Forma parte de la actividad ‘Museo para adultos’ de este sábado, día 24, y estará a cargo del doctor en Ciencias Biológicas, Enrique Burunat Gutiérrez
Tenerife – 22/02/2018. El Museo de la Ciencia y el Cosmos celebra este sábado, día 24, de 20,00 a 21,30 horas, una nueva sesión de la actividad Museo para adultos que, en horario nocturno, ofrece cada mes propuestas únicas y sugerentes para este tipo de público (mayores de 16 años). En esta ocasión se trata de un espectáculo que bajo el título ‘El amor’ abordará los entresijos del mismo y su relación con la evoluciónhumana. El encargado de esta actividad, que incluye la celebración de mini-shows científicos y la oferta gastronómica de ‘Setevalaolla’, será el doctor en Ciencias Biológicas y profesor de la Universidad de La Laguna, Enrique Burunat Gutiérrez.
Disertará sobre cómo el amor es una función que ha creado la vida y la evolución para perpetuarse. Es otra función vital, como comer, respirar o volar, pero tan eficaz que puede afirmarse que es la responsable del surgimiento y evolución de nuestra especie. Probablemente, no haya habido en los últimos millones de años nada en el proceso evolutivo con tanta fuerza y repercusión en la difusión de la vida como el amor humano.
La evolución biológica seleccionó el amor en los humanos como el factor esencial para la supervivencia de las crías, nacidas indefensas y con un desarrollo cada vez más lento a lo largo del último millón de años. Al mismo tiempo, el amor promovió la aparición de un protolenguaje que surgió en la relación materno-filial y que fue, probablemente, común a toda la incipiente humanidad. Ese lenguaje evolucionó posteriormente hacia el actual lenguaje verbal en nuestra propia especie. El amor es la causa de la humanidad.
La evolución humana se suele explicar en función de factores como la marcha erguida, la liberación de las manos, la construcción de herramientas, o impulsada por conductas como la lucha o la caza, de aparente superioridad masculina. Sin embargo, en la conferencia se resaltará el papel del amor, y también de la mujer, en la evolución.
Esa interpretación del amor como el factor esencial y diferencial de la evolución humana posibilita una mejor comprensión de los términos y conceptos usualmente asociados a la palabra «amor». La amplia terminología amorosa relacionada con las intensas emociones, sensaciones y sentimientos asociados al amor ha contribuido a la progresiva dificultad para definirlo como lo que es: una función mental específica.
Al entender el papel del amor en la evolución de la especie humana y del propio individuo, se empiezan a entender algunas peculiaridades humanas que todavía carecen de explicación convincente, desde la existencia de un prolongado período de infancia y niñez tras el destete, inexistente en los primates más próximos, hasta la mayor longevidad de la mujer respecto al hombre. También ayuda a entender mejor el origen de procesos implicados, o desencadenantes, en muchas enfermedades mentales y de muchas circunstancias sociales indeseables que, como el maltrato, pueden afectar enormemente a las personas y a las relaciones humanas.
Enrique Burunat Gutiérrez es doctor en Ciencias Biológicas y profesor de la Universidad de La Laguna desde 1979. Actualmente es profesor titular de Psicobiología de la Facultad de Ciencias de la Salud (Sección de Psicología y Logopedia). Ha sido profesor de varios grados y postgrados, donde también ha ocupado diferentes cargos de gestión. Fue promotor de la asignatura de Neuropedagogía en el Plan de Estudios de Pedagogía de 1994. También ha sido tutor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.
Además, es miembro de varias sociedades de neurociencias y ha colaborado en más de veinte proyectos de investigación. Es autor y coautor de unos cincuenta artículos y contribuciones a congresos, así como de varios libros, el último, titulado Amor y origen de la Humanidad, de 2014. En su labor investigadora ha utilizado diversas tecnologías y ha colaborado con profesionales de varios centros, especialmente del Instituto de Astrofísica de Canarias. Desde la perspectiva de la Neurociencia ha tratado aspectos de la percepción, el control del movimiento, la sustitución sensorial, el aprendizaje, la emoción y la motivación, el fenómeno placebo y las adicciones, entre otros.
Los grupos de investigación de los que ha formado parte han merecido, entre otras distinciones, el Premio Nacional de Investigación Científica Farmacológica, otorgado por la Fundación Farmacéutica Avenzoar de Sevilla en 1987, y el Premio de Investigación sobre Accesibilidad, otorgado por el Gobierno de Canarias en 2004.