La guitarra flamenca, junto a un saxo y un timple, se unen a la magia de Paco de Lucía


Este sábado 24, en el Espacio La Granja, se ofrece el ‘Tributo al maestro’, con tres excelentes músicos acompañados de la bailaora Rocío Pozo

Una guitarra flamenca, junto a la melodía de un saxo y la magia del timple, se unen sobre el escenario para dar vida a la magia del gran Paco de Lucía. Será este sábado 24, a las 20.30 horas, en el tinerfeño Espacio de la Granja, de la mano de un trío de excepcionales músicos: Germán López, Gautama del Campo y Ezequiel Reina, junto a la bailaora Rocío Pozo, para rendir tributo a uno de los más emblemáticos guitarristas de todos los tiempos, el maestro de maestros, amante del mar, el viento y la arena de las islas.

Un concierto que nos acercará al mítico guitarrista fallecido hace seis años, reconocido como uno de los grandes nombres de la guitarra flamenca, y del que se valora especialmente la renovación que hizo del flamenco con la incorporación de percusionistas y la aproximación al jazz.

Las entradas para asistir a este atractivo espectáculo están disponibles en www.espaciolagranja.com, y en la taquilla de este escenario una hora antes del inicio del concierto, al precio de 10 euros. Un tributo que se ofrecerá también este jueves 22 en el grancanario Teatro Guiniguada, donde ya se han agotado las entradas.

A la hora de dar forma a este tributo, sus protagonistas recuerdan estas palabras que decía Paco de Lucía “cuando era niño no había libertad a la hora de componer. Había que repetir lo antiguo. La gente del Flamenco, consideraba un sacrilegio cualquier nota fuera de lo que estaba establecido. Yo siempre tuve la sensación de que había que respetar las tradiciones, pero no obedeciéndolas con una fe ciega. Tratando de exprimir tu época de estar en el momento en que vives, con todas las músicas que oyes, toda la evolución, y siempre, siempre, sin perder esa esencia, esa fuerza, esa personalidad que tiene el flamenco”.

En busca de la armonía, Paco de Lucía abrió el flamenco a otras músicas fuera de su ámbito (‘blues’, ‘jazz’) y por el camino dejó piezas legendarias como ‘Entre Dos Aguas’, pieza principal de este evento, en el que las cinco cuerdas del timple acompañarán a las seis cuerdas de la guitarra. “Todo cuanto puede expresarse con las seis cuerdas de la guitarra está en sus manos, que se animan con la emocionante hondura de la sensibilidad y la limpieza de la máxima honradez interpretativa”, señalan los artífices del tributo.

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