- La publicación pretende ofrecer al público una visión más amplia del artista catalán, premio Canarias de Bellas Artes 1992
La Casa de Colón acoge el día 24 de enero, a las 18:00 horas, la presentación del catálogo-libro de la exposición ‘Miró Mainou (1940-1955) El espíritu del paisaje’ el día, que hasta finales de mes podrá visitarse en el mencionado centro americanista. El documento recoge una visión más completa y contextualizada de la obra del artista catalán que se afincó en Canarias, y cuenta con una amplia selección de imágenes personales inéditas y recortes de prensa, aportados en su mayoría por la familia del pintor.
El acto, que será presidido por la consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Guacimara, Medina Pérez, contará también con la participación de Antonio S. Almeida Aguiar, comisario de la muestra con la que se conmemora el centenario del nacimiento de Baudilio Miró Mainou, una de las figuras más reconocidas de la abstracción paisajística en Gran Canaria. También participarán en la cita Oswaldo Guerra y Daniel Montesdeoca, quienes han escrito algunos contenidos de este catálogo.
La entrada será gratuita, aunque con aforo limitado y protocolo de entrada de acuerdo al Nivel 3 de alerta sanitaria, por lo que será solicitado certificado de vacunación o prueba diagnóstica negativa. La inscripción se puede realizar telemáticamente en www.casadecolon.com/actividades.
La tirada de la publicación consta de 250 ejemplares que serán puestos a la venta en la propia tienda de la Casa-Museo, con acceso libre desde la Plaza del Pilar Nuevo.
Recuperación del archivo familiar
El comisario de la exposición, Antonio Almeida, destaca la labor de recopilación de abundante material bibliográfico, documental y periodístico para la elaboración de esta obra. Igualmente pone en valor la colaboración prestada por la familia del pintor. “Hemos conseguido reunir unas 35 fotografías pertenecientes al álbum familiar que nos asoman a la esfera más íntima de Mainou”. Almeida ha querido resaltar al mismo tiempo el objetivo de esta edición. “Pretendíamos lograr que el público se llevase una visión más amplia de la obra de Mainou como artista, desde sus orígenes en el impresionismo catalán, hasta el expresionismo y la abstracción paisajística de su obra posterior”.
El catálogo se presenta estructurado en tres capítulos, cada uno de ellos realizado por un experto. En la primera parte, Daniel Montesdeoca expone una visión global de las escuelas paisajísticas catalanas que constituyeron la formación temprana del artista. El segundo capítulo, elaborado por el propio Antonio Almeida, acompaña al maestro desde sus inicios pictóricos en Cataluña, hasta su llegada a Gran Canaria, en plena posguerra. Por último, Oswaldo Guerra amplía la última etapa del pintor “para que el público no se quede solo con la obra de los primeros años que es en la que se centra principalmente la exposición”, apunta Antonio Almeida.
‘Exposición Miró Mainou (1940-1955) El espíritu del paisaje’
La Casa de Colón mantiene hasta el próximo día 30 de enero la exposición ‘Miró Mainou. El espíritu del paisaje (1940-1955)’. El centro museístico recoge en esta muestra las obras del periodo formativo del artista antes de su llegada a Gran Canaria (1940-1949), así como trabajos de los primeros años de estancia en la isla. Se puede visitar de forma gratuita, de lunes a viernes, de 10:00 a 21:00 horas; los sábados de 10:00 a 18:00 horas y los domingos y festivos de 10:00 a 15:00 horas.
La especial relevancia de esta muestra, tal y como destacó en su momento la consejera de Cultura, Guacimara Medina, es la posibilidad de contar con piezas inéditas del artista, pertenecientes a colecciones privadas, que se han podido ver por primera vez en Gran Canaria. De esta manera, el público tiene la posibilidad de acercarse a la mirada plástica del artista a través de los paisajes naturales de Gran Canaria y Cataluña, su tierra natal.
La exposición que acoge la Casa de Colón se articula en dos partes. Por un lado, en una de las salas se concentran una veintena de obras con la etapa de Mainou en su periodo de formación, en las que se reflejan sus vínculos con sus maestros y sus salidas a los Pirineos y al Mediterráneo de sus primeros años, entre 1940 y
1949. Ese mismo año llega por primera vez a Gran Canaria, donde se instala en la Villa de Moya, iniciando la exploración del paisaje en sus pinturas. La exposición finaliza con una breve mirada a la obra más conocida en Gran Canaria, entre los años 70 y 80. En esta comparación se puede observar su evolución como artista, al pasar de un paisaje de la representación de la realidad a uno más expresionista, casi abstracto.
‘Miró Mainou (1940-1955). El espíritu del paisaje’ reúne piezas, principalmente óleos sobre lienzo o tabla, provenientes de colecciones privadas, de los fondos de la Casa de Colón y de la colaboración con otras instituciones, como el Ayuntamiento de Moya y la Fundación Caja de Canarias, así como del archivo familiar Miró Mainou, que ha aportado fotografías.
Trayectoria de Miró Mainou
Baudilio Miró Mainou, pintor catalán nacido en la ciudad de Sabadell, llegó a Gran Canaria en 1949 acompañado de su mujer Carmina González, donde desarrolló su producción pictórica más importante.
Desde 1950 se introdujo en el ámbito cultural local, conociendo a los artistas más relevantes del momento: Manolo Millares, Felo Monzón, Juan Ismael, Tomás Gómez Bosch, Nicolás Massieu, entre otros. Este acercamiento le llevó a participar pronto en exposiciones individuales y colectivas, especialmente en la Galería Wiot. Aunque cultivó diversos géneros, sin duda el paisaje fue el más destacado por la crítica, siendo la mirada de Miró Mainou, para Luis Doreste Silva (1950) “una de las mejores retinas que hayan reconocido nuestro paisaje”, explica el comisario de la exposición, Antonio Almeida.
A pesar de que la principal producción artística de Miró Mainou en la isla es bien conocida y ha sido estudiada por la crítica de arte, la relevancia de su producción le llevó a conseguir el Premio Canarias de Bellas Artes en 1992, aunque los primeros años de formación han pasado casi desapercibidos.
Los orígenes pictóricos de Miró se sitúan en la Escola Industrial d’Arts i Oficis de Sabadell, así como en la influencia del paisajismo catalán de aquellos años, que seguía la estela de un impresionismo tardío, basado en la pintura ‘au plein air’, en contacto directo con la naturaleza. El estudio del paisaje le vendrá de la mano de los tres maestros que él mismo reconoció como inspiradores del conocimiento de la técnica pictórica: Vilatobà, Vila Arrufat y Vila Puig, Además de estos pintores, hubo otros referentes que guiaron su interés por el paisaje, como fueron Vázquez Díaz, Benjamín Palencia, Joaquín Mir, Isidre Nonell, Francesc Gimeno, entre otros.
Estas inquietudes artísticas iniciales fueron compartidas por un grupo de jóvenes sabadellenses, denominados el Cenacle (1940), que tenían en común las mismas inquietudes por el arte, y que en un primer momento fueron apoyados espiritualmente por Vilatobà.
Es en este contexto de actividad apasionada y de amistad juvenil cuando a partir de 1940-1942 Miró Mainou inicia el recorrido expositivo de su obra que lo acompañará por el resto de su vida y lo consagrará como uno de los grandes pintores del paisaje en Canarias.
Esta íntima relación que mantuvo durante toda su vida con la naturaleza le permitió captar nuevos aspectos del medio insular, lo que sin duda definió su posterior evolución, sostiene Almeida. Habrá que esperar a los inicios de los años ochenta para identificar un cambio sustancial en su obra, llegando a un expresionismo pictórico para algunos o a una naturaleza con clara vocación abstracta para otros.