Ángela Palacios reflexiona sobre la posibilidad de ser madre o no en su obra Salve Regina


  • Un montaje unipersonal dirigido por Paloma Remolina, en el Teatro Guiniguada dentro del Festival Tara 2023.

La tarde del domingo 21 de mayo Ángela Palacios, bajo la cómplice mirada en la dirección de Paloma Remolina y la técnica de Patrick Martino y Rubén Martín Redondo, presentó Salve Regina en el Teatro Guiniguada. Un montaje unipersonal escrito e interpretado por Palacios, donde, junto con Remolina, comparten sus propios dilemas y reflexiones sobre ser madre, como serlo y las consecuencias que comporta.

El público del Guiniguada se convirtió en el grupo de apoyo de mujeres con dudas sobre la maternidad, donde Regina, personaje que narra esta historia, se expone y abre su corazón, mostrando todas sus neurosis y dudas sobre ser madre o no. ¿Qué le impulsa a ser madre? ¿Son las imposiciones sociales, el llamado “instinto maternal”, la biología, el modelo familiar en el que se crió…? Son varias las cuestiones que se llevan a debate en este grupo de apoyo, en esta pieza, que finalmente cierra con un poema sin rima, pero de una gran belleza y necesidad, donde se vislumbra una búsqueda de libertad en todos los sentidos. Una valentía e impulso para cuestionarte por qué estás haciendo lo que estás haciendo o por qué no lo estás haciendo. 

Por medio del humor, la estética de los 90 con canciones de Madonna y un uso del espacio y los objetos de manera polisémica, Palacios dirigió a un público entregado hasta el final, hacia un recorrido de una reflexión profunda sobre una decisión que determina el curso de una vida, y que puede estar condicionada por diferentes factores como son la biología, la presión social, la situación económica… conformando una inercia que nos lleva a algo que quizás no es lo que realmente se desea. 

Ángela Palacios y compañía adaptaron esta pieza, ubicada en un ring de boxeo fucsia, planteada a tres frentes, a un teatro a la italiana, del mismo modo que otras piezas teatrales programadas en el festival se adaptan a espacios no convencionales, no planteadas para un teatro, ellas hicieron el trabajo a la inversa. Palacios, con un manejo de la interpretación y la improvisación casi magnética, interactúo con el público y creó la intimidad necesaria que la propuesta y el tema a tratar requerían. De tal modo lo recibieron las espectadoras de la tarde del domingo en el Teatro Guiniguada que, emocionadas y atravesadas por la generosidad de Regina para mostrar todas sus caras, se levantaron a ovacionar el trabajo de la intérprete, y de la directora y técnicos que le acompañaban.

Si continúa navegando, acepta nuestra política de cookies    Más información
Privacidad