La Casa Real británica ha anunciado esta mañana el fallecimiento del Príncipe Felipe de Edimburgo, marido de la reina Isabel II de Inglaterra, a los 99 años de edad y tras 73 de matrimonio. Desde el año 2017 estaba retirado de la vida pública por motivos de salud.
«Su Majestad la Reina ha anunciado con profundo dolor el fallecimiento de su querido esposo, Su Alteza Real el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo. Su Alteza Real ha fallecido en paz esta mañana en el Castillo de Windsor«, ha comunicado en el día de hoy la familia real británica.
It is with deep sorrow that Her Majesty The Queen has announced the death of her beloved husband, His Royal Highness The Prince Philip, Duke of Edinburgh.
His Royal Highness passed away peacefully this morning at Windsor Castle. pic.twitter.com/XOIDQqlFPn— The Royal Family (@RoyalFamily) April 9, 2021
El Príncipe abandonó en marzo el hospital King Edward VII tras haber estado ingresado durante casi un mes, en el que fue intervenido por una «condición preexistente de corazón». Tanto Felipe como su esposa, Isabel II, recibieron en pasado mes de enero la vacuna contra la COVID-19. El último confinamiento decretado en Reino Unido lo pasaron en su residencia en el Castillo de Windsor, donde hoy ha fallecido, junto a un limitado grupo de empleados.
Desde Downing Street, el primer ministro Boris Johnson ha dedicado unas palabras al duque tras conocer la noticia del fallecimiento. «Ayudó a dirigir a la familia real y la monarquía para que siga siendo una institución indiscutiblemente vital para el equilibrio y la felicidad de nuestra vida nacional».
En la realeza desde 1952
El día 6 de febrero de 1952 su esposa Isabel, heredera al trono de Reino Unido, comenzó en reinado más longevo de la historia de las islas. Dicho día, el duque tuvo la difícil tarea de comunicar a su esposa tras cuatro años de matrimonio que su padre, el rey Jorge VI, había fallecido mientras dormía en su residencia en Sandringham. Ella entonces, se convertía en la nueva jefa de estado.
A su llegada al país procedente de Kenia, donde se encontraban en el momento del fallecimiento de su padre, les esperaba Winston Churchill, entonces primer ministro de Reino Unido. Empieza aquí un largo recorrido para consolidar la monarquía y adaptarla a los cambios que estarían por llegar con el paso de los años.
Junto a la reina Isabel II se convirtió en el consorte más longevo de la monarquía británica, y fruto de su matrimonio nacieron sus cuatro hijos: Carlos, Príncipe de Gales y heredero al trono; Ana, princesa real; Andrés, duque de York; y Eduardo, conde de Wessex.