16 títulos, uno más que el año pasado, optan a este galardón
16 historias iberoamericanas, una más que el año pasado, han sido presentadas por las academias y los comités de selección de sus respectivos países para competir por ser nominadas al Goya a la Mejor Película Iberoamericana en la 35 edición de estos premios.
Argentina ha escogido Crímenes de familia, de Sebastián Schindel; y Bolivia trae Santa Clara, dirigida por Pedro Antonio Gutiérrez. De factura colombiana es El olvido que seremos, de Fernando Trueba, mientras que la apuesta costarricense es Ceniza negra, firmada por Sofía Quirós Ubeda. También aspiran al Goya el título cubano de Jorge Luis Sánchez, Buscando a Casal; el ecuatoriano Muerte en Berruecos. Crónicas de un magnicidio, de Caupolicán Ovalles; y el guatemalteco La llorona, de Jayro Bustamante.
México ha seleccionado Ya no estoy aquí, de Fernando Frías de la Parra; Paraguay Matar a un muerto, de Hugo Giménez; Portugal Mosquito, de João Nuno Pinto; República Dominicana Malpaso, de Héctor Manuel Valdez; Uruguay Alelí, de Leticia Jorge Romero; y Venezuela Blindado, de Carlos Daniel Malavé.
Las opciones al Goya iberoamericano se completan con tres películas documentales dirigidas por mujeres: la representante de Chile El agente topo, de Maite Alberdi; la panameña Panquiaco, de Ana Elena Tejera; y la representante de Perú Volver a ver, de Judith Vélez.
Estas 16 películas se proyectarán en la Academia del 13 de noviembre al 4 de diciembre, en el marco de las Actividades de la Fundación, en sesiones abiertas a académicos y público general.