El dibujante, Javier Royo Espallargas Javiroyo acaba de viajar a Tenerife para participar en unas jornadas organizadas por la Fundación Canaria Cine + Cómics sobre el papel de la mujer en las viñetas, donde demostró que un hombre puede ser feminista y así se lo ha reconocido la Unesco y la asociación de mujeres progresistas. El autor se ha pronunciado sobre el caso del futbolista Dani Alves condenado por agresión sexual al que se le ofreció quedar en libertad si pagaba una fianza lo que para el dibujante supone lanzar un mensaje a la sociedad “tremendo y muy claro, si tienes pasta puedes violar”. 

El dibujante califica de “terrible” lo ocurrido en cuanto viene a demostrar que “la justicia no es igual para todos. No me parece normal que tengas más posibilidades de escapar de la cárcel por que eres rico, poder pagar una fianza y luego marcharte a tu casa a dormir”. En definitiva, Javiroyo sostiene que “no es lo mismo violar si eres rico o no. El mensaje que se ha lanzado a los jóvenes es tremendo y muy claro: si te lo puedes pagar entonces puedes violar”. Precisamente, este dibujante decidió involucrarse aún más en el mundo del feminismo cuando tuvo lugar la violación en grupo de La Manada, “porque me hervía la sangre al ver el tratamiento que le dieron a la víctima en algunos medios”. 

Javiroyo se ha codeado y trabajado con los mejores autores españoles en destacadas publicaciones, vinculado siempre a las cuestiones sociales, y en su caso especialmente el feminismo. También ha publicado varios libros como Laborachismo, Homus Machus, La Tortilla de Patatas o Dibujo Luego Pienso sobre la misma temática.

En la actualidad está involucrado en el proyecto El Estafador, cuya plantilla está formada al cincuenta por ciento por mujeres, “tenemos mucho cuidado para que haya voces femeninas dentro de la publicación, de que se escuchen en un mundo muy representado por hombres y se reconozca que hay autoras muy buenas que poco a poco se van incorporando”. Pero la diversidad de la redacción no es sólo de sexos sino también de edades porque abarca desde los 23 años a los sesenta. “La suerte es que contamos con todo un abanico de voces diferentes”. Royo considera que un hombre puede ser feminista aunque no lo sea “al cien por cien como le pasa también a muchas mujeres. “Ser feminista es algo continuo, algo que aprendes todos los días en las distintas situaciones a las que te enfrentas”.