Danza en Comunidad, el proyecto social de Auditorio de Tenerife que se inicia con el propósito de llevar la danza a comunidades donde no hay acceso a este arte del cuerpo, ha abierto una convocatoria para buscar nuevos participantes de su programa Isla flotante. Se trata de un taller de danza con actuación final que tiene como objetivo generar vínculos de personas que estén interesadas en compartir y convivir en una experiencia artística creada a través de las miradas diversas del grupo.

El director insular de Cultura y Educación, José Luis Rivero, muestra su satisfacción “por un programa que está en continuo crecimiento, que es pionero en España y que nos ha permitido conseguir unos resultados muy superiores a los que esperábamos cuando hace cinco años comenzamos con una experiencia piloto en dos colectivos y el equipo de Danza en Comunidad se multiplica para llegar a 21 colectivos”.

No es necesario tener un conocimiento previo de la danza, solamente ser mayor de edad. La convocatoria estará abierta hasta que termine el programa de este curso, en noviembre. Las personas que se inscriban, por medio del correo electrónico danzaencomunidad@auditoriodetenerife.com, participarán como mínimo en ocho sesiones que tienen lugar dos o tres días a la semana.

En este taller el colectivo que participa, uno de los 21 actualmente adscritos al programa Danza en Comunidad, desde asociaciones mayores hasta personas con diversidad funcional o usuarios de centros penitenciarios, abre sus puertas a quien quiera participar con ellos en estas sesiones que abarcarán géneros tan dispares como el hip hop, la danza contemporánea o el teatro.

Danza en Comunidad, que cuenta con la participación de los profesionales Raquel Jara, Carmen Macías, Cristina Hernández y Laura Marrero (coordinadora), es una de las tres vertientes de Tenerife Danza, que incluye una rama pedagógica y otra artística. La metodología de trabajo comienza con unos encuentros teóricos que desembocan en prácticos y que culminan con una función de los integrantes del colectivo. Para cada colectivo se construye una línea de actuación diferente. La idea es “que compartan con nosotros la experiencia completa de un profesional de la danza”, explica Laura Marrero, quien señala que el lema del proyecto es que “todo el mundo tiene el derecho de sentir placer con su cuerpo, de responsabilizarse de él, y de sentir que se expresa en la escena a través de la creación colectiva”.