La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) celebra la sentencia absolutoria de la Audiencia Nacional que certifica la inocencia de su expresidente Eduardo Bautista y de los otros nueve imputados (Enrique Loras, Ricardo Azcoaga, José Luis Rodríguez Neri, Rafael Ramos, Celedonio Martín, María Antonia García Pombo, Eva Pilar García Pombo, Elena Vázquez y Leticia Rodríguez) en la causa por el presunto desvío de fondos de la entidad. La Fiscalía Anticorrupción solicitaba penas de dos a doce años y medio de prisión por delitos de apropiación indebida, administración desleal, falsedad de documento mercantil y asociación ilícita.
En esa línea, la SGAE, que decidió retirarse durante la instrucción del caso de las acusaciones penal y civil al considerar que no se había visto perjudicada por esos hechos, lamenta también profundamente el perjuicio sufrido por todos y cada uno de los acusados, así como el injusto descrédito al que durante estos diez años que ha durado el proceso se ha visto sometida tanto la SGAE como el resto de entidades de gestión por defender los derechos de sus autoras y autores. Más en un proceso de regeneración como el que, tras años de incertidumbre, actualmente atraviesa la entidad y con el que, solventada cualquier duda sobre su honradez e intachable actuación, desea volver a posicionarse como un importante eje de la Cultura en España y en el resto del mundo.
Tal y como se reconoce en la sentencia, todos los trabajos encargados por la SGAE a su filial digital, SDAE, y los acuerdos de ésta con la empresa Microgénesis, se “realizaron, se desarrollaron y se implementaron en la SGAE, y de hecho siguen siendo utilizados hoy en día”, por lo que la entidad considera que jamás se le ocasionó perjuicio alguno. Se añade, además, que los productos y servicios contratados, como TESEO o Portal Latino, eran absolutamente necesarios para el trabajo que realiza la entidad en beneficio de sus asociados y que se prestaron “real y efectivamente bajo unos precios usuales en el mercado”.
Por otro lado, a lo largo de sus 178 folios, la resolución de la Audiencia Nacional subraya que ni Eduardo Bautista ni los demás implicados actuaron “al margen de los órganos de dirección de la SGAE y la SDAE, o “extralimitándose en sus facultades, o de distracción o utilización del bien administrado para un fin distinto del establecido o convenido por los órganos sociales”, sino que, al contrario, se reconoce que todos “cumplían y ejecutaban” los acuerdos previamente conocidos, adoptados y aprobados por “los órganos competentes para ello”, dado que a sus miembros se informaba “cumplida y extensamente de todos los antecedentes necesarios para su información a la hora de tomar decisiones”. Así se deriva, de hecho, del contenido completo de las “extensas, rigurosas y minuciosas actas que se confeccionaban y en las que se hacía constar toda circunstancia relevante en la toma de consideración y acuerdo de las decisiones”. Se destaca, por último, la “inexistencia de falsificación de documento contable alguno por parte de los acusados”.
Así las cosas, la SGAE se congratula de esta decisión judicial que disipa cualquier rastro de corrupción o delito que desde que se inició este proceso en 2011 haya podido sobrevolar en torno a la entidad o algunos de sus miembros, y, a la vez, demanda la justa restitución de la honorabilidad de Eduardo Bautista, quien durante muchos años dirigió la gestión al frente de la SGAE y fue recientemente absuelto también del delito de administración desleal por la compra de los teatros Lope de Vega y Coliseum, y del resto de imputados, que durante todo este largo periodo de tiempo han sufrido un grave descrédito social, profesional y personal absolutamente inaceptable y muy difícil de restituir.
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