- El bailarín tinerfeño Daniel Abreu vuelve al Museo y Parque Arqueológico de Gáldar el día 27 de octubre, a las 20:30 horas
- La entrada es gratuita hasta completar aforo
Tras una toma de contacto en junio, la danza contemporánea vuelve a tomar prestado el poblado prehispánico de Cueva Pintada para hacer que cobre vida. La cita es el próximo día 27 de octubre, a las 20:30 horas. El coreógrafo y bailarín tinerfeño Daniel Abreu regresa al Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, en Gáldar, junto a la bailarina de su compañía Dácil González (Premio Nacional de Danza 2019) y la música de Elisa Tejedor. En escena, ‘El Arco’, la nueva obra de su compañía en la que realiza un ejercicio de abstracción de los cambios, del impulso o la fuerza que se necesita para cruzar líneas y llegar al otro lado. La entrada será libre hasta completar aforo.
Narrada a través de personajes y símbolos, ‘El Arco’ es un proyecto coreográfico creado por Daniel Abreu en 2021, a quien se le otorgoì el Premio Nacional de Danza en el año 2014 en la categoría de creación. Actualmente, dirige su propia compañía, con casi 20 años de trayectoria, algo que ha compaginado con la dirección artística de otros proyectos como la Compañía de Danza del Auditorio de Tenerife.
Para Daniel Abreu, la danza es “un arte efímero que nos pone en comunicación con nuestros ancestros”. Quizás por ello, la simbiosis de su obra ‘El Arco’, representada en el escenario del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, es casi espiritual. “‘El Arco’ fue concebida para representarse en teatros, pero en Gáldar se apropió de una nueva dimensión que me ayudó a entender más la obra. Parecía que el público que la vio allí el pasado mes de junio, pudo recoger aquel yacimiento con vida, como si esas figuras que danzaron fueran una prolongación de lo que allí se vivió siglos atrás”, explica el coreógrafo y bailarín tinerfeño.
La arqueología se ha ayudado de representaciones de danzas para entender cómo fueron nuestros ancestros. “La danza es un arte efímero, que pertenece al rito, la comunicación, el arte o incluso a lo terapéutico, y habla de un mundo, al menos de uno posible”, trata de describir Andreu. “La danza, a pesar de tener una vertiente académica y codificada, responde al cuerpo. Y es ahí donde se aúnan arqueología y danza, en la búsqueda de sentido de lo humano. La arqueología pone sobre la mesa el alma de las civilizaciones y la danza es el motor para ver el alma de cada uno de nosotros”.
La esencia de ‘El Arco’, la propuesta que pondrá en escena en el Museo y Parque Arqueológicotiene que ver, por tanto, con la idea de paso y para ello se sirve de la ayuda de la luz. “La obra es un juego de luces y sombras, de cuerpos que casi no se pueden ver, que se tocan y se separan, que se confunden y se vislumbran en muchas direcciones. Son figuras que narran una historia de cuidado, de amor adulto”, dice el bailarín. “Es una obra estética, y en el Museo de Cueva Pintada se remarca más aún. Estamos felices de volver, porque supone revisitar esa fuerza y magia del lugar, la obra y, como no, el maravilloso personal de Museo que lo hizo posible con tanto amor, profesionalidad y cuidado con el entorno y a nosotros”.
Trayectoria de Daniel Abreu
Bailarín y coreógrafo, nace en la isla de Tenerife donde comienza su curiosidad e interés por el movimiento físico y la expresión escénica. Además, durante su formación artística se licencia en Psicología, lo cual ha estado muy presente en sus trabajos coreográficos a través de una cuidada simbología poética.
Como intérprete, ha desarrollado su trabajo en distintas compañías y colectivos de danza y teatro del panorama nacional como ‘Provisional Danza’ y ‘Matarile Teatro’, y como creador, atesora una dilatada trayectoria creativa dibujada por más de sesenta producciones, que han podido verse en más de 40 países, donde han sido reconocidas por crítica, público y diversos galardones, situándola en una de las más destacadas agrupaciones de la actualidad dancística desde hace años.
Su proyecto de compañía surge casi imperceptiblemente en el año 2004, siendo el volumen de creaciones y de colaboraciones lo que dieron lugar al concepto de lo que hoy se conoce como ‘Compañía Daniel Abreu’.
Como consecuencia de todo este trabajo creativo, Daniel Abreu ha sido invitado a impartir diferentes talleres y cursos, en los que comparte su visión creativa y de herramientas técnicas corporales y de expresión.
En el año 2018 es nombrado director artístico de ‘Lava’, compañía de danza, residente en el Auditorio de Tenerife, para quien crea la galardonada obra ‘Abisal’.
Paralelamente continúa cercano a otras realidades creativas, como la de dirigir proyectos para otras agrupaciones y creadores como ‘Fattoria Vittadini’, ‘Zagreb Dance Company’, la Compañía ‘Nómadas’, ‘10 & 10 Danza’, ‘Proyecto Titoyaya’ y ‘Teatre Tanca Zawirowania’, entre otras.
En el año 2011 entra a formar parte del prestigioso grupo de artistas que conforman el programa europeo ‘Modul Dance’.
Entre el reconocimiento cosechado a lo largo de su trayectoria destacan el Premio Nacional de Danza 2014 en la categoría de creación, otorgado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte; el Premio a la Mejor Dirección en el INDIFESTIVAL de Santander 2010; el Premio del Jurado a la Coreografía en el XVIII Certamen Coreográfico de Madrid (2005); el Premio Fundación AISGE a un bailarín sobresaliente, para asistir al American Dance Festival (2005) recibido en el marco del XVIII Certamen Coreográfico de Madrid (2005) y la mención como Bailarín más Destacado del IV Certamen Coreográfico de Maspalomas (1999).
En el año 2018, su obra ‘La Desnudez’ recibe el Premio Max a la Mejor Coreografía, Mejor Espectáculo de Danza y Merjor Intérprete Masculino de Danza, y en el año 2019, su obra ‘Abisal’ recibe el Premio Réplica al Mejor Espectáculo de Danza, Mejor Banda Sonora y Mejor Vestuario para Leo Martínez.
En el año 2015 es nombrado Hijo Predilecto por el Ilustre Ayuntamiento de la Matanza de Acentejo (Tenerife).