Por Noé Ramón //
Jorge Fonte, autor del libro Historia de Disney dentro de la serie Eso No ESTABA en mi LIBRO de… publicado por la editorial Almuzara, incluye en la obra anécdotas desconocidas como la de un directivo de la compañía en España que estuvo a punto de ser despedido por un anuncio sobre el plátano canario. El motivo es que permitió que se utilizaran imágenes y la música del Libro de la Selva sin permiso de la compañía aunque finalmente no se tomó ninguna represalia dado que el efecto causado resultó ser una brutal promoción de la marca.
El libro fue presentado el pasado jueves en el TEA, acto donde Fonte relató que la obra abarca la totalidad de la historia de Walt Disney desde el nacimiento de su fundador hasta la actualidad a lo largo de más de 400 páginas, con lo que se convierte en una obra básica para conocer a esta factoría. El trabajo se centra en un espacio de tiempo de alrededor de un siglo en el que se han sucedido multitud de acontecimientos y de películas de acción real, dibujos animados o parques de atracciones que han hecho de Disney una marca internacional.
Otra importante relación con Canarias estaría plasmada en la escena más importante de la película 20.000 leguas de viaje submarino en la que aparece en una de las paredes del Nautilus un mapa antiguo de las islas. Justo cuando la nave es atacada por un calamar gigante se ve como se rompe el cristal del cuadro y éste cae al suelo.
Una de las novedades es la existencia desde los años treinta de una oficina dedicada a la compañía en España donde un directivo se ocupaba de todo lo referente a la venta y gestión de licencias de productos Disney. Esta parte del libro precisamente se refiere a las iniciativas y promociones llevadas a cabo por parte de este departamento, desde donde en la década de los setenta se dio el visto bueno al anuncio del plátano canario con música e imágenes de la mencionada película. Además, de no contar con permiso para su uso también se modificó la letra de la canción sin que tampoco los responsables de la compañía a nivel mundial lo autorizaran por lo que resulta aún más llamativo que al final optaran por simplemente darle un toque de atención al representante en España.
El uso de los derechos de autor, según Fonte, se hizo “un poco de extraperlo” lo que estaba radicalmente prohibido pero al final hicieron la vista gorda y se limitaron a advertir al directivo que tuviera cuidado con el uso de imágenes y de música, extremos que la compañía protegía con sumo cuidado.
También se repasa a algunos de los dibujantes de origen español, como Manuel González quien permaneció en la compañía durante casi tres décadas, a Sergio Pablos, supervisor de Tarzán o Raúl García que trabajó una década como animador en películas como Aladino, Rey León o Pocahontas. Igualmente se cita a Matías Marcos que desde España y Francia trabajó para Disney a través de su estudio llamado Lápiz Azul en Madrid.
Fonte ha centrado gran parte de su carrera como investigador desde el año dos mil a conocer todos los entresijos del mundo Disney con lo cual esta última obra realizada durante un año y medio sirve en gran parte de recopilación de las cinco obras anteriores.
El autor anima a los apasionados de la marca a que adquieran una obra como ésta que considera “interesante” para todos aquellos a los que les guste el cine de animación, la historia del cine y de la factoría, de manera que se convierte en el regalo perfecto para estas fechas navideñas.
El libro desmiente leyendas urbanas que siempre han rodeado a la figura del fundador de Disney como que nació en España, cuando en realidad está demostrado que fue en Chicago. El error lo atribuye “a la obsesión que tenemos por españolizarlo todo y pensar que lo de nuestro país es lo mejor del mundo pero vamos que es absolutamente falso y así lo demuestro por medio de documentación, investigaciones y estudios serios, no suposiciones”, como por ejemplo su partida de nacimiento. “Nosotros ya tenemos suficientes españoles ilustres para inventarnos uno más. Ahí están Cervantes, Quevedo o Velázquez, así que no hace falta buscar donde no hay”, dice.
Otro tanto ocurre con la leyenda de que el cuerpo de Disney está criogenizado a la espera de que los avances médicos permitan devolverlo a la vida cuando en realidad fue incinerado y las cenizas permanecen en el panteón familiar del cementerio de Los Ángeles. Como prueba en el libro se incluye una fotografía del nicho.
El origen de esta falsedad parece situarse en que el fundador murió de una forma un tanto repentina a la edad de sesenta años, justo cuando la compañía emprendía ambiciosos proyectos de expansión, como el parque Disney World de Florida. Por ello, para tranquilizar a los accionistas se hizo circular este bulo con el fin de no arriesgar una promoción calificada de “monstruosa” y desactivar cualquier atisbo de inquietud entre los inversores. Otro motivo puede ser que aquella obra se basaba en un proyecto de ciudad futurista, de manera que la criogenización encajaba perfectamente con esa idea. Pero también ha sido una historia falsa.


