Mariano Barroso, presidente de la Academia: «Seríamos muy torpes si viéramos esos millones de pantallas pequeñas como enemigas»


Discurso del presidente de la Academia de cine, Mariano Barroso, en la Gala de los Premios Goya:

"Buenas noches amigos, compañeros, queridas y queridos espectadores,

Quiero volver a recordar a Yvonne Blake, porque ella representa lo mejor de nuestro cine. Su rigor y su trayectoria son una referencia para todos nosotros. Hasta siempre, Yvonne.

Un año más nos hemos puesto de acuerdo en sacar a la luz a unos personajes a los que ignoramos o silenciamos todos los días. Personajes que habitan historias que teníamos pendientes: Como la historia de exclusión social de Campeones, que nos degrada a todos como sociedad.
O la historia de Carmen y Lola, un amor que resulta más digno cuanto más prohibido.
O la de El Reino, con ese hombre corrupto al que abandonan hasta los suyos cuando no les sirve.
O la de esos hermanos que luchan por vivir con dignidad, Entre dos aguas.
O esa historia en la que el pasado regresa para ajustar cuentas y Todos lo saben.

Hay también películas muy buenas que se han quedado fuera de esta lista. No son mejores, pero tampoco son peores. Son diferentes y son nuestras. Son la identidad de nuestro cine. Un cine diverso, que sigue generando riqueza y puestos de trabajo, que sigue contribuyendo a que se conozca mejor nuestro país, nuestra cultura, nuestras lenguas…

Este año, Jurassic World. El reino caído, dirigida por Juan Antonio Bayona, y hecha por cineastas españoles, ha sido la tercera película más vista en todo el mundo y la primera en España. También quiero felicitar a Rodrigo Sorogoyen y a todo su equipo por la nominación al Oscar al Mejor Cortometraje de Madre.

Queremos agradecer a nuestros espectadores su apoyo y su presencia. Y decirles que no olvidamos ni un solo día nuestro principal deber como cineastas, que no es otro que el de hacer buenas películas y que lleguen al público.

17 millones y medio de personas han llegado hasta la sala de cine para ver en la pantalla grande una película española, después de sortear un bosque cada vez más espeso de pantallas de todos los tamaños. Eso tiene un mérito. Pero seríamos muy torpes si viéramos esos miles, millones de pantallas pequeñas como enemigas. Los espectadores ven nuestras películas en las salas, pero también hay muchos que nos buscan en otras pantallas. En nuestro país y en todo el mundo. Porque se puede decir que nuestro sector exporta toneladas de emoción.

Gracias a nuestros actores y técnicos, que se dejan la piel para que esto sea posible, y que saben mejor que nadie que pese al gran momento del audiovisual español, el paro y la inestabilidad continúa siendo parte del oficio.

Cada noche se sientan frente a pantallas de todos los tamaños millones de personas de todo el mundo, buscando emociones creadas por muchos de los que estamos hoy aquí. Las plataformas y las televisiones están transformando, han transformado ya, la forma de ver cine. Y también están transformando nuestro mercado laboral.

Dentro de muy poco –hoy mismo–, la gente del cine debe dar una respuesta a esta realidad. Porque somos la Academia de Berlanga, de Borau, de Trueba, de Saura o de Almodóvar. Pero también somos la Academia de Mario Camus, de José Luis Cuerda, de Pilar Miró, de Jaime Chávarri, de Josefina Molina, de Fernán Gómez… por nombrar solo a algunos directores que han hecho cine y también televisión.

Somos la Academia de todas y todos los compañeros que nos han precedido en el oficio imprescindible de contar historias con imágenes y sonidos. Porque eso es lo que somos. Contadores de historias. Todos venimos del mismo origen, que no es otro que la palabra escrita por nuestros guionistas.

Contamos sus historias para todo tipo de pantallas. Pero unas no van a derrotar a las otras. El cine no debe derrotar a la televisión. Y la televisión no debe derrotar al cine. La nuestra es una alianza de ganadores. Debemos enfrentar esta realidad con pasión y sin miedo. Sin complejos.

Porque el cine no va a desaparecer. Solo está buscando permanentemente nuevas formas. Gracias a quienes ven producción audiovisual española, y se emocionan con ella, en nuestro país y en todo el mundo, en cualquiera de sus formatos.

Quizás ha llegado el momento de que cuando una chica diga en su casa que quiere ser directora, o guionista, o actriz… sus padres no sientan un escalofrío de miedo. Quizás deberían sentir más bien un escalofrío de orgullo, porque su hija quiere tener una profesión digna. Porque quiere ser parte de la explosión internacional del audiovisual español.

Y porque quiere formar parte de un colectivo que trabaja cada día por hacer mejor las cosas. Y para contar nuestras verdades sobre la exclusión, sobre la corrupción, sobre la igualdad, sobre la lucha por la dignidad, y sobre la memoria.

Para divertirse, para llorar, para sentir miedo o para ser más libres, más respetuosos, más auténticos, o más compasivos.
 

Muchas gracias.

Mariano Barroso"

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