Cueva Pintada inicia el ciclo expositivo temporal ‘El objeto indiscreto’ con una pieza de la Casa Fabergé


  • Se trata de un abrecartas, realizado por el orfebre Henrik Immanuel Wigström, que ahora pertenece al coleccionista Antonio Daniel Montesdeoca García, y podrá visitarse del 11 de noviembre al 31 de diciembre dentro del horario habitual del museo

El Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada de Gáldar inaugura el día 11 de noviembre, a las 10:00 horas, el nuevo ciclo expositivo de carácter temporal denominado ‘El objeto indiscreto’, que se inicia con una pieza singular: un abrecartas perteneciente a la prestigiosa Casa Fabergé.

La muestra, organizada por el equipo técnico del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada y que pertenece al coleccionista Antonio Daniel Montesdeoca García, podrá visitarse hasta el próximo 31 de diciembre dentro del horario habitual del museo. La exposición cuenta con la colaboración de Daniel Montesdeoca García, coleccionista privado y director del Museo Néstor del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

Este ciclo presentará una serie de objetos que, de forma temporal, se podrán observar con la colección permanente del museo. Cada una de las piezas seleccionadas invitará a reflexionar sobre distintos contextos históricos y artísticos que ayudan a ampliar la visión del público acerca de los momentos contemporáneos al hábitat, descubrimiento, adecuación o puesta en uso público de la Cueva Pintada de Gáldar.

El primer objeto será un abrecartas, que está marcado con los punzones de la Casa Fabergé y fue elaborado por Henrik Immanuel Wigström (1862-1923), uno de los más destacados orfebres de su tiempo. Nacido en Finlandia, Wigström se formó en San Petersburgo y en 1884 ingresó en la manufactura de Carl Fabergé, donde llegaría a sustituir al maestro Michael Perkhin como director jefe del taller. Tanto Wigström como Perkhin fueron responsables del diseño de la mayoría de los célebres Huevos Imperiales de Pascua, piezas que otorgaron fama mundial a la manufactura Fabergé. Su fundador, Peter Carl Fabergé (1846-1920), cautivó con sus creaciones al zar Alejandro III, quien en 1885 encargó el primer huevo de Pascua como obsequio para la zarina María Fiódorovna Románova. Desde entonces, estas obras maestras de la orfebrería se convirtieron en un símbolo del refinamiento artístico de la corte imperial rusa.

En concreto esta pieza está realizada en nefrita, un mineral derivado del jade procedente de Siberia, y presenta contrastes de la Casa Fabergé, del orfebre Wigström y del oro utilizado, de 56 zolotniks (equivalente a 14 quilates). En la parte superior, una abrazadera en plata y oro separa la hoja del mango, donde se engastan en cabujón dos granates almandinos, orlados por filigranas de roleos y palmetas en oro. El conjunto culmina con el emblema del escudo imperial ruso, representado por un águila bicéfala coronada, labrada en plata de 925 milésimas y adornada con nueve brillantes engastados en picos, garras y colas.

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