· Este nuevo trabajo discográfico del artista palmero verá la luz en el mes de diciembre y contiene una docena de canciones
· “Es un homenaje a la naturaleza y al ser humano, los elementos que hacen posible la vida”
· El 11 de diciembre se presentará en el Teatro Circo de Marte de La Palma y el 26 de diciembre, en Las Palmas de Gran Canaria
El artista palmero Luis Morera presentará en el mes de diciembre su nuevo trabajo discográfico, titulado Amor Infinito, una colección de 12 canciones inéditas en las que ha puesto todo su bagaje y su experiencia en cada verso y en cada melodía. “Es un disco muy pensado, en el que se concentra toda mi carrera, mis 74 años de existencia, que sigue girando alrededor de la vida y de los elementos que la hacen posible, la naturaleza y el ser humano, a los que vuelvo a rendir homenaje, porque solo tenemos una vida y hay que agradecerlo cada día que vivimos”. El disco cuenta con la colaboración de la Sociedad de Promoción del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.
El disco tiene ya varias fechas para su presentación en directo, empezando por el 11 de diciembre en el Teatro Circo de Marte, en Santa Cruz de La Palma y el 26 de diciembre en el Auditorio José Antonio Ramos, en Las Palmas de Gran Canaria. Todas las composiciones llevan la firma de Luis Morera, que ha contado con Augusto Báez como arreglista, “llevo muchos años contando con él, es un magnífico pianista y forma también parte del grupo que me acompaña, del que forman parte Jaime del Pino (bajo), Carlos Martín (guitarra) y Totó Noriega (percusión)”. En el disco también han participado otros músicos invitados, como Hirahi Afonso (guitarras acústicas), Yuniel Rascón (guitarras flamencas), José Antonio Pulido (chelo) y Jairo Cabrera (pitos herreños).
Las canciones de Amor Infinito son solo una parte del proceso creativo de Luis Morera, inmerso también en su obra pictórica y literaria, “mis cuadros, mis poemas y mis canciones forman parte de un todo, no se pueden disociar, todo está en el mismo contexto”, afirma el artista, que reconoce llevar una vida anárquica, “no sé lo que voy a hacer cuando me levanto y miro al cielo desde mi ventana. Puedo pintar, sentarme a escribir o de repente me viene una melodía con la que empiezo a trabajar”.
En este trabajo, se cruzan de tal manera la música y la pintura que cada canción está representada por un cuadro suyo, que será proyectado cuando ese tema suene en sus conciertos. “Mi vida es esa, poesía, pintura y poesía”, añade Morera.
Musicalmente, el disco se sustenta en la rítmica canaria, hay baladas, tajaraste envuelto en blues, “una mezcla del tiempo actual con la tradición, algo que llevo haciendo desde que comenzamos con Taburiente”, señala. Su proceso creativo comienza con las melodías, “es lo primero que trabajo, la música, y cuando ya la tengo meto la letra, para mi es un proceso más natural, hacerlo a la inversa me parece más forzado, porque las letras tienen su propio ritmo y condicionan mucho a la hora de componer”. Luis considera que el disco es muy “espontáneo, pero no pretendo inventar nada, es un disco que me define como creador, es mi vida”.
En cuanto a las historias que relata, “hay un concepto que se repite en todas las canciones, la naturaleza y el ser vivo. El lugar en el que vivimos y las personas con las que compartimos ese lugar”. La canción que da título al disco está dedicada a su mujer, Silvia, fallecida hace unos años; Desde mi ventana es una mirada al cielo limpio de su isla natal, en la que habla de su conexión con el cielo, con un nuevo día, con la vida; Mirador del Universo habla de ese punto creado por el propio Morera en el municipio de Tijarafe, inspirado en la cultura griega y en las figuras mitológicas que definen el universo y que están trabajadas en cerámica sobre un espacio de unos 400 metros, en los que propone “mirar más al cielo que al suelo”; Vuelo de las mariposas habla de ese entorno del mirador, “en el que se cruzan animales, podemos observar el vuelo de las aves y recuerdo a personajes de nuestra cultura ancestral”. También hay un homenaje a Néstor Martín-Fernández de la Torre, “otro artista multidisciplinar, creador del modernismo, en el que me apoyo para hacer una descripción de Las Palmas de Gran Canaria a través de su arquitectura, de su Poema de los Elementos”.
Sin embargo, el disco no incluye referencia alguna a los últimos acontecimientos que ha vivido el planeta, “no he incluido nada relacionado con la pandemia ni con el confinamiento, es cierto que el proceso de grabación ha coincidido en el tiempo y que ha dificultado el proceso final, que ya en Canarias es difícil por la fragmentación de nuestro territorio y porque trabajo con músicos que viven en islas diferentes y trabajan en otros proyectos para sobrevivir”, pero Morera solo tiene un deseo con respecto a la crisis sanitaria, “que desaparezca cuanto antes. Yo como artista vivo casi confinado durante todo el año, pero es mi manera de vivir, así llevo casi toda mi existencia, es una elección”.
Grabado en los Estudios Cuatro Gigantes, bajo la dirección y edición de Totó Noriega, Amor Infinito es un disco íntimo, que llega en una etapa muy creativa de Luis Morera, existencialista y abierto a un mundo al que cada día se asoma desde su ventana para “dar las gracias por poder vivir un día más”.