Con más de 200 películas en el cine y la televisión, Gérard Depardieu es uno de los actores franceses más conocidos en el mundo.
Entre su multitud de personajes, ha encarnado a grandes héroes de la literatura francesa, como Jean Valjean en «Los Miserables», Edmundo Dantés, protagonista de «El conde de Montecristo», y «Cyrano de Bergerac», de Jean-Paul Rappeneau, por el que obtuvo en 1990 el premio de interpretación masculina en Cannes y su segundo César.
Se distinguió además en «1900», de Bernardo Bertolucci, con Robert de Niro, «el último metro», de François Truffaut, «Danton», de Andrzej Wajda, «Traje de etiqueta», de Blier, y «El manantial de las colinas», de Claude Berri, entre otros.
Sin embargo, se volvió noticia esta semana por una denuncia interpuesta en su contra y que se suma a la larga lista de escándalos en el mundo del cine y el espectáculo que inició con el caso del productor estadounidense Harvey Weinstein en octubre de 2017.
Este lunes en el sur de Francia fue presentada una acusación que implica a Depardieu en los delitos de violación y agresión sexual. Según el diario Le Parisien, la demandante es «actriz y bailarina de unos veinte años», y afirmó que el actor «abusó sexualmente de ella dos veces» durante «un ensayo informal para una pieza de teatro», detalla el medio.
Los hechos motivo de denuncia habrían sucedido en el domicilio parisino de Depardieu, una mansión en el exclusivo distrito sexto de París, el martes 7 y el lunes 13 de agosto.
Por su parte, el actor «niega absolutamente toda agresión, toda violación», dijo a la AFP su abogado Hervé Temime. «Lamento el carácter público de este procedimiento que causa un grave perjuicio a Gérard Depardieu, del que estoy convencido se reconocerá la inocencia», añadió Temime, quien llamó a la «máxima moderación, en el respeto de los derechos de todas las partes».
Si bien Depardieu es un monstruo sagrado del cine francés, también es un hombre polémico, cuyas declaraciones y estilo de vida han estado salpicadas de escándalos. En 2005 golpeó a un paparazzi en Florencia, en 2011 decidió orinar en pleno vuelo entre París y Dublín y en 2012 volvió a protagonizar un altercado, esta vez con un automovilista en París.
A finales de 2012 anunció que «devolvía» su pasaporte al Estado francés porque consideraba que pagaba demasiados impuestos, para luego adquirir la nacionalidad rusa.
Por denuncias de esta clase, en Estados Unidos adquirió notoriedad el movimiento #MeToo, impulsado por feministas en el mundo del entretenimiento. En Francia la versión local es conocida como #Balancetonporc (Denuncia a tu cerdo).