El Cabildo ofrece una nueva edición de CosmoCine con la proyección de ‘Ultimatum a la Tierra’


Esta actividad tendrá lugar mañana jueves [día 28], a partir de las 20:00 horas, en el Museo de la Ciencia y el Cosmos

Tenerife – 27/12/2017. El Museo de la Ciencia y el Cosmos del Cabildo acoge mañana jueves [día 28], una nueva sesión de CosmoCine. Ciencia y Biodiversidad, una actividad que combina el mejor cine de Ciencia con debates de diferentes personalidades vinculadas a estas materias. En esta ocasión, a partir de las 20:00 horas, se proyecta el largometraje: Ultimatum a la Tierra (The day the earth stood still), del año 1951 (Estados Unidos) y dirigida por Robert Wise.

El debate posterior estará conducido por: Antonio Mampaso, director del Museo de la Ciencia y el Cosmos y Pablo Bonet, coordinador de CosmoCine. Estas charlas-debate tienen un formato diferente al convencional. En un ambiente relajado y distendido como puede ser la terraza de un bar, invitados y asistentes discuten sobre diferentes temas de interés científico vinculados a las películas que se proyectan. Durante las mismas se presentan producciones de distintos géneros, desde largometrajes hasta documentales.

Para celebrar estas fechas el Museo ha preparado una proyección especial, que se sale un poco de su programación habitual: un clásico de la edad de oro del cine, adaptación de una novela de la edad de oro de la ciencia ficción: Ultimátum a la Tierra, que en 1952 obtuvo el Globo de Oro especial a la mejor película para promover el entendimiento internacional. En 1995 fue incluída en el National Film Registry (institución creada para preservar filmes notables)

Una nave extraterrestre aterriza en Washington D.C. De ella sale Klaatu, un extraterrestre de aspecto humano, acompañado de Gort, un amenazador robot que pone en alerta al ejército. Klaatu plantea una petición para parlamentar con los dirigentes de la Tierra que es rechazada. Así las cosas, Klaatu decide infiltrarse en la sociedad para observar cómo viven los humanos y poder acercarse a los científicos y mandatarios para entregar su mensaje.

Ultimátum a La Tierra es una de las piezas más influyentes del cine y la estética del siglo XX. En los tiempos de la guerra fría, Hollywood se impuso la labor de alertar al ciudadano occidental contra los peligros del comunismo. Con éste propósito se produjeron muchas (casi siempre burdas) películas de espías soviéticos y otras un poco más sutiles en las que habitantes de otros planetas del sistema solar (en particular de Marte, el “planeta rojo”) venían a acabar con el estilo de vida estadounidense.

El director Robert Wise se desmarca de ese ambiente de paranoia y nos plantea un discurso pacifista que acabaría dando un giro al género de la ciencia ficción que perduró mucho tiempo.

Todo en Utimátum a la Tierra era novedoso, y sentó las bases de la estética de la nueva ciencia ficción con elementos que ahora consideramos iconos clásicos: las naves alienígenas con forma de platillo, los robots, los rayos desintegradores, etcétera. Pero hay un apartado poco conocido de esta producción en el que su influencia es muy relevante: la música.

Para crear una atmósfera de misterio exótico, el célebre compositor Bernard Herrmann (lo recordarán sobre todo por los escalofriantes violines de Psicosis) utilizó un theremin, un instrumento musical electrónico precursor de los sintetizadores que se hace sonar sin tocarlo, acercando o alejando las manos a una antena. Debido a esto, aún hoy se utiliza en el cine este extraño instrumento asociado inequívocamente a los extraterrestres en el inconsciente colectivo.

Si continúa navegando, acepta nuestra política de cookies    Más información
Privacidad