La exposición ‘La memoria del bosque’, del Museo de la Naturaleza y el Hombre, cierra sus puertas este domingo


La exposición ‘La memoria del bosque’, del Museo de la Naturaleza y el Hombre, cierra sus puertas este domingo

Obra del artista Gabriel Roca, muestra en este centro del Cabildo diferentes trabajos gráficos elaborados con pinocha

Tenerife – 27/01/2017. El Museo de la Naturaleza y el Hombre del Cabildo acoge, hasta este domingo [día 29], la exposición ‘La memoria del bosque’, obra del artista Gabriel Roca. La misma presenta diferentes obras gráficas elaboradas con pinocha elaboradas en vidrio, papel y aluminio.

La muestra, que abrió sus puertas el pasado mes de diciembre, ofrece al visitante 12 piezas de vidrio con inserciones de hojas de pino, ‘Caligrafías’ de 8 metros de largo por 30 centímetros de alto, el mural ‘Coreografías’, que está compuesto por 9 papeles de 100×140 centímetros cada uno, con impresiones digitales de dibujos abstractos de pinocha; y otras 5 obras de vidrio con inserciones de arena negra enmarcadas en aluminio blanco ‘Arena Negra’, de 70×100 centímetros cada pieza.

A ambos lados de la sala hay dos espejos de pinocha, ‘Mirrors’, que son inserciones de pinocha en vidrio de 70×100 centímetros y una pieza de vidrio con inserciones de pinocha de 40×40 centímetros ‘Untitled’. En el suelo hay inserciones de hoja de pino en vidrio de 210×178 centímetros, ’Untitled’. Finalmente, en el exterior de la sala se encuentra el módulo de una miniatura de pinocha ‘Untitled’.

Cabe destacar que Gabriel Roca suele pasar por el bosque de La Esperanza, camino de su trabajo en El Teide y observa los montones que hacen los pinocheros. Un día decidió coger pinocha y comenzó los dibujos, en un gran cartón blanco en el suelo sobre el que trabaja con las manos y los pies. Y cuando decide que ya está terminado, lo fotografía y destruye el original.

La pinocha es un recurso natural que se ha aprovechado desde tiempos anteriores a la conquista. En la actualidad, el aprovechamiento de este recurso natural es testimonial, ya que su recolección no resulta rentable, al ser un trabajo duro y que requiere mucha mano de obra. Es más barato importar estiércol que obtenerlo de la pinocha. Año tras año, la pinocha se acumula en los pinares, empobreciendo el sotobosque y se convierte en un riesgo para la propagación de incendios forestales.

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