El ciclo de cine dedicado a Krzysztof Kieślowski continúa en TEA Tenerife


Espacio de las Artes con Sin fin y No matarás


Las dos películas programadas para esta semana se proyectarán en este centro de arte del Cabildo mañana [miércoles 8] y el jueves [día 9] a las 20:00 horas

El ciclo de cine 100 años de la independencia de Polonia. Krzysztof Kieślowski: un camino a la libertad, que se desarrolla durante este mes en TEA Tenerife Espacio de las Artes, ofrece esta semana la posibilidad de ver en pantalla grande dos de las películas más reconocidas de este maestro del cine europeo: Sin fin (Bez konca, 1984) y No matarás (Krótki film o zabijaniu, 1988). El primero de los filmes programados Sin fin se proyectará mañana [miércoles 8] a las 20:00 horas, mientras que No matarás se podrá ver el jueves [día 9], a la misma hora. La entrada para ver estas películas, que se proyectarán en versión original con subtítulos en español, es gratuita previa retirada de las invitaciones en la taquilla de TEA.

Sin fin, un trabajo protagonizado por Grazyna Szapolowska, Maria Pakulnis, Aleksander Bardini y Jerzy Radziwillowicz, inaugura la colaboración entre Kieślowski y Krzysztof Piesiewicz. El cineasta reclamó al joven abogado -que a partir de este título se convertirá en su guionista habitual- para que le ayudara a construir una historia que sirviera para retratar la atmósfera de decadencia y decepción en Polonia después de la introducción de la Ley Marcial. Sin fin describe la condición psíquica de los polacos en aquel triste periodo histórico introduciendo una dimensión metafísica que irá cobrando protagonismo en la posterior filmografía de Kieślowski.

La película muestra la historia de la mano del fantasma de un abogado que después de morir sigue observando a sus familiares e intenta intervenir en sus vidas. El drama de su mujer, que no sabe vivir sin su marido, se entrelaza con la trama judicial en la que se juega el destino de un preso político al que defendía el fallecido. Sin fin fue la película de Kieślowski más criticada en el momento de su estreno: tachada por los gobernantes de ideológicamente subversiva, fue rechazada también por los círculos de solidaridad por ofrecer una imagen de la disidencia demasiado crítica y desalentadora.

No matarás es uno de los episodios de la serie Decálogo, cuyo estreno en el Festival de Cannes en 1988 supuso el reconocimiento internacional de Kieślowski. La película comienza presentando de manera un poco críptica, pero muy sugerente, a sus tres protagonistas destinados a encontrarse poco tiempo después: Jacek, un joven que vagabundea por la ciudad con la foto y el recuerdo de su hermana muerta; un también joven aspirante a abogado, recién casado; y un taxista desagradable y maleducado que comienza su jornada laboral. Con una construcción basada en historias cruzadas, No matarás es un grito contra la pena de muerte: la crudeza de sus escalofriantes imágenes intenta demostrar que la ejecución legal es un hecho tan delictivo como el propio asesinato que se quiere castigar.

Cabe recordar que este ciclo de cine dedicado a Krzysztof Kieślowski se completa una exposición sobre el cineasta que incluye una muestra de carteles de sus películas y las fotos realizadas por Kieślowski en su época de estudiante. La muestra, que se puede visitar de manera gratuita en la Biblioteca Municipal de Santa Cruz (ubicada en TEA) y en El Cuarto Oscuro de TEA hasta el 2 de septiembre, se compone de tres módulos. La primera es Huellas de la memoria, elaborada por el Museo de Cinematografía de Łódź, que documenta tanto la vida personal como la trayectoria artística de Kieślowski incluyendo en el diseño fotografías, reseñas de periódicos, carteles, numerosas publicaciones, así como material de archivo nunca presentado. En un segundo módulo se exhiben los carteles de las películas de Krzysztof Kieślowski y el tercero es una exposición de fotografías (que se podrá ver en El Cuarto Oscuro) realizadas por el propio Kieślowski cuando estudiaba en la Escuela de Cine de Łódź.

El ciclo es organizado por TEA Espacio de las Artes, la Asociación Polaco-Canaria ARKA, la Fundación AVA Arts, el Instituto Polaco de Cultura, bajo el patrocinio de la Embajada de la República de Polonia en España. Colaboran: Cabildo de Tenerife, Fundación Proyecto Perfecto, el Museo de Cinematografía de Lodz, Grupo Memento y el Hotel Arona Gran. El proyecto ha sido subvencionado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Polonia y el Instituto Adam Mickiewicz de Varsovia.

Krzysztof Kieślowski (Varsovia, 1941-1996) ingresó en la aclamada Escuela de Cinematografía de Łódź en 1964. La misma escuela que formó a otros grandes cineastas polacos como Roman Polanski, Andrzej Munk, Krzysztof Zanussi o el propio Andrzej Wajda. Kieślowski ingresó en ella en un momento artístico relativamente libre, bajo la tutela del régimen comunista polaco y unido a los más veteranos se encontró inmerso en el movimiento llamado del Cine de la inquietud moral, al que aportó, notablemente, su reflexión sobre el contexto histórico-político de Polonia, hasta finales de los 80.

Al principio realizó trabajos de corta duración centrados en la descripción de rasgos particulares de la sociedad polaca bajo el régimen comunista. En la mayoría de ellos, como en La Oficina (Urząd 1966), La Fábrica (Fabryka 1970), El Hospital (Szpital 1976), Desde el punto de vista de un portero de noche (Z punktu widzenia nocnego portiera, 1977) o La Estación (Dworzec 1980) retrató a varios individuos a partir de sus relaciones personales y profesionales en su entorno laboral. En estos primeros trabajos, Kieślowski enmarcó, fielmente, la vida cotidiana de cualquier ciudadano polaco, de obreros y soldados.

Pero en sus siguientes títulos, y manera progresiva, comenzó a expresar su desencanto y empezó a tener una visión menos pragmática de la realidad, iniciándose en el uso de simbolismos y códigos trascendentales como en El Azar o en Sin fin. La carga moralista en su discurso tuvo su punto culminante en la composición del Decálogo, una obra colosal, compuesta por diez películas de unos 55 minutos de duración media, a partir de los Diez Mandamientos, que realizó para la televisión polaca en el año 1988. El Decálogo fue una majestuosa obra y un éxito de crítica internacional que finalmente reconoció el nombre de Krzysztof Kieślowski y le abrió las puertas de la producción fuera de Polonia, en un histórico momento, clave, en los albores de la caída del régimen comunista.

Tras el Decálogo, Kieślowski da por terminada su etapa plenamente polaca y se concentra en la realización de su primera coproducción en Francia con La doble vida de Verónica en 1991. Dos años más tarde, continua esta etapa con la trilogía Tres colores, basándose en los ideales de la bandera francesa, Libertad, Igualdad y Fraternidad.


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