Escandinavia se cura con clima canario


Por Míchel Jorge Millares //

Vintersol, en Arona, Svenska Re, en San Agustín y Casas Heddy, en Tías, ya forman parte de la historia del moderno turismo de salud, que surge y consolida en las islas desde mediados del siglo XX. A diferencia del turismo sanitario que se vivió a comienzos del mismo siglo, ya no se trata de los ‘invalids’ británicos con enfermedades respiratorias. Ahora son nórdicos que tienen capacidades limitadas, estrés, problemas musculares…

Si bien todas las islas reciben turismo escandinavo, Gran Canaria se ha consagrado como el principal destino de la población nórdica en el mundo. Además de una migración climática anual de la tercera edad hacia la isla, que se prolonga de octubre a marzo, esto ha provocado que un importante número de residentes extranjeros sean procedentes de esos países. Son notables las comunidades de suecos y noruegos, y en menor escala daneses y finlandeses, con sus iglesias (incluso una mezquita), colegios y clubes, impulsados por comunidades nórdicas se han consolidado en las islas, pero el caso de esto tres centros de salud es singular por el tipo de atención que ofrecen y porque conforman una actividad turística con unas necesidades específicas, que deberían servir de guía en la renovación del destino.

Tres personas son las protagonistas de estos tres casos en tres islas y momentos diferentes. Heddy Astrup tuvo la visión de construir un centro para la rehabilitación de niños discapacitados y sus familias en el clima saludable de Lanzarote, donde mejoraron su bienestar físico y mental, mientras recibían tratamientos de rehabilitación especializados. Desde su apertura en 1975, más de 60.000 clientes de Noruega y Europa se han beneficiado de los cuidados proporcionados por Casas Heddy, donde realizan tratamientos avanzados desde accidentes hasta derrames cerebrales; parálisis cerebral o la enfermedad de Parkinson, además de todo tipo de lesiones. Pero no es un hospital como conocemos. Es un concepto de cuidados que incluye salud, fitness y bienestar. Un Life Center.

Casas Heddy surge gracias a una noruega, Heddy Astrup, quien construyó en 1944 el primer lugar de acogida para personas asmáticas. En 1964 comenzó a buscar un lugar sin barreras arquitectónicas. Una parcela en Los Mojones, Tías, se convirtió en Casas Heddy, en 1974, gracias  al apoyo de un grupo de accionistas que invirtió más de 5 millones de coronas. En 1975 llegan los primeros clientes. Heddy falleció en 1978. En 1982 sólo hay 2 accionistas: Cruz Roja de Oslo y la Asosiación Også vi Kan, al 50%. En 1981, Cruz Roja de Oslo se hace con todas  las participaciones.

Otro nórdico declaraba: “Amo el sol y lo tomo hasta que es casi imposible levantar los brazos. Entonces mi asistente me ayuda y me coge en brazos metiéndome en el agua.  En unos minutos puedo moverme y empiezo a nadar. Los pies no los puedo mover pero con los brazos nado unos 300 metros hasta el muelle y vuelvo. Entonces mi asistente me ayuda a salir del agua, camino con su ayuda y con un bastón. Esta sensación que tengo de estar, hace media hora, en una silla de ruedas y ahora poder caminar no se puede describir… Nadie que esté sano puede imaginar lo que es… A estas horas las llamo Horas de Oro del día”. Fueron las palabras del primer turista sueco que se establece en Tenerife, afectado de esclerosis múltiple, Bengt Rylander, en 1958.

En 1957 había llegado al sur, a Los Cristianos, con el primer grupo de turistas suecos. Un grupo formado por personas afectadas por esclerosis múltiple en busca de un clima cálido que permitiera mejorar su calidad de vida y, si fuera posible, su salud. El resultado fue extraordinario e inmediato. Fruto de esta experiencia, la satisfacción con los resultados supuso el nacimiento del turismo en Arona y en el sur de Tenerife. Apenas cinco años más tarde se construye la Casa Sueca, residencia durante el invierno de los turistas nórdicos que disfrutaban de atención y rehabilitación. Pero la comunidad sueca había descubierto un paraíso de salud. Con esa convicción, surge por iniciativa de la Cruz Roja Sueca la Clínica Vintersol.

En Gran Canaria también surge otro caso singular. La misión de Svenska Re es «proporcionar rehabilitación orientada al trabajo, donde los participantes reciben las condiciones para mejorar la salud y recuperar la capacidad laboral de una manera sostenible a largo plazo». No te curan, sino que evitan que enfermes. Svenska Re se basa en «valores y en la investigación, la evidencia y la experiencia comprobada».

Svenska Re AB fue fundada en 1972, en San Agustín en el sur de Gran Canaria, es propiedad de la Swedish Re Association, formada por empresas y organizaciones suecas, que financian esta organización sin fines de lucro y el excedente se invierte en el desarrollo del negocio.

El clima cálido en combinación con el apoyo de los participantes de, entre otros, un fisioterapeuta, psicólogo y terapeuta ocupacional, lleva a que los participantes tengan buenas condiciones para regresar al trabajo más rápidamente.

Svenska Re nació gracias a Nils-Henrik Öberg, quien buscaba solucionar sus problemas de salud. Logró que la junta de la Asociación de Empleadores Suecos SAF fundara esta ‘clínica’. Curiosamente, la OMS acababa de publicar el estudio que mostraba que las enfermedades relacionadas con el estrés eran dos veces más causa de muerte en el trabajo que el cáncer. El estrés se era la enfermedad del director en ese momento. Öberg desarrolló el proyecto de una instalación para la rehabilitación de los ejecutivos que se construiría en San Agustín. Consiguió el apoyo del director financiero de SAF, Sven Jungholm, quien tenía un hijo que padecía enfermedades reumáticas y sabía lo que podía significar el clima.

Se encargó a expertos suecos un estudio sobre climas saludables en el mundo, que ratificó que el sur de Gran Canaria era muy adecuado. La legislación sueca también permitió recibir atención en el extranjero. Después de fundar Svenska Re, compraron 20 hectáreas en Rocas Rojas y alrededores. Comenzaron con un avión completamente cargado con personas interesadas que vinieron a conocer el proyecto que, en ese momento, eran solo dibujos y cal en el suelo. Franco gobernaba en España y el socialista Olof Palme en Suecia, lo que provocaba reticencias por parte de los sindicatos a las inversiones en un país dictatorial que aplicaba la pena de muerte y torturas a opositores políticos.

Heddy Astrup, Nils-Henrik Öberg y Bengt Rylander, son tres de los protagonistas de la historia canaria del mundo, del turismo, de una realidad que ya supera el medio siglo desde que Canarias se convirtió en el espacio de salud de los países escandinavos (por iniciativa de ellos). Primero vinieron los ‘invalids’ de Reino Unido, y después los nórdicos. ¿Por qué no nos creemos esta realidad de que tenemos uno de los climas más saludables en el mundo y aprovechamos la realidad para dar el servicio a este tipo de turismo de alto valor añadido?

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