La colectiva, que se inaugura mañana [jueves 13] a las 19:00 horas, reflexiona sobre la muerte a través de una veintena de obras
TEA Tenerife Espacio de las Artes, centro de arte contemporáneo del que gestiona el Área de Cultura, Educación, Juventud y Deportes del Cabildo de Tenerife, que dirige la consejera Concepción Rivero, inaugura mañana [jueves 13], a las 19:00 horas, en el Centro TEA Las Catalinas de La Laguna la exposición Sería gracioso. Esta muestra, comisariada por el director artístico de TEA, Gilberto González, ofrece una reflexión sobre la muerte y sobre cómo esta supone una liberación del papel que muchas veces nos toca interpretar. A través de una veintena de obras procedentes de las colecciones de TEA y de los fondos del Centro de Fotografía Isla de Tenerife, esta nueva propuesta expositiva ahonda en la idea de que la conciencia de la cercanía de la muerte permite librarse en ocasiones del espacio de impostura en el que muchas veces transcurre nuestra vida.
Los trabajos expuestos en Sería gracioso, firmados por artistas de la talla de Antonia Bacallado, Sophie Calle, Tiago Carneiro da Cunha, Elger Esser, Marine Hugonnier, Tracey Moffatt, Jorge Oramas, Arnold Odermatt, Ángel Padrón, Laura Gherardi, Diego Vites, Javier Arteaga y Henna Asikainen, reflexionan sobre la ausencia del cuerpo antes de la vida y tras el fallecimiento. Cabe destacar que algunas de las piezas que conforman esta colectiva, como son St.Jacut de la Mer (2003), de Elger Esser; y las tres fotografías de Henna Asikainen realizadas en 2001, se muestran al público por primera vez. Sería gracioso se podrá visitar en este espacio hasta el 28 de abril, de martes a domingo, de 11:00 a 18:00 horas.
“No deja de ser inquietante el contenido de esta muestra, que nos invita a una reflexión profunda sobre el sentido de la existencia, aspecto que, por otro lado ha estado siempre presente en la historia del arte. De esta manera TEA acoge una muestra con un interesante peso en el debate humano, recomendamos con interés la visita a esta exposición que comenzará este jueves”, apuntó la consejera.
El título de esta exposiciónhace referencia a uno de los fragmentos de una entrevista realizada en 1977 por Julio Lerner a la escritora Clarice Lispector, y que fue su última entrevista. En ella, la escritora contaba que, tras acudir a una echadora de cartas -una tarotista– esta le auguró toda una serie de buenos acontecimientos y que tras salir de allí dijo que pensaba que “sería gracioso que tras esto muriese en un accidente en el taxi” que le llevara de vuelta. A los pocos meses murió de cáncer de ovarios. Tenía cincuenta y seis años. Supuestamente sus últimas palabras fueron “se muere mi personaje”.
Gilberto González recuerda en el texto de esta muestra que “no existen muchas entrevistas con Lispector pero que sin embargo en esta última aparece muy presente la pretendida incoherencia lacerante de muchos de sus relatos, que, sin embargo, dejan de serlo en la mente de muchos de sus lectores al convertirse en una certera explicación de la concatenación de sucesos absurdo de nuestras vidas”.
La entrevista es ampliamente conocida por los fieles seguidores de Clarice Lispector. “¿Sabría ella de la cercanía de su propia muerte?” se pregunta el director artístico de TEA que plantea que “conociendo ahora como transcurriría finalmente todo, no podemos dejar de ver la entrevista con la fascinación de quien cree entender significados ocultos en cada una de sus palabras. Pero resulta aún más hipnótico escucharla decir que está cansada de fingir, quizá se refiriese a ese personaje que le habría tocado vivir -que nos ha tocado vivir- intentando siempre estar a la altura de las expectativas que otros han creado”.
A la hora de plantear esta muestra Gilberto González recuerda también a Jorge Oramas, quien pasó la mayor parte de su vida adulta hospitalizado. “Al igual que su madre que murió cuando él era un niño, estaba enfermo de tuberculosis. Muchos de sus paisajes son aquellos que veía desde la ventana del hospital. En su particular visión de los riscos de la por aquel entonces todavía semi rural ciudad de Las Palmas, Oramas narra la vida que sucede, mientras la suya simplemente ocurre sabiendo que debe quedar poco”, detalla. “Tanto la entrevista de Julio Lerner a Clarice Lispector, como el Paisaje de los riscos de San Nicolás de Oramas es encuentran ante una misma certeza, ya hay poco tiempo para que llegue el breve espacio de la muerte”, concluye Gilberto González.