La concejal de cultura de Madrid no dimitirá de su cargo


La concejal delegada de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid, Celia Mayer, no dimitirá de su cargo, apoyada por la alcaldesa, Manuela Carmena, tras las peticiones de dimisión del PSOE -grupo que apoya el gobierno municipal de Ahora Madrid- el PP y Ciudadanos.

Celia Mayer ha comparecido hoy en la comisión extraordinaria de Cultura para dar explicaciones por la retirada sin aviso del monumento al alférez provisional, el del falangista José García Vara y una placa homenaje a ocho monjes carmelitas fusilados que se tuvo que reponer porque no incumplía la ley de memoria histórica.

Además, esta comparecencia se produce después de que la Cátedra Complutense «Memoria Histórica del siglo XX» renunciara a asesorar al Ayuntamiento de Madrid en su Plan Integral de Memoria por su «incapacidad» para garantizar una labor sosegada y profesional.

A esta polémica, se suma la provocada por la detención de los dos titiriteros acusados de un delito de enaltecimiento del terrorismo, que estuvieron varios días en prisión tras representar una obra dentro de la programación infantil de los carnavales de Madrid en la que se exhibía una pancarta con la frase «Gora Alka-Eta».

En la comisión de hoy por la retirada de los monumentos, ha pedido el cese de la concejala con especial dureza el grupo que apoya el gobierno de Manuela Carmena, el PSOE, cuya portavoz, Mar Espinar, ha recordado a la concejal que la Ley de Memoria buscaba «reparar el dolor» y no generar «revanchismo», y ha comparado su actuación con una «pataleta de una niña inmadura que pretende incumplir las reglas solo para reafirmarse frente a sus amigas».

Sin asumir error alguno en ningún momento de su intervención ante el resto de grupos, Celia Mayer ha calificado de insulto «machista» el comentario de Mar Espinar y ha mostrado su sorpresa porque su partido «le haga el juego al PP» en el debate sobre memoria histórica «en contra de lo que piensan sus propios votantes».

En una intervención muy técnica en la que ha introducido alusiones a recortes de periódicos, la delegada ha reconocido su intención de contratar a la Cátedra de Memoria Histórica, aunque el contrato -ha dicho- no se llegó a suscribir porque el 9 de febrero expiraba el convenio de ese organismo con la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

Ante las críticas de la oposición por saltarse los plazos del acuerdo plenario para crear un Plan de Memoria en cuatro meses y comenzar a eliminar vestigios por su cuenta, la delegada ha defendido que la obligación de todas las administraciones públicas es cumplir con la ley de Memoria Histórica y ha situado en la Junta de Gobierno, y no en el Pleno, la competencia para aplicar esos cambios.

Tras la renuncia de la Cátedra a elaborar el plan, el Ayuntamiento prevé introducir «más actores», elaborar un marco normativo y comenzar con los cambios de las calles desde una «óptica plural y diversa».

En declaraciones a los periodistas al finalizar la comisión, la delegada ha asegurado sentirse satisfecha de su intervención y ha dejado claro que no se plantea dar un paso atrás.

«No considero dimitir, tengo el apoyo de la alcaldesa y del grupo municipal», ha comentado Mayer, sobre quien hoy Manuela Carmena ha dicho en una entrevista en la Cadena Ser que es «una mujer inteligente» y es «la primera que no está satisfecha» de su gestión.

No obstante, la alcaldesa ha anunciado cambios en la estructura del área de Cultura y Deportes para «reforzar» la gestión de la delegada.

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