El Cabildo celebra la tercera visita guiada a los BIC de Caserones y El Charco, en La Aldea


·        El jueves, día 24 de agosto, se desarrolla la actividad que divulga los valores de un espacio estratégico  de aprovechamiento de los recursos costeros del litoral del oeste de la isla

 

Las Palmas de Gran Canaria, 23 de agosto de 2017.- El jueves, día 24 de agosto, la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria celebra la tercera de las cuatro visitas guiadas gratuitas que se cursarán al espacio que integran los dos Bien de Interés Cultural de Caserones y El Charco, situados ambos en La Aldea.

 

Las visitas programadas (para las que el público ha agotado todas las plazas previstas) están impulsadas por la Unidad de Patrimonio Histórico en el marco de su política de difusión del patrimonio costero que se inició con el yacimiento de La Restinga en Telde. La última visita se llevará a cabo en horario de mañana el día 26 de agosto.

 

Durante las tres horas de duración que tendrá la visita guiada a La Aldea, el público podrá conocer de cerca los importantes valores culturales de uno de los lugares estratégicos de aprovechamiento de los recursos costeros que ofrecía este enclave del litoral del oeste de la isla de Gran Canaria, entre los que figuran los yacimientos arqueológicos y paleontológicos de Caserones y Lomo Caserones y el Charco de La Aldea, todos ellos declarados BIC. Las citas están orientadas por técnicos de la empresa Tibicena, cuentan con la presencia del historiador y cronista de La Aldea, Francisco Suárez Moreno.

 

La visita transcurrirá por el margen derecho del barranco de La Aldea, en donde se localizan varias casas y algunos túmulos que constituyen los restos visibles de lo que  fue uno de los poblados de mayor envergadura de toda Gran Canaria. La densidad de estas casas lleva a considerar la existencia de un cierto entramado que organizara o distribuyera los diferentes ámbitos que integraban el poblado. El Cabildo desarrolló en  dicho enclave distintas campañas arqueológicas en 1977, 1998 y 2013, cuyos resultados han permitido reconstruir los modos de vida, las técnicas constructivas, las pautas funerarias o la economía de los antiguos habitantes que poblaron esta zona durante más de 1.500 años.

Caserones debió constituir uno de los asentamientos costeros de mayores dimensiones de  toda la isla, desarrollando un entramado de casas, corrales y enterramientos en la fértil vega de La Aldea y próximos a  la costa donde obtenían  los recursos marinos. Ya Grau-Bassas en el siglo XIX detalló que este conjunto arqueológico contaba con más de ochocientas estructuras.  Actualmente, la mayoría de ellas ha sido alterada al ser usada como corrales  o desaparecida bajo el cultivo de tomateros. Pese a todo ello,  aún se conservan  los restos  de varias casas  y pueden ser visitados  y disfrutados por aquellas personas que quieran acercarse  a conocer una  parte de nuestra historia

Este poblado culminaría en la zona del Charco, lugar y fiesta que se han conformado como una muestra de la pervivencia de prácticas culturales prehispánicas, en concreto de la pesca mediante la técnica del "embarbascado", que  consistía en el vertido del látex de determinadas plantas, como el cardón o la tabaiba, produciendo un efecto sedante en los peces que facilitaba  su captura. Esta técnica de pesca continuó usándose en diferentes zonas de Gran Canaria, al menos hasta la primera mitad del siglo XX, como así lo atestiguan diversas referencias históricas realizadas por Viera y Clavijo y Grau-Bassas, entre otros.

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