El director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel (Barquisimeto, Venezuela, 1981) ha sido nombrado nuevo director musical de la prestigiosa Ópera de París, según ha anunciado la institución francesa en un comunicado del que se hace eco ABC.
Dudamel quiere traer su «ADN» a este templo de trescientos años, y su intención, por ello, es desarrollar proyectos educativos y «conectar» a la institución «con nuevos públicos», según reveló a la agencia AFP. En 2017, el maestro venezolano dirigió ‘La Bohème’, de Puccini, con la Orquesta de la Ópera de París, y aquello fue amor a primera vista. «Fue maravilloso, lo recuerdo como si fuera ayer. Fue mágico. Había una conexión, un respeto mutuo, un deseo de hacer las cosas bien», asegura el director general de la Ópera, Alexander Neef, en una entrevista con la mencionada agencia. De hecho, el nombre de Dudamel surgió de inmediato cuando Neef pidió consejo a los músicos para suceder a Philippe Jordan.
El nombramiento de Dudamel como director musical de la Ópera de París se produce en medio de la crisis sanitaria, y en un momento especialmente delicado para la cultura francesa, que sigue sufriendo las consecuencias económicas derivadas de la pandemia. En ese sentido, el venezolano confía en que suponga «el inicio de un capítulo importante, no solo para después de la pandemia, sino para conectar más con nuevas audiencias».
Dudamel compaginará su nuevo puesto en París con su papel al frente de la Filarmónica de Los Ángeles, que dirige desde 2009. El director de orquesta, que está casado con la actriz española María Valverde, vive ya a caballo entre Los Ángeles y Madrid, y considera que este nuevo puente París-LA es «maravilloso» y su doble función, lejos de ser un hándicap, «aporta estabilidad en el tiempo» y «un equilibrio entre dos familias». Igualmente, seguirá muy pendiente de todo lo relacionado con ‘El Sistema’, el proyecto de educación de música clásica popular fundado en 1975 por José Antonio Abreu en Venezuela y del cual Dudamel es uno de los representantes más ilustres.
Para Dudamel, su nombramiento en la Ópera de París, «un referente mundial», es una «alegría» porque «representa un ejemplo, una visión para estos jóvenes que sueñan no solo con la música sino con desarrollarse a través del arte». Su intención es invertir en proyectos educativos dentro de la institución, trabajando en estrecha colaboración con la Académie de l’Opéra de Paris, que desde 2015 forma a jóvenes. «Es muy importante que traiga mi ADN y lo comparta con un lugar que tiene tradición, excelencia y la posibilidad de un mayor desarrollo», dice el venezolano.
Aunque prefiere la cautela al hablar de futuros proyectos, Dudamel insiste en lo importante que es el trabajo en las «zonas de exclusión». «La música clásica está encerrada en lugares; nosotros, como instituciones artísticas, tenemos que pensar en cómo lograr que la gente se identifique con lugares como la Ópera. A menudo se espera que vengan hacia nosotros. Pero depende de nosotros ir hacia ellos», defiende