- La muestra de los artistas Saro Hernández y José Rosales, comisariada por Tomás Pérez-Esaú, abre el día 4 de marzo y puede visitarse hasta el 2 de mayo
La Casa-Museo León y Castillo de Telde abre el día 4 de marzo, a las 10:00 horas, la exposición ‘Relámpagos’, un proyecto audiovisual y poético que nace de las creaciones del pintor José Rosales y de los textos poéticos de Saro Hernández, y que tiene a la isla de Lanzarote como eje principal.
Esta muestra, que está comisariada por Tomás Pérez-Esaú y cuenta con la colaboración de Gestión Art-e, puede visitarse en el citado museo teldense dependiente de la Consejería de Cultura del Cabildo grancanario, hasta el día 2 de mayo, de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas, con entrada gratuita y aforo limitado.
La idea de ‘Relámpagos’ surge de la relación que mantienen ambos con Lanzarote, una isla que está presente en sus obras a través del paisaje (aire, tierra, fuego y agua) como eje principal para la expresión de sus sensibilidades y su manera de conectar con el mundo que les ha tocado vivir. Ambos artistas llevan dos años trabajando en este proyecto, que se expone por primera vez en la Casa-Museo de Telde.
Esta novedosa exposición, que aúna pintura, vídeos, sonidos y literatura, juega con el espacio y con la luz. ‘Relámpagos’ es una puerta hacia un no-lugar donde la intuición se mueve libremente. El aislamiento es un posicionamiento a la hora de crear y mantener la subjetividad que distancia de lo mirado y escuchado, facilitando el tránsito a otras dimensiones que las presentan no representándolas.
La obra en blanco y negro del artista multidiscipliar teldense José Rosales, uno de los precursores de la videocreación y la video-instalación en Canarias como miembro del grupo 3TT, junto a los Haikus (un tipo de poesía japonesa) de Saro Hernández, es la puerta de entrada a una dimensión carente de perspectiva.
‘Relámpagos’ es una exposición que sumerge al visitante en un tiempo sin tiempo, es pretérito y futuro haciéndose presente. Es una cortina de signos y estímulos visuales y sonoros que nos adentra en el enunciado de la palabra no dicha e intuida. Todo un océano por descubrir por el visitante, con el objetivo de estimular su inconsciente.
Para el comisario de la exposición, Tomás Pérez-Esaú, “la naturaleza nos regala momentos de verdadera belleza sobrenatural a través de sus constantes manifestaciones meteorológicas. El rayo, por ejemplo, es espectacular pero, a la vez, es peligroso. El relámpago, en cambio, conserva su alto grado de aparatosidad pero nos mantiene a salvo”, apunta.
“Hernández y Rosales juegan, seguros y a salvo, en un tablero situado fuera de las coordenadas del tiempo en una suerte de acronía estética. Lanzarote, como espacio natural compartido, sirve de estímulo para ambas propuestas, la literaria y la plástica, al tiempo que trata de equilibrarlas y es, precisamente en ese delicado proceso que, como las cargas eléctricas, producen su resplandor”, detalla el comisario.