• Regreso a Macondo, la obra de Gabriel García Márquez, diez años después en una conferencia dialogada entre Juan Manuel García Ramos y Antonio Puente

El próximo martes 28 de mayo, a las 19.00 horas, el escritor y catedrático de Literatura Hispanoamericana Juan Manuel García Ramos y el escritor, periodista y crítico literario Antonio Puente abordarán la importante y extensa obra narrativa y periodística de Gabriel García Márquez, en la Biblioteca Pública del Estado, en Las Palmas de Gran Canaria.

Bajo el título Regreso a Macondo. La obra de Gabriel García Márquez, diez años después -en alusión a la década transcurrida desde su desaparición, el pasado 17 de abril-, y en el marco del también reciente Día del Libro, urdirán entre ambos una conferencia dialogada sobre la destacada obra del cronista y narrador colombiano, premio Nobel en 1982. García Ramos es autor del libro de investigación El imaginario de Gabriel García Márquez, y Antonio Puente es autor del ensayo Para llegar a García Márquez: Atando Gabos, en su libro El sol en el suelo.

Como observa Juan Manuel García Ramos, la obra de García Márquez tiene una importancia tal que según el Gran Mapa de la Traducción Mundial del Instituto Cervantes, el creador de Macondo es el autor en lengua española más traducido durante el siglo XXI, entre 2000 y 2021, superando, incluso, al Quijote, que, a partir de 1950, era el libro más traducido, aunque seguido muy de cerca por Cien años de soledad (1967), que ha terminado por alcanzar esa primera posición.

“Hoy día es una obligación conocer la obra literaria del colombiano y descifrar en qué consiste la originalidad que introduce en el decurso de la historia literaria escrita en español”, afirma el catedrático emérito de la Universidad de La Laguna, quien basará su intervención en dilucidar “cuáles fueron sus comienzos en la escritura y cuáles han sido los aciertos y quizá los errores cometidos a lo largo de esa carrera literaria”.

Para Antonio Puente, hay una compacta circularidad en la obra de García Márquez, que aglutina tanto a su narrativa como a su no menos literaria obra periodística, hasta componer, todos sus textos juntos, “un globo terráqueo de papel, bajo el nublado sol de Macondo”.

Es curioso que el autor de Cien años de soledad dedicara 50 justos a su ingente labor periodística (1948 – 1998) y otros 50 a la narrativa (1955 – 2004), hasta que, después de sus voluminosas memorias, Vivir para contarla, y de Memoria de mis putas tristes, su última novela publicada en vida, cayera, chocantemente, en la enfermedad del olvido”, explica Antonio Puente, quien basará su intervención en argumentar su condición de “cronista puro” de las pulsiones caribeñas y atlánticas. “Lo que él mismo dijo de la obra de los primeros conquistadores y cronistas de Indias, ‘Es la crónica rigurosa que, sin embargo, parece una aventura de la imaginación’, sirve para abordar su propia obra”, señala.