Por Noé Ramón //
Nació en Ibiza de padre chileno y madre brasileña pero casi toda su vida ha transcurrido en Málaga excepto períodos en los que ha elegido Barcelona o Pekín donde perfeccionó la técnica al pincel y a la tinta. Como suele ocurrir invariablemente en estos casos su pasión por el cómic surgió en la infancia y ahora se siente afortunada de poder dedicarse plenamente desde hace quince años a este mundo. Primero comenzó haciendo colaboraciones y luego todo cambió cuando se dio de frente con el universo Marvel, la contrataron y desde entonces es una de las principales autoras en España. Un papel en el que se siente muy a gusto, sin renegar a que en el futuro pueda emprender proyectos más personales.
-¿Lo de dedicarte a dibujar superhéroes lo haces simplemente por dinero o en realidad te gusta?
-Claro que me gusta, me siento afortunada y más si hablamos de Marvel y de superhéroes. A estas alturas creo que he tenido suerte por poder trabajar con ellos. Mi sueño realmente era dibujar y con eso ya me hubiera dado con un canto en los dientes pero si puedo vivir bien haciendo esto pues mucho mejor
-España es una especie de semillero de dibujantes de superhéroes americanos.
-Sí hay muchos. Más de doscientos. Mujeres menos pero autores un montón. Cada vez que hay un encuentro conozco a alguno nuevo. Siempre me sorprende que sean tantos.
-¿Pero tu colaboración es puntual o estás ya dentro del grupo de los dibujantes fijos?
-Allí no hacen contratos a los dibujantes, sino unos acuerdos que se llaman work for hired, trabajo por alquiler con los que vas haciendo encargos. Todos somos autónomos aquí y pagamos los impuestos en España. Si están contentos contigo nunca te va a faltar trabajo una vez que estés dentro del mercado.
-¿Además, tienes algún otro proyecto personal o lo de Marvel te ocupa todo el tiempo?
-Estoy siempre con esto porque el tiempo no me da para más. Sí estoy con un proyecto que es autoral con una empresa más pequeña en la que tengo más protagonismo, por así decirlo. Pero es algo que ha surgido, no lo he buscado. Son proyectos en los que los autores emplean su tiempo y hasta que no se vendan los ejemplares no reciben compensación.
-Supongo que siempre podrás ahorrar y dedicar un tiempo a algún proyecto que te interese en un momento dado.
-Sí, pero no es mi caso. Prefiero trabajar de seguido y más adelante sí estaría bien hacer algo así.
-¿Tienes varias ideas supongo?
-Sí me gusta trabajar para el público juvenil.
-Tu primera novela gráfica fue sobre la catástrofe de Chernóbil. ¿Cómo surgió esta propuesta?
-Al principio cuando hacía colaboraciones participé en una revista antológica tipo fanzine en la que se recopilaban a varias autoras llamada: Ellas son únicas. Cada una hicimos una historia y un editor se fijó en mí y me dijo que quería hacer algún trabajo conmigo, habló con el guionista Francisco Sánchez y viendo la posibilidad me lancé. Lo que no pensé es que fuera un cómic tan largo de más de cien páginas y tan duro. No recomiendo la experiencia.
-¿Y qué es el colectivo Caniculadas?
-Fue un proyecto de unas amigas que nos conocimos por internet y decidimos hacer unas tiras cómicas para que nuestro trabajo fuera visible y nos conocieran. No teníamos ninguna intención feminista, sino que nos sentíamos a gusto con nosotras. Aquello fue un tipo de blog que era muy divertido, sin pretensiones que terminó hace ya siete años.
-También sueles confesar que estás muy influenciada por el manga. ¿Hay similitudes entre este género y los superhéroes americanos? ¿Se está llegando a algún punto intermedio?
-Estoy influenciada porque he sido lectora de manga pero sí he intentado cambiarlo. Ahora mismo no me identifico con manga pero siempre me han llamado la atención las historias y algunas incluso me han conmovido. Pero no me defino como autora de manga. He ido buscando un estilo más propio sobre todo para abrirme al mercado y encontrar un hueco en el que estar más cómoda y ahí estoy. Al principio no sabes por donde ir pero el propio trabajo te va marcando la línea.
-Siempre queda la duda de su Marvel respeta el estilo de los dibujantes o pone muchas condiciones.
-Cuando te fichan es porque han visto tu trabajo les gusta y por lo tanto es lo que quieren y respetan. Luego están las franquicias que sí te piden un poco que se parezca a determinado personaje pero son algunos casos. Si hablas de series como Star Wars, por ejemplo, sí te marcan las líneas sobre cómo dibujar las naves, no te puedes inventar personajes… Si hay una colección donde el personaje tiene un tipo de disfraz, te piden que se asemeje aunque muchas veces te dejan que trabajes a tu aire y son más permisivos. Depende del tipo de editor y si es más experimental o no.
-¿Qué te parecen las películas que están saliendo de superhéroes? Marvel es todo un referente aunque al parecer las propuestas cinematográficas están un poco agotadas.
-Ya ha pasado un poco la época de los súper. Ahora se centran en las series, con mucha animación que a veces son muy simpáticas pero pasan más desapercibidas para todo el mundo porque se dirigen al público infantil.
-¿Internet no ha afectado negativamente a este tipo de productos?
-No, el público infantil siempre demanda superhéroes y cuando son mayores los siguen consumiendo. Hay un ciclo, los niños crecen, se acuerdan de aquel personaje que les fascinaba de pequeños y quieren volver a ver películas de Superman o de Batman. Tengo un hijo pequeño que está loco con Batman y seguro que cuando sea mayor lo seguirá viendo en películas, en series, en cómics…Los superhéroes siempre estarán ahí.
-Estuviste en el festival de Anguleme en Francia, considerado el más importante de Europa y en ese momento llegaste a decir que para prosperar en esta profesión tienes que salir de España.
-Fuimos con la novela de Chernóbil. Allí se daban unos premios sobre ecologismo, no dentro del festival sino paralelos, lo recibimos y fue un hito que supuso una experiencia genial. A Anguleme he ido varias veces y recomiendo ir tanto si eres autor novel o aficionado porque es una ciudad superbonita que se vuelve muy festiva, con una gran variedad de cómics, se come muy bien y hay un ambiente muy familiar. Recomiendo ir pero eso sí hay que reservar con un año de antelación porque todo se llena en esas fechas.
-Una pregunta que solemos hacer a los autores es sobre qué opinan de la Inteligencia Artificial (IA).
-Pues estamos en una fase en la que parece que nos están robando muchas imágenes, pero también me da la sensación de que existe una sensación de hartazgo desde el punto de vista visual. Lo que hay ahora es muy plástico, muy similar y se nota cuando lo hacen. Las editoriales deberían tomar medidas al respecto. Hay muchos dibujantes que las han usado y son denunciados. Yo de momento no he tenido problema pero a los autores de publicidad sí les ha afectado y hay mucha gente que ha perdido el trabajo. Es horrible, no se entiende. No me parece tan mal que se aplique por ejemplo en medicina o sanidad donde sí puede ser necesario pero en el aspecto musical o creativo se debería de cuidar mucho.
-El problema es que si al espectador al final le gusta una imagen le da igual cómo haya sido creada.
-Sí pero creo que el buen producto se nota cuando está hecho por personas. Esto va muy rápido a ver cómo acaba.
-¿Conoces el Libro Blanco del Cómic?
-Sí creo que me han citado, lo he visto por encima y me parece un análisis global contemporáneo aunque ya necesitaría actualizarse en cuestiones como las IA pero para quienes no conozcan nada del sector le viene bien y a los que estamos dentro nos sirve un poco de guía.
-Eres de Ibiza.
-Sí pero apenas viví allí, soy malagueña.
-Es que últimamente los autores están posicionándose sobre el modelo de turismo, mostrando su preocupación por lo que ocurre y apoyando las manifestaciones.
-Sí en Málaga estamos muy metidos en el turismo. El modelo es insostenible porque nos están echando de las ciudades. Nadie puede pagar los alquileres. Aquí en Málaga se ha convertido en imposible, a la gente no le queda más remedio que comprar y meterse en hipotecas muy altas. Y así vamos tirando pero lo veo todo muy mal. Algunas personas tienen que salir de la ciudad y se van a la costa a lugares que muy alejados. El turismo nos está ahogando y más a la gente que no tiene poder adquisitivo. Los más afectados son también los jóvenes que se ven obligados a vivir en casa de sus padres.
–¿También ha habido ahí manifestaciones?
-Sí el 24-J estuvimos pidiendo una política para que la gente pueda acceder a una vivienda sin tener que enfrentarse a estos problemas. Nosotros queremos turismo, vivimos del turismo pero hay que tomar unas medidas para que haya un porcentaje de viviendas más accesibles para jóvenes. A ver cómo va la cosa porque esto es un problema nacional que se está produciendo ya incluso en Asturias.