El actor malagueño se alza con el galardón por su interpretación del alter ego de Pedro Almodóvar en Dolor y gloria
En su tierra, Málaga, y con todos los asistentes en pie, Antonio Banderas ha recogido el Goya a Mejor Actor Protagonista, reconocimiento que le ha valido su papel de Salvador Mallo, un cineasta con dolores emocionales y físicos. “Tengo el corazón a mil”, ha confesado el intérprete, que ha dedicado su premio al director de Dolor y gloria, Pedro Almodóvar.
“Hace cuatro décadas desde que nos conocemos, hemos hecho ocho películas juntos y nunca he tenido la oportunidad de conocer a un artista ni cineasta con la lealtad que tú le tienes a tu cine. Nunca te has traicionado. He aprendido tanto de ti. Ha habido lecciones extraordinarias para lo que hago, como abandonarme”, ha asegurado Banderas, que está convencido de que tenia que encontrarse con el cineasta manchego “para llegar hasta aquí. Los mejores trabajos los he hecho contigo. Tú me has entendido mejor que nadie, espero que sigamos trabajando en el futuro”.
También se ha acordado sobre el escenario de sus compañeros de reparto, Julieta Serrano, “que ha sido mi madre en tres ocasiones y las tres con Almodóvar, es mi madre almodovariana” Leonardo Sbaraglia y Asier Etxeandía “por su trato de compañero”.
Es el primer galardón de su carrera en competición, ya que la Academia le reconoció con el Goya de Honor en 2015. “Hoy, día 25 de enero, se cumplen tres años desde que sufrí una ataque al corazón y me habéis premiado para celebrar este cumpleaños. No solo estoy vivo sino que me siento vivo”, ha asegurado Banderas, que ha recibido la estatuilla de mano de los actores Javier Gutiérrez, Juan Diego, Óscar Jaenada y Manolo Solo.