- La nueva producción de Atlante Cultura & Teatro, dirigida por Miguel Ángel Maciel, se pone en escena el viernes 23 a las 20:00 horas.
- El texto pone de manifiesto asuntos como la lucha por la igualdad y la libertad, y actualiza el conflicto existencial entre arte y poder.
Dos personajes unidos para luchar por la igualdad y la libertad y contra una villana en los siglos XVII y XVIII, Calderón como inspiración y el teatro como pasión. Son los ingredientes de ‘Auto de fe… entre bambalinas’, la nueva producción de Atlante Cultura & Teatro, que se lleva a escena por primera vez este viernes 23 de septiembre, a las 20:00 horas, en el Teatro Guiniguada. Un texto de Patricia Zangaro en el que Miguel Ángel Maciel dirige a tres actores. Las entradas están disponibles en la web y en la taquilla del Teatro que gestiona el Gobierno autónomo en la capital grancanaria.
La historia parte de Don Pedrito, un famoso actor español especializado en los versos de Calderón de La Barca, repudiado en su patria y en su familia por ser homosexual. Con su pasión por el teatro y sus ansias de amar en libertad, transportará al público desde finales del siglo XVII -en medio de las Colonias Españolas en América- hasta épocas del Siglo de Oro. Allí conocerá a Ana, una joven oriunda, eterna aspirante a actriz. Juntos se sobrepondrán, con el teatro como refugio, al poder de Doña Mercedes -la figura suprema de la compañía-, a la miseria, al hambre y a la desigualdad imperante en el Virreinato.
Los responsables de hacer llegar la historia al público son tres grandes profesionales de la escena canaria: Toni Báez (Don Pedrito), Alicia Ramos (Ana) y Griselda Ponce (Doña Mercedes), dirigidos por otra destacada figura del teatro en las islas: Miguel Ángel Maciel. La música en directo es otro de los atractivos de este estreno absoluto y estará a cargo de Ximo Martínez (percusión), Jorge Rubiales (cuerdas barrocas) y Belén Castellano (violín barroco).
El valor del texto
Dos lecturas se establecen en esta obra escrita en 1996 por la autora internacionalmente premiada Patricia Zangaro. Por un lado, la amistad entre Pedro y Ana, así como el amor apasionado de Pedro por su minero poeta y sublevado, que le costará la propia vida, pero representando para él su propia existencia, asumiendo las consecuencias hasta el final. Y, por otro, la historia que se teje entre bambalinas, que es la del teatro en la época de las Colonias, su poética, el Barroco, el lugar social de las actrices y los actores, su relación con el poder y el rol determinado que cada uno tiene en esa otra vida que se finge.
Así, el espectador se encuentra con un tema que no deja de tener actualidad: el conflicto entre arte y poder, o hasta qué punto las personas son capaces de mantener sus ideales cuando el poder les seduce con propuestas tentadoras. Las bambalinas, el espacio liminar entre realidad y ficción, es el lugar donde estos personajes juegan el drama, el de las tablas y el de la vida.
La pieza de Zangaro se apoya en los textos calderonianos y, en consecuencia, pone en escena el enfoque filosófico con que el autor español plasmó la naturaleza más profunda del hombre y de la realidad en la que estaba inmerso. En este sentido la obra propicia el de debate la divulgación para visibilizar la realidad de un colectivo a veces censurado (o autocensurado), perseguido, asesinado a lo largo del tiempo. Una dimensión personal en la que resalta, por un lado, la vida y la lucha poética de aquellos que lucharon y luchan desde su trinchera, la pluma, la escena; y por otro, el eterno esfuerzo de la mujer para hacerse un hueco en dicha lucha.