarga a la monotonía de la vida conyugal. Su letra denuncia al matrimonio como ese lugar en el que todo se hace por costumbre, hasta el sexo. Nada hacía indicar que el tema se convertiría en un éxito mundial. Comme d’habitude, la canción cantada por Claude Francois (también conocido como Clo Clo), una de las estrellas francesas del momento, no vendió según lo esperado.

Sus fans, que las tenía de a miles, esperaban algo distinto de él. Eran tiempos en que el rumbo se corregía fácil; en seguida la compañía lanzó otro single del joven cantante, una canción de amor que calmó la expectativa del público.

No había pasado un año de su publicación y ya más de diez intérpretes de magnitud habían intentado su versión. La mejor, la más personal, la más creíble, probablemente sea la de Nina Simone, con fondo percusivo y en la que la convicción de la cantante va creciendo mientras la canción se desarrolla. Nina Simone fue alguien, sin el menor lugar a dudas, vivió a su propia manera.

La canción también tuvo su traslación al español muy rápidamente. La primera en grabarla, y conseguir un éxito, fue Estela Raval. En esa primera versión la canción se llamó A mi modo. La letra en español no es una traducción fiel de la versión original aunque mantiene ese aire de balance, algo menos introspectiva y sin demasiados aciertos poéticos o en las imágenes utilizadas, una canción más convencional de lo que su tremenda permanencia sugiere. Play

Otro genio involucrado en la historia de este clásico fue David Bowie. Antes de la versión escrita por Paul Anka, un productor inglés le acercó el tema francés al entonces joven y casi desconocido músico. Bowie compuso una canción que tituló Even a fool learns to love. El tema no convenció a nadie. Ni a Bowie ni al productor y quedó archivado. Sin embargo, pocos meses después e inspirado por el éxito de Sinatra y My Way, Bowie compuso un clásico irrompible, uno de los mejores temas de la historia del rock británico (y de cualquier otro origen), Life on mars. En el sobre interno del LP, en los créditos, se lee un agradecimiento y una dedicatoria de Bowie: «A Frankie».

Claude Francois, el intérprete original, no pudo disfrutar demasiado del éxito global. Una tarde de 1978 mientras se duchaba en su departamento parisino descubrió que la luz del baño estaba floja y trató de acomodar el aplique. El resultado fue fatal y lógico. Murió electrocutado. Estaba por cumplir cuarenta años.

Sinatra sigue siendo escuchado con devoción en todo el mundo. En Filipinas por ejemplo es reverenciado. Pero, en una época, A mi manera se convirtió en un elemento disruptivo, en un móvil homicida. La prensa de ese país empezó a hablar del Homicidio My Way. Casi una decena de asesinatos se produjeron en karaokes filipinos luego de la interpretación de esa canción. No se sabe bien qué era lo que sucedía, por qué cuando se cantaba ese tema se producían reyertas que terminaban con víctimas fatales. Lo cierto es que varios locales de karaoke filipinos se vieron obligados a quitar del menú de canciones a My Way. Play

*Publicado en Infobae.com

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