- La película que proyecta Filmoteca habla del arresto y asesinato del primer ministro Imre Nagy en 1956, tras la invasión rusa
Filmoteca Canaria finaliza el ciclo dedicado a la gran cineasta Marta Mészáros con la proyección de ‘Diario para mis padres’. Realizada en 1990, esta película destaca especialmente por el hecho de que ataca el gran tabú de su país durante décadas: el arresto y asesinato del primer ministro Imre Nagy en 1956. Con ello realiza un acto de expiación tanto personal como nacional, al restituir la memoria de aquello que permaneció oculto durante tanto tiempo. Solo así, según ella, podía avanzar Hungría hacia el futuro en aquellos instantes de cambio.
Es un ejemplo más de la valentía de una mujer que es considerada figura clave de la contracultura cinematográfica de la segunda mitad del siglo XX. Su filmografía está integrada por más de treinta largometrajes y documentales de un estilo exuberante y apasionado, algunas de las cuales se han podido ver en abril y mayo en Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura gracias a Filmoteca Canaria.
Las sesiones serán el martes 9 de mayo en el Teatro Guiniguada, en Gran Canaria; y el jueves 18, de manera simultánea en el Espacio La Granja, en Tenerife, y en la sede de la Asociación Raíz del Pueblo, junto a la Casa de los Coroneles, en Fuerteventura, a las 19.00 horas. La proyección es en versión original con subtítulos en castellano.
Con esta película se cierra también la trilogía íntima y monumental que hizo Mészáros sobre su adolescencia, iniciada con ‘Diario para mis hijos’, proyectada en este mismo ciclo de Filmoteca Canaria. Ahora Juli, su protagonista, se hace adulta y cineasta bajo la sombra del movimiento húngaro de 1956. Ella pertenece a una familia de la inteligencia comunista y ve sus amigos y familiares reaccionan de manera diferente a este conflicto bélico.
Su amante, un gerente de fábrica casado, apoya a los patriotas y más tarde asiste a compañeros en huelga. Mientras tanto, su hermana y otros expresan su enojo por haber sido expulsados de sus hogares durante la Revolución y continúan expresando el odio a los rebeldes después. Pero al final se dan cuenta de que el daño es para todos, que la vida real no es posible después de la revuelta y la brutal represión por los soviéticos y sus colaboradores
En 1956 Juli no puede volver a Hungría desde Moscú porque las fronteras están cerradas. Los soviéticos han invadido Budapest y depuesto al primer ministro Imre Nagy. János participa activamente en estos eventos. Cuando por fin Juli puede regresar, intenta inmortalizar todo lo que está ocurriendo. Escapa con János a Austria porque temen por su vida, pero finalmente decide volver y es brutalmente ejecutado en la horca.