- El conservador de este centro museístico, José Ignacio Saenz, explicará el día 20 de octubre, a las 18:00 horas, la utilidad de estas herramientas para la documentación y la accesibilidad
El Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada ofrece el día 20 de octubre, a las 18:00 horas, la charla en línea ‘Herramientas digitales al servicio de la documentación y la accesibilidad del arte rupestre en Cueva Pintada’, con motivo del Día Europeo de Arte Rupestre. Este encuentro, de la mano de José Ignacio Saenz Sagasti, conservador del museo, servirá para conocer las utilidades de estas herramientas digitales y su importancia para el estudio y la accesibilidad a la cámara decorada y a las colecciones.
Se trata de una actividad gratuita a través de Zoom que cuenta con Interpretación en Lengua de Signos Española gracias a la colaboración con Gran Canaria Accesible. Para participar es necesaria la inscripción previa a través del correo didacticacuevapintada@grancanaria.com
En esta charla, Sáenz explicará los trabajos que se desarrollan desde 2015, enmarcados en el Plan de investigación del museo, que supone el punto de partida de una nueva fase para el conocimiento de la cámara decorada de este excepcional espacio arqueológico.
Y es que para la documentación del arte rupestre, la fotografía ha ido adquiriendo en los últimos años un mayor protagonismo y supone una auténtica revolución ya que el tratamiento de la imagen digital permite posibilidades de observación hasta ahora impensables.
En la Cueva Pintada se han desarrollado dos tipos de trabajos: el calco digital 3D y la fotografía gigapixel. El trabajo culminó en el primer trimestre de este año cuando desde el Servicio de Tecnologías de la Información y Administración Electrónica del Cabildo de Gran Canaria se desarrollaron los visores específicos para que el público tenga acceso a los resultados a través de la web de Cueva Pintada (http://www.cuevapintada.com/es), en el apartado el Museo Digital.
Calcos digitales y fotografía gigapixel
La realización de calcos digitales permite, por un lado, la observación, el estudio y el análisis con mayor exactitud que la observación directa; y por otro lado, evita los riesgos de deterioro que provocaban los tradicionales calcos directos.
El desarrollo del proyecto ha requerido del establecimiento de un protocolo de actuación de cara a garantizar que la ejecución de los trabajos no afectara, por un lado, a la conservación de la Cueva Pintada, y por otro, no impidiera la contemplación de las pinturas por los visitantes que acudieran al museo.
Gracias a la reproducción digital 3D realizada a partir del levantamiento fotogramétrico de la cámara policromada, se han descubierto algunos grafismos que no se habían observado tan nítidamente hasta el momento. Destacan algunos círculos concéntricos blancos situados en la parte superior derecha del friso, círculos concéntricos rojos en el techo y, también, concentraciones de pigmentos que, en algunos casos, sugieren la presencia de grandes triángulos y que indican que los motivos geométricos se extendían también a estas zonas de la cavidad.
Por su parte, la fotografía gigapixel permite contemplar la totalidad del friso a una escala macro y tener una visión de conjunto con un elevadísimo nivel de detalle en el que se aprecian las irregularidades del soporte, la distribución de los pigmentos, los posibles repintados y, sobre todo, su nivel de conservación.
La creación de estas imágenes tan grandes implica la unión a modo de mosaico de un gran número de capturas fotográficas de alta resolución en una sola que las combina todas. En Cueva Pintada se realizaron más de 5.000 imágenes para cubrir los tres planos del friso de la cámara decorada. El resultado es una imagen continua de más de 50 Gb con una longitud superior a 25 metros y más de 300.000 píxeles, y un nivel de detalle que está bastante por debajo del milímetro.