El Diario de ida de Karina Beltrán se abre al público en La Regenta


La exposición, de obra reciente, ha sido realizada durante su residencia en los estudios producción artística del Centro de Arte

 

 

La artista tinerfeña Karina Beltrán presenta el resultado de su residencia artística en La Regenta, donde ha permanecido durante un mes y medio, artículado en la exposición Diario de ida, que se abre al público mañana viernes, 2 de diciembre, a las 20:30 horas, y se podrá visitar hasta el 7 de enero. En su nueva serie mantiene una estrecha relación con la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, centro y punto de partida. Un itinerario imaginario en el que las herramientas creativas son los mapas, el territorio, la cartografía, que junto con el dibujo dan forma a su propuesta.

El viceconsejero de Cultura, Aurelio González; el director del Centro de Arte La Regenta; Alejandro Vitaubet y la artista, Karina Beltrán, presentaron esta mañana a los medios de comunicación Diario de Ida, la nueve serie de esta artista que ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas en Canarias y en ciudades como Madrid, Londres, Oporto, Berlín o Beirut. Aurelio González destacó la línea de trabajo de los estudios de producción artística del centro de arte como " una oportunidad para los creadores emergentes, que les ha servido, en muchos de los casos, para dar un impulso a su trabajo puesto que la mayoría han desarrollado proyectos en destacados museos de las islas y del territorio nacional". Así mismo, González puso de relieve la línea de trabajo emprendida por el Centro de Arte La Regenta, ya que son "varias las iniciativas que han tratado el entorno urbano del propio espacio museístico, desarrollando proyectos que intervienen en el mapa imaginario de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria como Distrito Regenta, o el de la arquitecta Cristina Maya 'Especular con el suelo', recientemente clausurado con gran éxito.

El hacer tiempo al andar y con éste ir construyendo su visión personal de la urbe es uno de los recursos que la han llevado a producir la exposición. La creadora define el contenido que quiere transmitir como el de "la estrecha relación que mantenemos con las ciudades, tanto con las ciudades que habitamos como con las que visitamos en un momento dado, o con aquéllas que se convierten en anclajes emocionales necesarios. Desvelar lo que descubrimos de nosotros mismos en cada ciudad a la que llegamos; desvelar lo que la rutina esconde en los lugares en los que vivimos".

Karina Beltrán es una artista que desde siempre ha estado redefiniendo su territorio, "este fenómeno que actualmente está tan de moda como sistema de reconocimiento urbano bajo el nombre de mapping, ella lo hace desde que tiene uso de razón o desde que decidió "hacer Arte" o "hacerse artista" porque el arte le sirve como lenguaje total que organiza y define su espacio, y, con su espacio ̶ por ende ̶ su existencia", escribe Omar Pascual.

La producción de Beltrán está sujeta a un sinfín de sofisticadas capas yuxtapuestas, estratificadas según la importancia factual de esa cartografía. Cartografía de la cual la artista se figura, capa a capa, un simbólico mapa subjetivo, un mapa de lo que va viviendo, en contraste con lo que experimenta como registro de sus observaciones. Lo curioso en este sentido es que mientras -a primera vista- la obra de Karina Beltrán parece extremadamente visual, centrada en la imagen y sus derivaciones, "anclada en la sensualidad epatante de la retina, en cambio, desde el punto de vista metódico, en su obra se siente como un susurro, cierto deje escultórico, táctil, de roce" explica Omar Pascual.

Sus títulos nombran lo invisible, haciendo de lo poético un hecho dado. "La superficie de la ciudad, sus cáscaras y descascarillados, su flora, su arquitectura, sus esquinas vacías, sus residuos, así como las texturas de la luz y la materia. Una voluntad que tiende a lo periférico, a lo limítrofe, a lo fronterizo, al límite, como nuestra propia piel, nuestra primera frontera del espíritu" explica Omar Pascual.

Con esta exposición la artista atrapa en La Regenta el paisaje de una memoria encapsulada de un Diario visual de ida que -en su eterno retorno- espera de quien ahora la observa, ser desvelada.

Karina Beltrán se licenció en Bellas Artes por la Universidad de La Laguna, Tenerife, en 1986. Desde 1998 a 2011 residió en Londres, donde realizó estudios de postgrado. Master en Bellas Artes por el Chelsea College of Art and Design, 2002, y Certificado de Postgrado en Fotografía por el Central Saint Martins College of Art and Design, 2008. Entre sus exposiciones individuales: "Escenarios, constelaciones, polaroids", 2012, comisariada por Omar Pascual-Castillo en el Centro Atlántico de Arte Moderno de Las Palmas de Gran Canaria, y la instalación fotográfica "amarillo…" 2012, en TEA Tenerife Espacio de las Artes, Santa Cruz de Tenerife.

Ha participado en numerosas exposiciones colectivas en Canarias y en ciudades como Madrid, Londres, Oporto, Berlín o Beirut. En ferias de arte contemporáneo: ZONA MACO, México, 2015, ESTAMPA , Madrid, 2014, Art Cologne 2008, CIRCA Puerto Rico 2008, y varias ediciones de ARCO. También en la 1 Bienal de Arquitectura, Arte y Paisaje de Canarias, 2006, comisariada por Antonio Zaya, la VII Bienal de Arte Contemporáneo Africano de Dakar y varias ediciones de FOTONOVIEMBRE, Tenerife y PHOTOMONTH, Londres. Su obra forma parte de las colecciones permanentes de TEA, Tenerife Espacio de las Artes, Centro Atlántico de Arte Moderno, Centro de Fotografía Isla de Tenerife, Gobierno de Canarias y numerosas colecciones privadas, nacionales e internacionales.

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