El sector cultural de Las Palmas de Gran Canaria ha alzado la voz contra el Ayuntamiento tras conocerse que el consistorio ha destinado más de 2 millones de euros a la contratación de conciertos en el Carnaval, incluyendo 880.000 euros para la actuación del cantante colombiano Maluma, según informa Atlantico Hoy.
La indignación ha llevado a gestores culturales, artistas y colectivos del sector a iniciar una recogida de firmas exigiendo transparencia y una distribución más equitativa del presupuesto municipal destinado a la cultura, pues mientras tanto ellos siguen “enfrentando contratos de escasa cuantía, demoras en los pagos y requisitos burocráticos que dificultan nuestra participación en la vida cultural de la ciudad”.
Según denuncian los profesionales del sector, año tras año festivales y proyectos culturales locales carecen de financiación suficiente, los espacios para la creación artística desaparecen y los artistas locales ven reducidas sus oportunidades de desarrollo. Mientras tanto, el Ayuntamiento apuesta por grandes espectáculos efímeros sin un plan estratégico claro para la cultura de la ciudad.
«No pedimos que se eliminen conciertos, pero sí exigimos que su gestión sea responsable, equitativa y acorde con la comunidad, los carnavaleros y carnavaleras, así como con los gestores culturales y el personal del sector en la ciudad», expresan en su comunicado en la plataforma de Osoigo.com, una herramienta online enfocada en hacer posible un diálogo eficaz entre instituciones políticas y la ciudadanía.
Además, señalan que la selección de los artistas corre a cargo de un director artístico que percibe un salario superior a 400.000 euros, lo que ha aumentado el malestar entre los profesionales del sector. «Esta selección millonaria debería estar siempre sujeta a las necesidades reales de la ciudadanía y a un criterio de excelencia”, reclaman, y que no se trate de un gasto desproporcionado sino de acuerdo a la realidad cultural.
Uno de los puntos que más preocupa a la comunidad cultural es la opacidad en la adjudicación de contratos. Han exigido al Ayuntamiento respuestas sobre el proceso de contratación de la productora encargada del concierto de Maluma, así como la publicación de una copia del contrato y un desglose detallado de los costes de producción, incluyendo facturas y honorarios.
Entre las preguntas planteadas al consistorio también se incluyen “¿Bajo qué criterios se han adjudicado los contratos para la producción del Carnaval? ¿Se han seguido los mismos principios de transparencia y fiscalización que se aplican a los pequeños y medianos agentes culturales? ¿Cómo se garantizará que las empresas y profesionales locales tengan acceso equitativo a los fondos destinados a la cultura?”
A colación de esta situación, el sector exige un modelo de gestión más justo, que contemple transparencia en el uso de los fondos públicos destinados a eventos culturales; un reparto equitativo de la inversión, beneficiando también a los artistas y gestores locales; supervisión de los criterios de selección de artistas en el Carnaval, así como un diálogo abierto con la comunidad cultural para definir las prioridades en la inversión cultural de la ciudad.
«La cultura de Las Palmas no puede reducirse a grandes espectáculos de un solo evento al año, mientras se descuida y precariza la base cultural que mantiene vivo el tejido artístico de la ciudad el resto del tiempo», concluyen los firmantes de la protesta.