José Sacristán ha recogido el Goya de Honor 2022 emocionado y con uno de sus inspirados discursos, que ha leído como si fuera un monólogo teatral.
«Me siento muy orgulloso de ser uno de los doce primeros números de esta noble y esforzada tropa», ha dicho el actor, recordando que fue uno de los miembros fundadores de la Academia del Cine Español.
Sacristán ha agradecido el premio a la familia del cine español: «Familia, amigos, compañeros, vecinos, gracias por vuestra cordialidad y compañía». Y también al público: «a todos esos hombres y mujeres que, cada año, y hace ya 60, bien en manojo o bien en ristra, me siguen comprando los ajos«.
Un discurso que ha estado trufado de referencias al campo y a su pueblo: «En el campo se sabe que hay un tiempo para labrar la tierra, uno para echar simiente y otro para recoger los frutos. Gracias a todos los que con su confianza en mi trabajo me permiten seguir arando, sembrando y cosechando frutos como este«, ha añadido.
Sacritán ha tenido palabras cariñosas para sus padres, el Venancio y la Nati, además de para su hermana Teresa: «cómo hiciste para tanta ternura en tus apenas 46 años». También ha dedicado el premio a sus hijos y a su mujer, Amparo. «Sin su amor ni su cuidado no me quedaría otra que echar el alto».
Sacristán ha sido introducido por la vicepresidenta de la Academia, Nora Navas, quien le ha presentado con títulos de sus películas más emblemáticas como Flor de otoño o Viaje a ninguna parte.
Uno de los grandes mitos del cine español
Sacristán, que fue uno de los fundadores de la Academia de Cine hace 36 años, dió sus primeros pasos en el teatro, en 1960. En el cine debutaría con la popular La familia y uno más (1965), de Fernando Palacios y en la década de los setenta participó en algunas de las comedias más representativas de la época (El arte de casarse, Sor Citroen o Cómo está el servicio).
Triunfaría con tarriesgados como Un hombre llamado Flor de Otoño (1978), de Pedro Olea; El diputado (1978), de Eloy de la Iglesia, y Asignatura pendiente (1977), de José Luis Garci.
Ha trabajado con los más grandes del cine español: Luis García Berlanga (La vaquilla, 1985, Todos a la cárcel, 1993), Mario Camus (La colmena, 1982), Pilar Miró (El pájaro de la felicidad, 1993), Javier Rebollo (El muerto y ser feliz, 2012), Carlos Vermut (Magical Girl, 2014) o Kike Maíllo (Toro, 2016). Y en Argentina rodó con Adolfo Aristarain dos de sus películas más aclamadas: Un lugar en el mundo (1992) y Martin (Hache) (1997).
Además de su carrera como actor, ha dirigido Soldados de plomo (1983), Cara de acelga (1987), donde también fue el responsable del guion junto a Carlos Pérez Merinero y Yo me bajo en la próxima, ¿y usted? (1992), adaptación de la obra de teatro de Adolfo Marsillach que también había protagonizado.
A lo largo de su carrera José Sacristán ha recibido numerosos premios, entre los que destacan el Goya al mejor actor por El muerto y ser feliz, 2012), dos Conchas de Plata del Festival de San Sebastián y el Feroz de Honor, además del Premio Nacional de Cinematografía, que recibió en septiembre de 2021 en el marco del Festival de San Sebastián.
A sus 84 años el actor se mantiene muy activo en cine, teatro y televisión. Entre sus trabajos más recientes figuran series como Alta mar o Velvet y películas con directores como Carlos Vermut, Isaki Lacuesta o Javier Rebollo. Y en teatro, ha estado desde 2018 con Señora de rojo sobre fondo gris de Delibes, y ahora prepara El hijo de la cómica, un homenaje a su gran amigo Fernando Fernán Gómez.