El volcán de La Palma deja de expulsar lava y humo


  • Las posibles causas son que ha entrado en una fase de recarga del magma o se ha producido un tapón en el conducto

Las emisiones de lava y humo del volcán en Cumbre Vieja, en La Palma, han cesado en la mañana de este lunes, según adelanta la Cadena SER y se hace eco Tiempodecanarias.com

Según las primeras valoraciones, tres pueden ser las causas de esta inactividad: la erupción volcánica ha finalizado, el volcán ha entrado en una fase de recarga del magma o se ha producido un tapón en el conducto de salida.

Por otro lado, el avance de la colada se ha ralentizado al toparse con la montaña del barrio de Todoque, según informó el Cabildo palmero, por lo que su llegada al mar, que estaba prevista para la mañana de este lunes, aún no se ha producido. No obstante, el río de lava se encuentra actualmente a menos de un kilómetro de la costa de la Isla. En las próximas horas se van a realizar vuelos técnicos de reconocimiento para comprobar su evolución.

La Corporación insular advierte de que aún continúan afectadas varias carreteras y pide a la población precaución por la lluvia de cenizas. Asimismo, la dirección del Plan de Prevención de Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) ordenó en la noche de este domingo confinar los barrios de San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y La Condesa, tras sobrepasar la lava el barrio de Todoque en su camino hacia la costa. El riesgo de que la lava alcance el mar en las próximas horas y genere gases tóxicos propició que se decretase el confinamiento de dichos barrios del municipio de Tazacorte.

El riesgo de que la lava alcance el mar en las próximas horas propició que se decretase el confinamiento de varios barrios de Tazacorte

El Instituto Volcanológico de Canarias ha explicado que, de llegar al mar, el contacto de la lava con el agua generaría una emanación de gases peligrosa para el ecosistema marino y para la salud de las personas en la zona. Según precisaron, el contacto de la lava con el mar produciría previsiblemente un choque térmico que generaría columnas (penachos) de vapor de agua cargados con ácido clorhídrico (HCl) a consecuencia del importante contenido de cloruro (Cl-) en el agua de mar.

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