Con Jessie, la primera mujer con la que tuvo cuatro hijos y la que introdujo a Leacock en la sociedad intelectual y artística de Londres

David J. Leacock, el inglés que catapultó la agricultura del Noroeste grancanario


Amado Moreno //

«David J. Leacock fue uno de esos británicos que trajo un tipo de agricultura nueva y fue probablemente en su momento la persona más impresionante en el sector». El botánico y director del Jardín Canario, David Bramwell (Liverpool, 1942-Las Palmas de GC, 2022) definió así a su compatriota y personaje, recién biografiado en una obra de casi 500 páginas, que será presentada el jueves próximo en el teatro consistorial de Gáldar. La ciudad norteña le había declarado hijo predilecto años atrás, y Guía rotuló con su nombre una de las calles del casco urbano.

 David J. Leacock (c), testigo de la entrevista entre su hijo Philip, cineasta, y Amado Moreno, para Diario de Las Palmas en 1971/PACO LUIS MATEOS

La publicación alumbra de lleno por vez primera sobre la figura y la trayectoria en Canarias del empresario inglés que catapultó al sector agrícola canario, y contribuyó decisivamente a su modernización, en particular el cultivo de plátanos durante los siglos XIX y XX en la comarca Noroeste de Gran Canaria, tras fijar su residencia en Guía, donde hoy descansan sus restos.

La voluminosa documentación, tanto literaria como gráfica, ofrece una amplia mirada sobre la incesante actividad y vida apasionante de David J. Leacock, «un hombre republicano, mitad socialista, mitad comunista», como confesó su hija Martha Leacock Crawford en noviembre de 2017 a LA PROVINCIA/Diario de Las Palmas, durante unas vacaciones suyas en Sardina del Norte, dejando atrás por unos días el duro invierno escocés.

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El pensamiento político de izquierda del biografiado tuvo consecuencias. Al inicio de la Guerra Civil sería detenido y, posteriormente, forzado a abandonar Gran Canaria para regresar a Inglaterra, de donde no volvió hasta el año 1963. Durante aquella veintena de años que estuvo ausente de Canarias por no tener garantizada su seguridad tras la Guerra Civil, David J. Leacock protagonizó misiones internacionales en distintos países y ciudades como Belgrado y Ginebra, en calidad de comisionado por Naciones Unidas para la Agricultura, siendo acompañado de su segunda esposa, Florence Elizabeth, y Martha, su hija más pequeña.

Año 1935. Bertrand Russell, Premio Nobel de Literatura 1950 (i), sentado frente a David J. Leacock con su segunda mujer, Florence Elizabeth, y la madre de ésta, Marta Church, en la residencia guiense del empresario británico/LP-DLP

Avatares importantes como su detención y puesta en libertad, y otros no menores que afectaron profundamente a su ámbito personal y al económico, son recogidos en la biografía aludida, que llega a las librerías ahora con el sello de la editorial Mercurio y las firmas del historiador y archivero municipal guiense Sergio Aguiar, y del ingeniero agrónomo Augusto Álamo. Ambos demuestran haber buceado en multitud de archivos de España, Inglaterra, Portugal y Estados Unidos para obtener un retrato fidedigno, vital y empresarial de David J. Leacock, incluyendo un desplazamiento al norte de Escocia, donde sigue viviendo Martha, la única hija superviviente.

El libro no se limita a describir el liderazgo del protagonista en el campo canario. También aborda su incursión en la selecta sociedad londinense de la época, gracias a los contactos de su primera esposa, Jessie Etchells, vinculada al ‘Círculo de Bloomsbury’, refugio de intelectuales y artistas. Nada extraño resultaría entonces que los Leacock alojaran en 1935 en su mansión de Becerril de Guía al literato y filósofo inglés Bertrand Russell, Premio Nóbel de Literatura quince años después.

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