Isabel Torón: “Hice las cosas por impulso y por deseo de colaborar, ese era mi ‘leitmotiv”


  • La cantante y docente recibe un homenaje el día 25 de septiembre en un concierto lírico a cargo de sus alumnos organizado por la Casa-Museo León y Castillo de Telde

Isabel Torón Macario lleva toda una vida como cantante y docente, y aún hoy continúa dando clases a numerosos alumnos. Algunos de ellos, antiguos y actuales, ofrecen un concierto lírico en su honor el día 25 de septiembre, pero Torón no quiere hablar de un homenaje, sino de un símbolo de agradecimiento. Reconoce que todo lo que hizo fue por impulso y por su deseo de colaborar en fomentar la cultura, y que ese fue su ‘leitmotiv’, lo que le ha llevado a recorrer casi todos los rincones de Gran Canaria predicando cultura y música desde la llegada de la democracia a España.

El concierto está organizado por la Casa-Museo León y Castillo en el Teatro Juan Ramón Jiménez de Telde, con entrada gratuita, para homenajear a esta mujer, hija del poeta Saulo Torón y de la soprano Isabel Macario, debido a su destacada labor en la creación, magisterio, interpretación, difusión y estudio de las músicas clásicas en Canarias.

Pero ella asegura que aunque lo agradece, no lo interpreta como un homenaje, porque “no he hecho nunca las cosas para recibir el agradecimiento, mi labor ha sido siempre de ayudar, enseñar y colaborar, y a lo mejor algo habré hecho que lo reconocen”. Agrega que en su casa siempre fueron poco dados a los reconocimientos públicos y recuerda que los que tuvo su padre en vida, siempre iba engañado, por la humildad que le caracterizaba. “Yo no lo tomo como un homenaje a mí, creo que es un acto familiar, por todo lo que mis padres aportaron a la ciudad”, agrega.

Nunca ha calculado cuántos alumnos ha tenido a lo largo de su labor docente, pero a grandes rasgos podrían rondar los 400 o 500, porque dio clases a integrantes de coros, a agrupaciones en los pueblos, en el Conservatorio de Música, en su casa de manera particular y también en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. “Es imposible saberlo, nunca me he parado a pensarlo”, reconoce.

Recuerda sus inicios como docente con Alfonso Armas Ayala, con quien colaboró en el marco del Plan Cultural del Cabildo de Gran Canaria a finales de los años 70 del pasado siglo. “Era un hombre con mucha visión, un hombre que sabía lo que sabía y también sabía hasta lo que no sabía”, rememora sobre él y agrega que quizás “descubrió en mí unas dotes pedagógicas y me llamó para cubrir ese vacío que él creía que yo podía llenar”.

Torón reconoce que disfruta enseñando y que ha sido enriquecedor, y que siempre que ha podido ha colaborado con quienes se lo han pedido. Y en ese sentido recuerda a sus padres, las colaboraciones de Saulo Torón con el barrio de La Isleta, y las de su madre, Isabel Macario, que cantó a beneficio de muchas causas. “En mi casa fuimos solidarios porque la cultura la pusimos al servicio de todo el mundo. Cuando alguien no tiene dinero aportas lo que tienes: la cultura, tu generosidad y tu ejemplo. Para mí es tan loable como quien daba 2 millones de pesetas para una causa, que también se agradece”, explica.

Y en este sentido recuerda que nunca hizo distinción entre los alumnos que podían pagarle y los que no. “He tenido alumnos encantadores que son miembros de mi familia”, asegura. Algunos de los numerosos alumnos que han pasado por sus clases participan en el concierto homenaje dirigido por el pianista Nauzet Mederos, entre ellos el barítono Luis García Santana, la sopranos Araceli Bossa y María Batista, los tenores Francisco Navarro y Juan Díaz, y la mezzosoprano María Luisa Yánez. El único que no es su alumnos, pero estará en el elenco, es el barítono Julián Padilla porque su abuelo cantaba en la época de su madre y porque ha sido alumno de un alumno suyo. “Lo ví nacer y el abuelo me vio nacer a mí”, explica, por ese motivo lo ha invitado.

Torón reconoce que Telde le trae gratos recuerdos, porque no solo vivió en el municipio, sino que tanto su padre como su madre eran teldenses. Pero también tiene un recuerdo muy especial, primero por sus alumnos y por su hermano, que ya no está, sino porque tuvo un alumno de Telde, Gustavo López, que falleció hace dos años y está convencida de que hubiese estado con ellos en este concierto.

Ama tanto su labor docente que, pese a haber pasado ya hace años su edad de jubilación, sigue en activo y dando clases en su casa, porque asegura que a cierta edad no puedes parar la actividad porque te quedas “gagá”. “Las clases me distraen porque hablo con ellos y tengo que bajar de generación”, explica al tiempo que agrega que nota mucho el cambio generacional y que aprecia un ambiente malo en la sociedad, de mucha cerrazón.

Y pese a que sigue dando clases, sí tiene claro que no quiere actuar y por eso no se subirá al escenario durante el concierto. Explica que la pandemia y la muerte de su hermano, Saulo Torón, le le han afectado. “Reconozco que la pérdida de mi hermano fue un cataclismo. Me he quedado desnuda, sola y con un vacío enorme”, asegura.

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