El presidente de Audiovisual Plural de Canarias, Luis Roca, ha sido condenado este jueves por un delito leve de maltrato de obra por el titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Las Palmas de Gran Canaria después de que el pasado viernes golpeara en la cara a Cristina Andreu, miembro del jurado del Festival Internacional de Cine de esta ciudad, según informa Tiempodecanarias.com
En virtud de esta condena, que es firme porque ha sido de conformidad, Roca tendrá que pagar una multa de 300 euros e indemnizar con 30 euros a la agredida, también presidenta de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios de Comunicación (CIMA), por las molestias que le ocasionó el golpe recibido.
El Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria denunció públicamente el domingo en un comunicado que la cineasta Cristina Andreu y la guionista Virginia Yagüe estaban sentadas la noche anterior en un restaurante del paseo de Las Canteras, cuyas cámaras de seguridad grabaron lo ocurrido, cuando la productora M. de S. A. se acercó y las fotografió con su teléfono móvil al tiempo que profería insultos contra la denunciante, a la que luego golpeó con la mano en la cara e insultó también Luis Roca Arencibia.
Tras el juicio rápido celebrado en la Ciudad de la Justicia de Las Palmas de Gran Canaria, la agredida, Cristina Andreu, ha asegurado a los periodistas que «ni conocía de antes» ni medió palabra alguna antes de que le golpeara con el condenado, quien coordinó entre 2000 y 2009 la sección Foro Canario del certamen de cine de la ciudad. La presidenta de CIMA, que no ha declarado ante el juez, se ha ratificado en su denuncia y no ha considerado necesario recurrir a dos testigos presenciales, que estaban dispuestos a declarar en su favor, ya que han sido los letrados los que se han encargado de alcanzar un acuerdo con la Fiscalía.
Abreu ha relacionado su agresión con las rencillas personales y profesionales que la mujer del condenado, la productora Marta de Santa Ana, pudiera tener con la dirección de CIMA, a la que representó en su día en Canarias. Así, la denunciante ha asegurado que cuando De Santa Ana «era delegada de CIMA Canarias, instituciones públicas y privadas» hicieron llegar sus quejas a la dirección de la entidad por las «amenazas» que, según aseguraban, recibían de su representante en las islas.
Fue por este motivo por el que se le invitó a dejar de representar a CIMA, asociación de la que terminó marchándose, ha referido. Cristina Abreu ha manifestado que en los dos últimos años ha viajado cinco veces a Las Palmas de Gran Canaria porque ha estado «muy preocupada por las socias de CIMA en Canarias». «Para mí era muy importante que se sintieran seguras. CIMA está luchando muchísimo por la igualdad y no quería que hubiera ningún malentendido. Son sus socias las que tienen que hablar con las instituciones», ha aseverado. Abreu ha estimado que el condenado ha reconocido los hechos «porque no le quedaba más remedio» y ha recalcado que no ha percibido en él ni la más mínima intención de pedirle perdón por lo ocurrido.