La instalación, dependiente de Museos de Tenerife, mantiene su horario habitual y garantiza las medidas de seguridad sanitaria aprobadas por el Gobierno
El centro de interpretación del Castillo de San Cristóbal de Museos de Tenerife, entidad dependiente del Organismo Autónomo de Museos y Centros (OAMC) del Cabildo de Tenerife, que preside la consejera insular Concepción Rivero, reabre sus puertas mañana miércoles, 1 de julio. La instalación mantendrá un aforo máximo de 10 personas a la vez, cumpliendo con las medidas de seguridad e higiene aprobadas por el Gobierno de Canarias para evitar la expansión del coronavirus Covid-19.
El centro, ubicado en el subsuelo de la Plaza de España de Santa Cruz de Tenerife, mantendrá su horario habitual, de lunes a sábado, excepto festivos, de 10.00 a 18.00 horas. La entrada al público continuará siendo gratuita.
Quienes deseen visitar el centro, deberán hacer uso de mascarilla y tendrán a su disposición dispensadores de gel hidroalcohólico para la desinfección de manos. Por su parte, el personal contará con un equipo individual de protección, además de una mampara de seguridad en recepción y realizará una desinfección completa de las instalaciones una vez al día.
Este espacio es una propuesta interpretativa que permite al visitante descubrir y contextualizar los restos de la muralla del Castillo de San Cristóbal y conocer algo más sobre la historia y el sistema defensivo de la isla.
El centro de interpretación expone el sistema defensivo que tuvo Tenerife, haciendo un recorrido no solo por los castillos de Santa Cruz, como San Cristóbal, San Juan o Paso Alto, sino también por el resto de edificaciones de este tipo repartidas por la geografía insular y que continúan en pie, como es el caso del Castillo de San Felipe, en el Puerto de la Cruz, o el de San Miguel, en Garachico.
El proyecto expositivo, elaborado por el Museo de Historia y Antropología de Tenerife, culmina con la explicación monográfica dedicada al propio Castillo de San Cristóbal, desde su edificación en 1575 hasta su derribo en 1928. Desde el 25 de julio de 2009 se expone en él el mítico cañón El Tigre, una pieza de bronce del siglo XVIII, del que la tradición popular dice que hiriera al famoso almirante inglés Horacio Nelson en su ataque a la isla.