Los responsables de los medios de comunicación que inauguraron el pasado día 10 el XVII Congreso de Periodismo Digital de Huesca consideran que el futuro de la prensa se orienta al mundo de lo digital, pero consideran al tiempo que el rigor, la credibilidad y la honestidad son el eje esencial de la profesión.
Éste es el mensaje que ha lanzado hoy a los asistentes el director de El Mundo, David Jiménez, que ha pronunciado un discurso inaugural para defender que las redacciones deben posibilitar un «matrimonio» entre tecnología y periodismo que, según ha subrayado, «es ya para toda la vida».
Jiménez ha destacado que la continua «migración» de lectores de prensa hacia los soportes digitales obliga a los medios de comunicación a innovar y a someterse a un continuo proceso de adaptación a las nuevas tecnologías.
Ha advertido, sin embargo, que los elementos que conforman el «mejor periodismo», entre los que ha citado el rigor, la honestidad y la credibilidad, no cambiarán «por mucho que lo haga la tecnología».
Por esta razón, ha incidido en la necesidad de buscar la forma de mantener las reglas del «buen periodismo» en las redacciones, independientemente del soporte en que se traslade el producto al lector.
A su juicio, «mientras se incorporan ingenieros y desarrolladores a las redacciones, debemos reforzar los equipos de investigación para seguir cuestionando al poder, y mientras trabajamos la forma de contar más rápido la información, debemos de reforzar los controles de edición y comprobación para ser justos y rigurosos».
David Jiménez ha explicado que la mayor parte de los periodistas se han adaptado a la revolución digital y que este proceso de cambio, que antes se veía como una «amenaza», se entiende ya como una oportunidad.
Él mismo, ha subrayado, aunque se sumó años atrás a la «resistencia» frente a este proceso, ha asumido ya el cambio vivido con la fe de un «converso».
Ha explicado que para El Mundo, el año 2015 ha sido un hito ya que por primera vez los ingresos de la publicidad digital han compensado la pérdida sufrida en el soporte tradicional en papel.
Tras subrayar que El Mundo «es un medio digital, aunque tenga una edición impresa», el periodista ha destacado que la audiencia digital sigue optando por su diario para informarse.
En este escenario, ha añadido, los medios digitales nativos se han convertido ya en «formidables competidores», por lo que, en su opinión, la «marca ya no es garantía de supervivencia».
Esta competencia, ha añadido, ha resultado positiva para periódicos tradicionales como El Mundo al provocar un cambio de mentalidad que «no tiene ya vuelta de hoja».
En cualquier caso, ha subrayado, la supervivencia de los periódicos tradicionales «va a depender de su capacidad para elaborar contenidos originales y diferenciados».
En sus respectivas introducciones, el presidente de la Asociación de Prensa de Aragón, José Luis Trasobares, y la representante de la Federación de Asociaciones de Periodismo de España (FAPE), Elsa González, han incidido en la necesidad de combinar la tecnología con un periodismo veraz y riguroso, orientado, entre otras cuestiones, a «destapar la corrupción».
Elsa González ha lamentado la preponderancia en la actualidad de un periodismo de «declaraciones», y ha explicado que la búsqueda de «audiencias rápidas» lleva en ocasiones a «teatralizar y trivializar» la información.
Posteriormente, el periodista «freelance» Mikel Ayestarán ha recibido el Premio José Manuel Porquet por las crónicas multimedia elaboradas desde zonas de conflicto en Oriente Medio.