- La autora de ‘Vida’ participa en el taller de lectura dedicado a la escritora el día 22 de febrero, a las 19:00 horas, con entrada libre hasta completar aforo
El taller de lectura que repasa la obra literaria de la recordada Almudena Grandes es una oportunidad estupenda para explorar los nuevos valores que aúnan calidad literaria y nueva conciencia social sobre los peligros que acechan a la sociedad del siglo XXI. Es el caso de la joven escritora y periodista Nayra Bajo de Vera. Nacida en Barcelona con el cambio de siglo, ha crecido en Tenerife, donde está finalizando el grado de Periodismo. Sin cumplir los 23 años trae su primera novela bajo el brazo, ‘Vida’ (Distrito 93, 2020) y una profunda admiración por la escritora madrileña que desgranará en su intervención en la Casa-Museo Pérez Galdós, en la calle Cano de la capital grancanaria. La cita es el día 22 de febrero, a las 19:00 horas.
Dirigido por la escritora grancanaria Mayte Martín, el taller de lectura ‘Almudena Grandes’ es un nuevo espacio para repasar el legado literario y periodístico de la autora. Por eso, la charla con Nayra Bajo de Vera está precedida por la reunión de los miembros inscritos en el taller. A continuación, sobre las 19:00 horas, la convocatoria se abre al público en general para escuchar a la joven escritora, con entrada libre y gratuita hasta completar aforo.
Sobre ‘Vida’
Con sólo 17 años, la precoz escritora y periodista Nayra Bajo de Vera escribe ‘Vida’, tras pasar su primer año universitario estudiando en París. En ella, un hombre joven, deprimido y sin suerte en la vida, decide suicidarse. Desesperanzado y al borde de la muerte, una misteriosa organización lo salva. Sin darle detalles ni explicar su misión, afirman que él es clave para ayudar al mundo entero, por lo que decide colaborar con la organización sin tener claro cuál es su papel. Además, sin saberlo, acabará involucrando de manera irreversible a su encantadora vecina, una madre soltera de dos niñas. Como telón de fondo están las historias de Valentina, una imponente mujer con muchos secretos que ocultar, y de Paco y Alicia, un matrimonio que ha sido asolado por la ELA.
“Ahora, viéndolo con perspectiva, me alegro mucho de haberla publicado y lo veo como un paso enorme del que me siento orgullosa porque me ha traído oportunidades que no hubiera tenido de otra forma y, al mismo tiempo, me ha permitido conocer a muchas personas en el panorama literario”, valora la joven autora tinerfeña. “Diría que ver ‘Vida’ publicada ha sido y sigue siento un torbellino de emociones que, casi tres años más tarde, todavía me cuesta identificar”.
Escritura con conciencia social
A pesar de su juventud, Bajo de Vera no duda de que la escritura tiene un propósito que va más allá de la expresión personal. “Lo personal es y siempre ha sido político, y no hay nada más personal, más íntimo, que ese momento en el que te sientas contigo misma a escribir. Annie Ernaux dice que escribir es una actividad política, y yo no podría estar más de acuerdo. Almudena Grandes es un gran exponente de ello”.
En cuanto a la situación de precariedad a la que se enfrentan los jóvenes en estos tiempos, la autora tiene claras las prioridades de su propia generación. “Necesitamos una estabilidad que no nos garantiza el tener estudios universitarios, ni siquiera nos lo garantiza tener un trabajo, porque muchas veces nos pagan una miseria o nos pagan ‘con experiencia’. No es razonable que gran parte de la juventud no pueda independizarse hasta después de cumplir los 30”.
Sobre Nayra Bajo de Vera
Nayra Bajo de Vera nació en Barcelona en el año 2000. En 2007 se mudó a Tenerife, lugar de origen de su familia materna. Escribió pequeños relatos desde temprana edad, hasta que con diecisiete años empezó a escribir ‘Vida’ (Distrito 93, 2020), su primera novela, que finalizó un año después. En 2019 comenzó la carrera de Periodismo en la Universidad de La Laguna, año en que ganó el premio de la facultad al concurso de microrrelatos con temática de los derechos humanos. Además de la escritura, ha cultivado su gusto por la danza. Comenzó a recibir clases de baile moderno a los seis años, y más adelante experimentó también con hip hop, contemporáneo, funky y un poco de breakdance. A partir de 2018 comenzó a competir en danzas urbanas.