La exposición, que puede visitarse en la SAC Sala de Arte Contemporáneo hasta el 8 de enero, reúne obras de artistas de la talla de Cindy Sherman o Walker Evans
La comisaria e investigadora tinerfeña Lola Barrena presenta en el marco de la XIV Bienal Internacional de Fotografía de Tenerife Fotonoviembre un ensayo sobre la fotografía (o sobre imágenes de apariencia fotográfica) a través de obras de artistas de la talla de Walker Evans, Cindy Sherman, Vik Muniz, Sophie Calle, Joan Fontcuberta, Mataparda, Teresa Arozena o Irving Penn. Este estudio sobre las imágenes entendidas como un lenguaje se muestra al público por medio de una exposición, una colectiva que -según Barrena- es “un compendio de posibilidades abiertas cuyo centro es la fotografía. La vi con paraguas y supuse que llovía. Ensayo verosímil sobre el reflejo, la interferencia y la fotografía es el título de esta propuesta que puede verse de manera gratuita en la SAC Sala de Arte Contemporáneo hasta el próximo 8 de enero. Fotonoviembre es una bienal que organiza el Cabildo a través del Centro de Fotografía Isla de Tenerife, adscrito a TEA Tenerife Espacio de las Artes.
“Concibo esta exposición como una de las posibles presentaciones de un campo de estudio en el que llevo muchísimo tiempo trabajando y que, de vez en cuanto, presento públicamente a través de charlas o encuentros críticos, incluso mi tesis doctoral. Por lo tanto, no es un conjunto de obras que se exponen bajo una premisa sino un trabajo de investigación sobre la fotografía, que en esta ocasión adquiere forma de exposición”, detalla Lola Barrena quien además explica que en este trabajo “el texto y la imagen están profundamente imbricados”.
La vi con paraguas y supuse que llovía es una de las nueve exposiciones que, bajo el epígrafe de Kénosis, conforman la Sección Oficial de Fotonoviembre. La muestra, que se puede visitar en esta sala del Gobierno de Canarias -institución patrocinadora de esta bienal- de lunes a viernes de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas, le ofrece al visitante la oportunidad de ver obras pertenecientes a la Colección Ordóñez-Falcón de Fotografía (COFF) y a la del Centro de Fotografía Isla de Tenerife. Sin embargo, y pese a que algunas de las imágenes exhibidas ya se habían mostrado con anterioridad en la Isla, Lola Barrena ha generado con ellas “un nuevo discurso, al que no habían sido sometidas hasta ahora”.
Esta visión que ofrece permite “analizarlas en sí mismas, exentas, rodeables y fuera de toda narración y supone dotarlas de un parámetro de independencia cuyo desenlace puede llevar a comprender las imágenes actuales como organismos externos a nuestra aprehensión”, explica la doctora en Historiadora del Arte. La exposición, que incluye también los trabajos de Berenice Abbott, Michael Kenna, Richard Prince, Alfred Stieglitz, Carma Casulá, Francesc Catalá-Roca, Frank Kalero y Enrique Sánchez, se encuentra dividida en cuatro “campos de estudio”: La presentación y la representación, La interpretación del documento de verdad, El fragmento extraído y La imagen icónica y la prolongación del discurso. En todos los casos- manifiesta Lola Barrena- “la premisa y la consecuencia es la interferencia de incertidumbre que se produce entre la imagen y su análisis”.
Otro de los temas que, vinculados a la imagen, se estudia esta muestra es la idea de su pertenencia y su percepción. Recuerda Barrena que en la historia de la fotografía “ha habido varios momentos que han cambiado la producción y, por lo tanto, la percepción sobre ésta. Así, actualmente podría decirse que se ha producido una tercera revolución”. “La primera estuvo marcada por la Kodak nº1 de 1888, que permitió que cualquier persona sin necesidad de conocimientos técnicos pudiera utilizar la cámara fotográfica; la segunda, sobrevenida en los primeros momentos de la fotografía digital, facilitó los procesos, los tiempos e incluso la gestualidad; y, por último ésta, la tercera, propiciada por las webs y las redes sociales, y por la utilización y perfección de la fotografía en términos de lengua público y de fotografías públicas, incluso cuando no los son”, explica la comisaria.
A este respecto señala que “la diferencia y la cuestión fundamental es que todas las fotografías se han vuelto públicas, que ya no pertenecen al ámbito de lo doméstico (álbumes, retratos) o de lo simbólico (museos, exposiciones y catálogos), ni de la publicidad (imágenes estándar) o a la información (periódicos, revistas), ni al campo científico (como muestra u observación), sino que ya, y nunca más será de otra manera, la fotografía pertenece, de verdad, a toda la humanidad, tanto en su producción como en su percepción y esto, sin duda, sí que es un cambio sustancial”. “Las fotografías, ahora públicas, participan de los relatos globales, se insertan en todas las dimensiones de la vida y son tomadas como generadoras de realidades. Sin embargo, no son en sí mismas, aunque la intención primigenia haya sido extraer un fragmento”, concluye.
Lola Barrena (Santa Cruz de Tenerife, 1977) es Doctora en Historia del Arte por la Universidad de La Laguna. Forma parte del grupo de investigación Estrategias de archivo para la fotografía, el arte y el turismo de la Universidad de La Laguna. Ha trabajado en el archivo fotográfico del Centro de Fotografía Isla de Tenerife (2001-2007), como coordinadora de la Colección Permanente de TEA Tenerife Espacio de las Artes y ha co-comisariado proyectos como Constelaciones de Walter Benjamin (en su adaptación a TEA tras ser producido por el Círculo de Bellas Artes de Madrid) o Estancias, residencias, presencias 2008-2013). En 2014 fue la directora artística del Festival Sitio. Artes en el espacio privado (iniciativa del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife).
Actualmente, trabaja en Solar. Acción Cultural Sociedad-Lugar-Arte, un proyecto de acción, reacción e investigación artística cuyo objetivo es fomentar la creación y el intercambio de conocimientos, así como generar nuevos diálogos entre la ciudadanía y el arte mediante la inclusión de lo simbólico en el urbanismo. En paralelo a su actividad actual, su tesis, centrada en los modelos contemporáneos de difusión de la fotografía, le ha permitido seguir investigando este medio de manera profunda a través de su participación en congresos, artículos y publicaciones.
Fotonoviembre, que puede visitarse en parte hasta finales de febrero, es una gran muestra en la que se integran, bajo el denominador común de la imagen, distintos aspectos relacionados con el arte contemporáneo, las nuevas tecnologías, el patrimonio fotográfico, la creación personal y la evolución del propio medio. Esta bienal se celebra en Tenerife cada dos años desde 1991 y se ha convertido en uno de los impulsores de la imagen fotográfica tanto en Canarias como en el exterior. En esta nueva edición, que se presenta bajo el epígrafe de Kénosis, se invita a reflexionar sobre la imagen, sobre sus múltiples significados, lecturas o interpretaciones.