‘Griffo’, el dibujante que encontró su particular burbuja vital y ahora vive a los pies del nuevo Volcán


  • Pocos saben que uno de los más destacados autores europeos de cómics reside desde los años noventa en El Paso

Por Noé Ramón //

Griffo eligió este seudónimo porque cuando comenzó a trabajar como dibujante de cómics un tanto subidos de tono, quería evitarle problemas a su familia, más bien tradicional. El nombre real de este ciudadano belga es Werner Goelen y está considerado uno de los más destacados autores europeos, responsable de una larga serie de obras que están catalogadas entre las más interesantes de este particular mundo en el que entró después de dedicarse a la publicidad.

         El dibujante reside desde la década de los noventa en la localidad palmera de El Paso donde ha encontrado su particular burbuja vital, con la suficiente distancia como para ver lo que ocurre en el mundo pero a la vez unido a la realidad a través de los avances tecnológicos. Su casa se sitúa a apenas un kilómetro del reciente volcán de Cumbre Vieja y por ello no es raro que haya sacado hasta dos toneladas de cenizas de sus cuidados jardines.

         Muy influido por el mundo de los guanches, sus ritos y mitología justo después de acabar uno de estos trabajos tuvo lugar la erupción y por ello aprovechó para incluir un anexo en blanco y negro en el que se reproducen algunas escenas vividas en aquellos turbulentos días. En esta historia introduce una de sus principales obsesiones: los viajes en el tiempo. En este caso el de un francés que en su vida anterior fue un guanche responsable de un error que le costó la vida a su tribu. Por ello vuelve al pasado para intentar repararlo, utilizando como instrumento la reencarnación pero a la inversa.

         A El Paso llegó este autor después de residir en Barcelona y en Las Palmas de Gran Canaria, en plena calle de Triana, de donde huyó horrorizado después de que atracaran a su familia en varias ocasiones. En la localidad palmera ha encontrado el paraíso perfecto para vivir y crear.      

         Griffo se siente especialmente orgulloso de una serie de historias llamadas SOS Bienestar que relata la distopía de una sociedad, aparentemente perfecta a cambio de que su población acepte estar controlada y no le importe vivir en una mentira casi perfectamente diseñada. “Los habitantes de este mundo tienen un chip insertado en su cuerpo que les hace ver el mundo de forma perfecta. Pero bueno, poco a poco se empiezan a descubrir las mentiras. El protagonista se enamora de una chica que es de la Resistencia, que le obliga a descubrir la realidad y le pone en contacto con los  demás revolucionarios que quieren hacer caer el sistema”.

         El guión es obra de otro afamado autor, Jean Van Hamme, con quien el diálogo durante el tiempo de la creación fue constante. SOS Bienestar vio la luz en 1983 y resultó ser una propuesta cargada de un alto contenido de crítica social que las editoriales consideraron demasiado pesimista pero que la juventud aceptó con los brazos abiertos En aquellos cómics ya se profetizaba el uso de las mascarillas y de tarjetas que contenían todos los datos de los ciudadanos. “Considero a Van Hamme un autor con gran intuición, casi profético” y de hecho en Francia se está preparando una serie televisiva sobre esta serie. Igualmente es uno de los mejores guionistas europeos, autor de la serie Thorgal que llegó a vender más de cuatrocientos mil ejemplares.

         En el mundo del cómic un dibujante tiene más valor en cuanto sea mayor el número de autores que confíen en ellos para dejar en sus manos las historias que elaboran. “No me gusta que me den el guión y ya está… prefiero que se haga una simbiosis”. Según pasan los años este autor se va decantando por relatos con un trasfondo social, seguramente como resultado de sus particulares ideas sobre los acontecimientos que se han vivido en el mundo durante los últimos años. Por ejemplo, cree que de la guerra de Ucrania se está ofreciendo un discurso que no es real, como es la de una supuesta victoria del país invadido.

         Su vocación por el dibujo tiene relación con la talla de diamantes a la que se dedicaba su familia y que eran tareas habituales, tanto entre la comunidad judía a la que pertenecía como en la ciudad de Amberes. Que sus familiares fueran artesanos facilitó que desde niño estuviera enfrascado en sus dibujos y siempre un recibiera el apoyo para que desarrollara su vocación.

         Tras acabar sus estudios de Bellas Artes en Amberes entró a formar parte de una comunidad de artistas en la que se hacían cómics y decorados de teatro o películas de dibujos animados. Los Países Bajos y Francia son las principales capitales de los cómics y por ello resultaba inevitable que alguien con su talento acabara acercándose a este círculo. Eran los principios de la década de los setenta y por lo tanto no es raro que aquel movimiento estuviera marcado por el underground y la crítica social.

         Su personaje y obra más conocida es la que tiene como protagonista a la figura de Giacomo C., que define como el “alter ego” de Casanova. Ambos personajes viven en la época de mayor esplendor de Venecia y protagonizan incontables lances amorosos, intrigas o peleas de espadas. Lo considera su trabajo más importante y de hecho llegó a realizar 15 volúmenes, lo que supone todo un logro si se tiene en cuenta que el mundo del cómic es muy competitivo y resulta normal que cada año se editen alrededor de 15.000 publicaciones.

         También ha trabajado sobre la obra de Marie Louise de la Ramée, una autora francesa que en plena revolución industrial escribió relatos sobre la pobreza que existía en aquel entonces en los Países Bajos. Finalmente se hizo una versión sobre su obra El Perro de Flandes, pese a las reticencias iniciales de las editoriales para quienes la historia estaba demasiado centrada en este país.

         Griffo no tiene una televisión en su casa porque es muy selectivo a la hora de informarse y sólo elige medios que le ofrecen una contrastada confianza. Por ejemplo, aquellos que hace años sacaron lo que entonces fue considerado una teoría de la conspiración y luego se demostró que era verdad. Inevitablemente la conversación se dirige hacia el covid-19 y las vacunas que considera “un producto experimental” y por ello se ha negado a vacunarse. “No les tengo confianza, soy una persona muy sana, no fumo, apenas bebo un vinito de vez en cuando y cuido mucho la comida”. Dice que no conoce a nadie que haya sufrido esta enfermedad pero que sin embargo son muchos los amigos que han padecido los efectos secundarios de la vacuna.

         A Griffo le llamó poderosamente la atención la estrecha relación que históricamente existió entre La Palma y Amberes, fruto del intercambio comercial de azúcar a cambio de obras de arte flamencas que se pueden ver en las iglesias palmeras. Esta fue otra de las razones que le impulsó a elegir la Isla como lugar de residencia después de haberla visitado por primera vez en el año 1989 con su esposa. Entonces descubrieron la vivienda en la que residen actualmente, que apenas eran unas ruinas y hoy ha convertido en el lugar perfecto para vivir y crear. “Me gusta especialmente la luz naranja cuando cae el sol. Tengo claro que no podría vivir en Europa otra vez con ese frío, falta de luz… nunca antes había trabajado tanto y tan a gusto como lo he hecho aquí”. Sin embargo, las autoridades parecen no haber reparado en su presencia, ni en la importancia de su obra y apenas en todos estos años ha existido una propuesta para realizar una campaña publicitaria en Santa Cruz de La Palma que nunca se concretó.

         A este autor le preocupa la relación entre los cómics y las películas que se ha ido decantando de forma progresiva a favor del séptimo arte, sobre todo por los superhéroes y el mundo del manga. El consejo que da a quienes quieran dedicarse a este mundo es que dibujen sin cesar, aunque advierte que el talento tampoco garantiza el éxito. Por ello, lo principal es ser “tenaz” y de hecho él ha podido dedicarse a vivir exclusivamente de este trabajo a partir de los cuarenta años, como consecuencia del duro trabajo previo. El reconocimiento y el éxito le ha acompañado desde el primer momento y ha conseguido mantener un importante nivel durante todo este tiempo en un mundo donde impera la competitividad y la sobreproducción de historietas.

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