Cristóbal Tabares, ilustrador y pintor: “Me veo capaz de hacer un cómic al óleo”


Por Noé Ramón //

Cristóbal Tabares es una artista tinerfeño cuya obra, como mínimo, está marcada por la originalidad y el humor, tanto sus cuadros como las ilustraciones en vajillas con delirantes escenas de cine o televisión. El dibujante ha hecho suyos personajes como Marujita Díaz, Lola Flores, actores de las películas de Almodóvar o escenas sacadas de los programas más cutres de la televisión y los ha convertido en arte. En definitiva, todo un mundo que le lleva a definirse como un artista pop inspirado básicamente por todo aquello que le divierte. Históricos también son sus disfraces en los carnavales vestido de Nefertiti  con urna incluida o de cariátide

Su recorrido vital y trabajo es bastante parecido al de otros creadores canarios. Estudió Bellas Artes en la Universidad de La Laguna, hizo un máster en Granada y a partir de aquí es cuando empiezan a surgir las particularidades. Por ejemplo, trabajar durante siete años como director de arte en el programa de la tele canaria, En  Clave de Ja, ahora llamado En otra Clave cuyo éxito fue desbordante. Ahora vive en Madrid a donde se mudó con 510 figuras de cisnes de porcelana bajo el brazo que exhibió en Arco, con el fin de poder dedicarse de pleno a lo que le gusta de verdad.


-Me di cuenta de que estaba gastando muchas energías en proyectos de otros y los míos los tenía que hacer los fines de semana o a ratos por la noche. De pronto quise apostar por mí y de momento me mantengo. Puedo pagar el alquiler del piso, la cuota de autónomo, y el estudio donde pinto. La ventaja de vivir en Madrid es que estás muy conectado, hay muchas propuestas artísticas, muchas galerías… 


-Lo más llamativo es que estás muy influenciado por Almodóvar. Eso salta a la vista en casi todas tus obras.

-Soy un artista pop, esa es la cultura de la que me nutro y Almodóvar es todo un universo que me ha influenciado a mí y a muchos creadores. 


-Sin embargo, las últimas películas ya no tienen mucho que ver con las primeras.

-Sí quizás las más icónicas son las de antes, las de ahora me gustan, pero está claro que su cine en los ochenta era más carismático. Mi preferida es La Flor de Mi Secreto, sobretodo las escena de Chus Lampreave y Rosy de Palma. Es un buen retrato entre una madre y una hija en cualquier lugar del mundo. 


-Por lo tanto sientes pasión por lo kitsch.

-Sí, totalmente. Por los personajes del Diario de Patricia, Callejeros, los memes… por todo lo que me divierte, nunca pinto nada que no me divierta. Aunque también hago  encargos para sobrevivir.


-También demuestras fascinación por el mundo de las folclóricas en continua extinción. Tu último trabajo es el de Marujita Díaz.

-El mundo de las folclóricas me parece muy interesante aunque está en desaparición. Por ejemplo, me fascina Lola Flores cuando decía que el brillo de los ojos no se opera y la miras y es verdad. Pero ya quedan muy pocas, María del Monte, Isabel Pantoja y poco más. 


-Rosalía no sería una especie de recambio.

-No la veo así, porque le falta ese punto de dramatismo. Las folclóricas son exageradas, una actrices que cantan. Rosalía bebe de la fuente pero no tiene ese punto. 


-Ya estuvieron en decadencia en los ochenta porque las relacionaban con el régimen franquista pero luego han tenido un cierto reconocimiento. 

-Cierto, fueron musas del régimen, del franquismo y luego vinieron sonidos nuevos. ¡Imagínate a un fan de Marujita escuchando a Mecano!


-El que sí sigue adelante es Raphael.

-Ese señor es incombustible te dan ganas de decirle: ¡Jubílese ya que está forrado!


-¿Qué últimas películas te han gustado o inspirado?

-Anatomía de una Caída me encantó. Me parece que la historia está muy bien contada y los actores están increíbles. Por lo general, las películas de juicios me interesan,  y en esta  la incertidumbre se mantiene hasta el final.


-¿Cuántas exposiciones has hecho?

-Pues he participado en más de 50 colectivas y 6 individuales. Ahora estoy trabajando en mi próxima exposición individual en el Centro de arte El Almacén, en Arrecife.


-También participastes en Arco.

-Sí, el comisario me pidió que hiciera un montaje con los cines de porcelana que he ido reuniendo durante estos años. En total tengo 510 entre los que he conseguido yo y los que me mandan mis amigos cuando los encuentran en mercadillos. La gente se unió a la causa y me los enviaban. Los tuve que traer desde Tenerife para la exposición y fue complicado porque son piezas muy delicadas y en total pesaban 200 kilos. De momento los tengo aquí guardados en ocho cajas.


-Si te defines como artista pop, entonces está claro que te gustas Warhol.

-Nos ha influenciado a todos los que hacemos arte pop y aunque cuesta definirse, yo me pondría esa etiqueta. Lo que pasa es que Andy Warhol es de esos personajes que cuanto más lo conoces, menos te interesa porque descubres que era una persona muy calculadora, egocéntrica, se portó mal con muchas personas, al igual que Picasso. A veces cuanto más conoces la vida de la gente que admiras menos te identificas con ellos y resulta complicado ver a ese tipo de personajes con los ojos de 2024. Pero al final lo que prevalece es su obra, que es lo importante.


-A Almodóvar también le ha pasado mucho. Que con el tiempo va acumulando enemigos. 

-Siempre los tuvo. Muchos detractores y muchos fans. Ahora es más político y reivindicativo,  lo que no es muy normal en España donde los artistas normalmente se esconden a la hora de posicionarse ideológicamente. 


-¿Te gustan sus últimas películas?

-No me gustó mucho Extraña forma de vivir. No lo reconocí y además la historia de dos vaqueros enamorados ya se contó en Brokeback Mountain. Es cierto que sus primeras películas eran más sorprendentes, con tramas intrincadas. Ves Pepi, Luci… y te preguntas cómo pudo hacer eso y compruebas la libertad que tuvo en los ochenta.


-Alaska dice que si hoy se rodara una escena como la de la lluvia dorada, cuando entonces ella tenía 13 años, Almodóvar habría acabado en la cárcel por corrupción de menores. 

-Hizo cosas muy locas y se atrevió. 


-También está tu faceta de ilustrador.

-Sí he hecho unos azulejos con personajes de Almodóvar con una tienda de cerámica de Madrid y ahora planeamos hacer una vajilla. Pero siempre he hecho ilustraciones de todo tipo.  


-¿Te atreverías con los cómics?

-Me parece dificilísimo contar una historia que sea interesante, imaginarme una trama. Tengo muchos amigos que se dedican a esto pero nunca me he puesto. No me imagino un cómic hecho al óleo. Pero si me gustara la trama podría sintetizarla y me veo capaz de hacerlo, el problema es que yo estoy muy poco metido en lo digital, todo lo hago con papel y dibujado a mano con acuarelas. Es un mundo que se me escapa un poco. 


-¿Qué piensas de la Inteligencia Artificial?

-Me parece una herramienta interesante. Si se sabe utilizar te puede facilitar mucho el trabajo pero la duda es si acabará suplantando un poco a los artistas. En mi caso no me veo amenazado porque pinto al óleo. Pero sí tengo amigos del campo de la publicidad y animación que lo ven como una amenaza aunque yo creo que no se le debe tener miedo, es una herramienta nueva que puede facilitar mucho las cosas. 


-Pienso que en realidad a los espectadores si una imagen nos gusta nos da igual que sea creada por la Inteligencia Artificial o por un artista de carne y hueso. 

-Sí a la gente se la sopla, piensan que las cosas se hacen solas y les da igual si tardas un minuto o varios días.

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