· La sesión será mañana, jueves 23, en el Aguere Cultural de La Laguna (Tenerife), a las 20:00 horas
· Nominada al Óscar a ‘Mejor película de habla no inglesa’ en 1975 y ganadora de varios galardones, es una de las mejores del cineasta
Filmoteca Canaria ofrece mañana una de las mejores películas del cineasta Andrzej Wajda. Se trata de ‘La tierra de la gran promesa’, considerada como una de las obras cumbre del cine polaco por su genial narración y magnífica reconstrucción de la situación de vivía ese país en la década de los años 70. Entre los galardones que recibió el filme, se encuentran la nominación al premio Óscar en la categoría de ‘Mejor película de habla no inglesa’ (1975), así como la ‘Espiga de Oro a Mejor Película’ del Festival de Seminci (1975) y el ‘Hugo de Oro a Mejor Película’ del Festival de Chicago (1975). El filme podrá verse mañana, jueves 23, en el Aguere Cultural de La Laguna, en Tenerife, a las 20.00 horas, en versión original con subtítulos en español.
La proyección forma parte del ciclo que la entidad dependiente del Gobierno de Canarias está dedicando a Andrzej Wajda, con sesiones en versión original con subtítulos en castellano. Basada en la novela homónima del escritor Władysław Reymont, ‘La tierra de la gran promesa’ narra, a lo largo de 168 minutos, una historia situada a finales del siglo XIX en la ciudad polaca de Łódź, que se había convertido en el epicentro de la industria textil, con la consiguiente necesidad de mano de obra inmigrante. En este contexto, tres jóvenes estudiantes de Riga: un polaco católico (hijo de nobles terratenientes), un ambicioso judío y un alemán luterano, deciden abrir una fábrica en esa ciudad para hacer fortuna y, sin escrúpulos ni prejuicios, se lanzan a acumular dinero y poder.
La película se puede llegar a ver como un epítome de la situación de la Polonia del tiempo del estreno (los 70), donde el Sindicato Solidaridad (al que Wajda era afín) estaba en auge contra el poder establecido.
Andrzej Wajda
Wajda fue un cineasta comprometido con la libertad política, tras padecer en su adolescencia las penurias de la Segunda Guerra Mundial, donde combatió como miembro de la Resistencia. Tras la guerra, estudió pintura en la Academia de Bellas Artes de Cracovia antes de entrar en la Escuela Nacional de Cine en Łódź.
Recorrer su vida es asistir desde primera fila a la transformación de Polonia en un estado comunista, primero, y posteriormente a su conversión en una democracia parlamentaria. Pero hasta llegar ahí tuvo que aguantar la censura del régimen pro-soviético, algo que le llevó a ingresar en el sindicato católico ‘Solidaridad’ y a hacer suyos sus postulados.