Se trata de un trabajo del astrofísico insular, Oswaldo González
Tenerife – 05/10/2018. El Museo de la Ciencia y el Cosmos del Cabildo, presenta una nueva edición de su sección digital Cosmocrónicas. Se trata de un trabajo de astrofísico y responsable de Didáctica del Museo de la Ciencia y el Cosmos, Oswaldo González, que ha abordado este verano la Comisión Europea, con el planteamiento de eliminar el cambio horario que se realiza desde la década de los 70 y dejar un horario fijo. Ello permitirá que las personas se adapten de manera natural a la variación de la duración del día y la noche sin tener dos sobresaltos a los que acostumbrase cada año. Hace un planteamiento acerca de cuál de los dos será más conveniente: el de invierno o el de verano. Más información en la página de Museos de Tenerife www.museosdetenerife.org.
Esta sección del Museo de la Ciencia y el Cosmos de Museos de Tenerife se hace eco de cuestiones relacionadas con el Universo, la Astronomía y la Astronáutica, tanto históricas como actuales. Especialmente, intenta explicar, de manera sencilla y práctica, los fenómenos astronómicos más cotidianos y del momento, algunos de ellos observables por todos a simple vista o con pequeños instrumentos, dando las indicaciones adecuadas para su perfecta y amena observación.
En el documento explica que, en la elección de uno u otro horario se hará por motivos de salud, horario escolar, turnos laborales, o simplemente porque al no afectar ninguno de los motivos anteriores y no tener que madrugar, los ciudadanos preferirán que la tarde se prolongue lo máximo posible ¿o no? En este artículo, solo hablaremos del aspecto astronómico de este cambio horario.
Oswaldo González indica en su artículo que, un día es, simplemente, el tiempo que transcurre entre que sale el primer rayo de Sol (en un cielo despejado y con un horizonte sin obstáculos) hasta que se observa el último rayo de Sol. En los equinoccios de primavera y otoño, en cualquier parte del mundo (a excepción de los polos) el día dura 12 horas y la noche otras 12 horas.
Debido a la inclinación del eje de rotación terrestre, a medida que el planeta se desplaza alrededor del Sol, éste ilumina de forma diferente, es decir, se producen las estaciones. Una consecuencia de esto es que la duración del día es mayor en verano que en invierno. A lo largo de un año, la diferencia de duración del día entre el verano y el invierno aumenta más, a medida que nos alejamos del ecuador. Por ejemplo, en Canarias, el día dura unas 10 horas en invierno, y en verano unas 14 horas aproximadamente.
Estás cuatro horas de más se distribuyen de forma aproximadamente igual por la mañana que por la tarde, por lo que las mañanas crecen dos horas y las tardes otras dos. Con el cambio horario que se está realizando a finales de marzo y a finales de octubre, lo que se consigue es que la hora de salida del Sol esté dentro de una franja de una hora, a costa de que la puesta se realice en una franja de tres horas a lo largo del año. Por eso, el Sol siempre sale entre las 07,00 y las 08,00 horas y en cambio, se oculta entre las 18,00 (en diciembre) y las 21,00 horas (en julio).